PSU a la vista: qué hacer para no caer en la ansiedad

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A 23 días de la prueba, estudiantes enfrentarán insomnio, angustia y nerviosismo. El próximo 28 y 29 de noviembre, cerca de 270 mil jóvenes rendirán el test de ingreso a las Ues.




Los expertos concuerdan en una sola cosa: estos últimos días hay que descansar y sólo repasar las materias.

Muchas de las dudas que surgen entre los postulantes tienen que ver con el priorizar "sus fuertes". Por ejemplo, la prueba de lenguaje debido a una elección humanista por sobre la de matemáticas. Pero, según los expertos, no es la mejor opción. Las ponderaciones actuales de la PSU son más variadas que en otros años. Las PSU de Lenguaje e Historia concentran el 45% promedio de los requisitos de postulación, por lo tanto, es importante que el alumno tenga conocimientos de las ponderaciones de cada carrera. "No siempre es bueno enfocarse en la prueba que tenga más relación con la carrera elegida", aseguró Paulina Núñez, directora académica del preuniverstario Cpech.

A medida que se acerca la fecha de rendición, surge en los alumnos el miedo, preocupaciones y angustias. Belén Valenzuela, psicóloga del preuniversitario Pedro de Valdivia, señaló que una de las razones de ese nerviosismo puede deberse al exceso de estudio. "Las mayores presiones van ligadas con el poco tiempo que ellos sienten que tienen para terminar de estudiar, por lo que aumentan sus horas de trabajo académico, lo que es contraproducente", explicó.

Ansiedad y recreos

Para que los alumnos puedan disminuir lo que van sintiendo a medida que corren los días, los psicólogos manifiestan que lo más recomendable es realizar actividades recreativas. "Es de suma importancia buscar actividades que les permitan relajarse y tener espacios de ocio", dijo Valenzuela.

María Bernardita Petridis, directora de Pedagogía de la U. del Desarrollo, mencionó que, además de tiempos de ocio, la alimentación sana y el descanso son fundamentales para bajar los niveles de estrés: "Un ejemplo puede ser dos o tres bloques de 1 hora y 40 minutos de estudio, y luego cuarenta minutos de descanso en la mañana. Después, algo similar en la tarde, no más que eso".

Otro de los puntos de esta transición de un estudio contundente a uno menos exigente es el rol de padres y familiares. "Hay que estimular, contener y escuchar a los hijos. No es momento de criticar lo que ya no se hizo", aclaró Petridis.

¿Y si no sé qué quiero?

Es relevante señalar que un porcentaje de los que rendirán la prueba no saben lo que quieren estudiar. Para eso, Ariel Ramos, investigador de Política Educativa de Educación 2020, dijo que lo mejor es informarse bien de la oferta de carreras y "ver cuáles están acreditadas y exigen un sello de calidad. Los institutos profesionales hacen buenas carreras donde la PSU no es tan importante", analizó.

Aún quedan días para aflojar la cuerda, dormir siesta y planificar horarios.

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