Reformas tributarias han demorado en promedio tres meses en el Congreso

Menos de dos meses y medio de tramitación demoró la primera reforma tributaria enviada en 1990 por el entonces Presidente Patricio Aylwin. La iniciativa subía por primera vez, desde el retorno de la democracia, los impuestos a las empresas de un 10% a 15%, entre otros ajustes.

En el gobierno de Aylwin se  hicieron varios cambios al sistema. Pero fueron cuatro las leyes tributarias  más importantes de ese período.

Ese conjunto de reformas son consideradas hoy el principal precedente del proyecto de Michelle Bachelet. Y aunque hay reparos a tramitar esta reforma con celeridad, la apuesta del Ejecutivo es tener aprobados los cambios a más tardar en septiembre, antes de la discusión del Presupuesto.

En la Nueva Mayoría, los reparos a la premura de La Moneda surgieron de sus senadores, pero en los últimos días el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, ha intensificado conversaciones para tratar de calmar los ánimos y disipar dudas. De hecho, ayer volvió a almorzar con diputados y senadores oficialistas, con quienes zanjó un plazo máximo de cinco meses de tramitación.

El senador PPD y presidente de la Comisión de Hacienda, Ricardo Lagos Weber, precisó que "hay un plazo prudente para una reforma muy importante".

En la Cámara el panorama está más despejado: autoridades de esa corporación definieron un itinerario que aseguraría el despacho de la reforma antes del 21 de mayo. En esa postura están alineados el presidente de la Comisión de Hacienda, Pablo Lorenzini, y el titular de la Cámara, Aldo Cornejo.

El cronograma del gobierno, además, está avalado por  el tiempo de discusión de otras iniciativas similares. En general las principales reformas tributarias desde 1990 han demorado en promedio 97 días, es decir un poco más de tres meses de discusión en el Congreso.

Incluso una ley del ex Presidente Ricardo Lagos, que elevó a un 17% el impuesto a las empresas y rebajó  el gravamen a las personas de más altos ingreso, sólo demoró 27 días. Entonces Lagos no tenía mayoría en el Senado y a pesar de las criticas que generó esa iniciativa fue aprobada en tiempo récord.

Sin embargo, hay otra reforma de Lagos  para combatir la evasión que estuvo más de 9 meses en el Congreso.  Ese proyecto hasta el momento es el que más tiempo demandó en negociaciones. En el caso de Sebastián Piñera -que tenía minoría en el Senado y un virtual empate en la Cámara- también aprobó sus reformas entre 34 y 70 días, pese a los reparos iniciales de la oposición.