Problemas de salud de Hillary Clinton podrían complicar su futuro político

Se excusó de presentarse ante el Congreso por el ataque en Libia contra un consulado.




Aun cuando en reiteradas ocasiones ha dicho que no pretende lograr la candidatura presidencial demócrata en 2016, la reciente hospitalización de Hillary Clinton ha contribuido a echar por tierra el futuro político de la saliente secretaria de Estado. Eso, porque los problemas de salud de la ex primera dama y ex senadora de 65 años -un virus estomacal, un desmayo y un coágulo sanguíneo en la cabeza- ponen en duda su fortaleza física, en un momento complejo para el término de su gestión como jefa de la diplomacia norteamericana, pues en estos días debía comparecer ante las cámaras del Congreso por el ataque que les costó la vida a cuatro estadounidenses, incluido el embajador, en la ciudad libia de Bengasi, el 11 de septiembre pasado.

La secretaria de Estado, que dejará definitivamente el cargo en dos semanas y será reemplazada por el actual senador y ex candidato presidencial John Kerry, se enfermó con un virus estomacal a principios de diciembre. Al parecer, la fiebre que sufrió entonces le provocó deshidratación, lo cual sería la causa de un desmayo que sufrió. Su desvanecimiento fue informado el 13 de diciembre y a raíz de esa caída se le habría producido el coágulo, detectado el domingo.

Debido a la fiebre de comienzos de diciembre, canceló un viaje que tenía programado al norte de Africa y Medio Oriente, donde reconocería como interlocutores legítimos a los grupos opositores de Siria. Esa situación y el desmayo la obligaron a excusarse de no presentarse en la Cámara de Representantes y el Senado. Por esto, el representante republicano Allen West aseguró en Fox News que la secretaria de Estado tiene "fiebre de Bengasi". En el mismo canal de TV, el ex embajador de Bush en la ONU John Bolton dijo que Clinton sufría una "enfermedad diplomática".

Los problemas de salud y los comentarios ácidos en su contra le están impidiendo a Hillary Clinton terminar de la mejor manera su gestión. Descrita como trabajadora incansable y detallista, acumuló en estos cuatro años más de 1,5 millones de kilómetros viajados, visitó 112 países, y pasó unos 400 días a bordo de un avión. Antes de la actual situación había cancelado sólo dos viajes al extranjero: en junio de 2009, a Europa, tras fracturarse un codo; y en febrero de 2010, a Asia, tras el terremoto de Haití.

Sea como fuere, aún es muy temprano para decir que su enfermedad y salida de la administración Obama sean el fin de su carrera política. Hillary ha demostrado ser una especialista en reinventarse y en no darse por vencida. Así superó el escándalo del affaire de su esposo con Monica Lewinsky, en 1998, y la derrota ante Obama en las primarias demócratas, en 2008. Ahora dice que quiere dedicarle tiempo a su familia, pero también podría ser un tiempo provechoso para ganar fuerzas y establecer estrategias.

ALTA MEDICA

Clinton, en tanto, ayer fue dada de alta del Hospital Presbiteriano de Nueva York, donde fue internada el domingo tras serle descubierto el coágulo y fue tratada con anticoagulantes, según informó el subsecretario adjunto, Philippe Reines.

"Su equipo médico le indicó que está realizando buen progreso en todos los frentes y que están confiados en que tendrá una recuperación completa", explicó.

La secretaria de Estado dejó el lugar acompañada de su esposo Bill y su hija Chelsea.

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