Provincia más poblada de China pide relajar la "política del hijo único"
Las autoridades de Cantón esperan que se apruebe su solicitud para frenar el envejecimiento de su pirámide geográfica, que podría afectar el desarrollo de la zona a largo plazo.
La provincia sureña de Cantón, la más rica y populosa de China, ha pedido al Gobierno que relaje la política del "hijo único" en su territorio, un programa experimental que luego podría extenderse al resto de la nación.
Según contó el responsable de planificación familiar de la provincia, Zhang Feng, se ha enviado una solicitud oficial en la que Cantón pide ajustes a la política, establecida a finales de los años 70, para frenar la superpoblación en el país asiático.
La principal novedad que pide introducir Cantón es permitir a las parejas que tengan dos niños si uno de los cónyuges es hijo único (actualmente sólo se permite esto si tanto el padre como la madre carecen de hermanos, una relajación de la ley que se empezó a aplicar hace diez años).
Según Zhang, la provincia, que en 2010 se convirtió en la más poblada de China con 104 millones de habitantes, está preocupada por la elevada población, pero lo está más por el envejecimiento de la pirámide demográfica, que podría afectar a largo plazo al desarrollo de la zona, que es el centro nacional de la industria para la exportación.
"El aumento de población es todavía un gran problema que afecta a nuestro desarrollo social y económico, pero a largo plazo el envejecimiento también será un problema", subrayó el responsable de control demográfico provincial.
La relajación de la política también podría ayudar en otro problema que afecta a la zona, el del gran número de mujeres cantonesas que viaja a Hong Kong -donde no se aplica la política del hijo único- para dar a luz y que su vástago sea así ciudadano hongkonés, aumentando la presión demográfica en la densamente poblada ex colonia británica.
La propuesta cantonesa ha sido anunciada coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Población, una fecha que en China también se ha aprovechado para destacar en la prensa oficial que la política demográfica debe cambiar y centrarse más en la calidad que en la cantidad.
"Debe haber un mayor enfoque hacia la administración de la población más que en el control de la cantidad, con el fin de mejorar la calidad de vida", destacó el director de la Comisión Estatal de Población y Planificación Familiar, Li Bin.
Según las estadísticas gubernamentales, si China no hubiera aplicado la política del hijo único actualmente tendría 1.700 millones de habitantes, en lugar de los 1.340 millones actuales.
Ha contribuido a la mejora de la renta per cápita, la extensión de la educación, la esperanza de la vida o la disminución de la pobreza, pero ha tenido también efectos negativos para el país, como el mencionado envejecimiento o los abortos selectivos y abandonos de niñas por familias que prefieren tener un hijo varón.
Se espera que el país llegue a su pico de población en unas dos décadas, y que antes de esto se vea superado por la India, sin medidas de control demográfico, como el país más poblado del mundo.
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