Presidente de Colombia viaja a Cuba para superar impasse por Cumbre de las Américas

La decisión para que La Habana participe en la cita de Cartagena el 14 y 15 de abril, está en manos de Bogotá. EEUU se opone a que el régimen de Castro participe.




El gobierno colombiano está en un difícil dilema pues deberá decidir, como anfitrión, si Cuba finalmente participará en en la VI Cumbre de las Américas, que se realizará en Cartagena el 14 y 15 de abril.

La iniciativa de Ecuador y de los otros países de la ALBA apuntan a que Cuba participe, situación a la que se opone EEUU.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, este miércoles en La Habana a su par cubano, para tratar el asunto y de paso reunirse con el convaleciente mandatario venezolano, Hugo Chávez, quien como los otros gobernantes de la región se ha mostrado muy prudente respecto a la posible asistencia de Cuba a la Cumbre .

La Organización de Estados Americanos (OEA) ha recordado que la confección de la lista de invitados es competencia exclusiva del anfitrión de la reunión.

Una decisión difícil, pues si Santos no invita a Cuba se arriesga a que en Cartagena no estén los otros siete países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de las Américas (ALBA) y si la invita, chocará con Estados Unidos.

La canciller colombiana, María Angela Holguín, que ha consultado con el gobierno de Cuba y los otros de la región, se mostró hoy optimista al decir que "vamos a conversar con el Presidente (Raúl) Castro y, bueno, vamos a ver a qué decisión se llega, pero de una manera cordial, y yo creo que eso va salir muy bien", indicó.

El propio Santos dijo este lunes que viaja para "tener la oportunidad de hablar personalmente, como se hablan los buenos amigos, con el gobierno cubano, con Raúl Castro, el tema de Cuba en la Cumbre".

Hasta ahora sólo Estados Unidos se ha manifestado en desacuerdo con que Cuba esté en la reunión de Cartagena, a la que están invitados de antemano los gobernantes de los 34 países miembros de la OEA, organización a la que Cuba no ha pedido reincorporarse, pese a que en 2009 le fue levantada la suspensión vigente desde 1962.

El vocero para Latinoamérica del Departamento de Estado, William Ostick, dijo ayer a Efe que "el proceso de la Cumbre sólo está abierto a países democráticos", tal como señalaron los propios gobiernos del continente "por consenso" en la Cumbre de Québec en 2001.

Estados Unidos "desea que llegue el día en que una Cuba democrática tome el asiento al que tiene derecho en una Cumbre de las Américas. Tristemente, ese día no ha llegado aún", señaló Ostick sin comentar el anunciado viaje de Santos a Cuba.

Por su parte, el vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, que hoy se reunirá en Tegucigalpa con los presidentes centroamericanos, se mostró seguro de que Cuba no asistirá a la Cumbre en unas escuetas declaraciones hechas ayer en México, primera etapa de su gira.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, se manifestó convencida la semana pasada de que no había "absolutamente" intención alguna de invitar a Cuba, pues -dijo- "no encaja en la definición de los países democráticos".

La iniciativa que el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, planteó en una cumbre de la ALBA celebrada a principios de febrero en Caracas, cayó muy mal entre los republicanos e incluso algunos congresistas han pedido al presidente Barack Obama que "boicotee" la Cumbre de Cartagena si Raúl Castro es invitado.

El gobierno de Ecuador ya anunció que no confirmará su asistencia a la Cumbre hasta saber si el Gobierno colombiano invitó o no a Cuba.

El pasado 16 de febrero, Correa afirmó que "no tiene sentido una Cumbre de las Américas sin la presencia de Cuba y sin tratar temas relevantes".

Un día antes, el Consejo Político de la ALBA, reunido en Caracas, reclamó la participación de Cuba en la reunión de Cartagena, pero no definió qué harán los países miembros si finalmente no es invitada. Cuba, como el "convidado de piedra", ha dicho poco hasta ahora.

El canciller peruano, Rafael Rocangliolo, que hoy se reunió en Bogotá con su homóloga Holguín, aseguró la presencia en Cartagena de su presidente, Ollanta Humala, "para plantear la necesidad de que en un futuro estas cumbres incluyan a todos los países de la región, incluido Cuba".

La Cumbre de las Américas se realizó por primera vez en diciembre de 1994 en Miami, Florida, por iniciativa del entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

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