Rendimiento físico disminuye después de la menopausia

De acuerdo a un estudio, la menopausia desencadenaría cambios fisiológicos en el cuerpo de la mujer que provocarían una baja en sus capacidades físicas.




Un estudio sugiere que cuando las mujeres atraviesan la menopausia, podrían sufrir una disminución en su capacidad para hacer otras tareas cotidianas. 

"Algo sucede durante la menopausia. Definitivamente, existe una conexión con las limitaciones físicas que perciben las mujeres", dijo la autora principal del estudio, Lisa Tseng, estudiante de medicina de University of Pittsburgh.

No está claro exactamente cuál es el motivo, aunque el sobrepeso y síntomas de depresión parecen tener alguna relación. Para Tseng, los resultados sugieren que influirían los "cambios fisiológicos" de la menopausia.

Por eso es importante que las mujeres sigan haciendo actividad física mientras envejecen, señaló el doctor Timothy Church, quien no participó del estudio pero es parte del Centro de Investigación Biomédica Pennington (Baton Rouge, Louisiana).

El estudio, publicado en la revista Menopause, incluyó a más de 2200 mujeres estadounidenses de entre 40 y 60 años. Tres cuartas partes de las mujeres postmenopáusicas tenían limitaciones físicas por lo menos moderadas, ya sea al realizar ejercicio o tareas cotidianas, comparado con apenas el 10 por ciento de las participantes premenopáusicas. Y aun cuando el equipo de Tseng consideró la edad, el peso, y enfermedades como artritis, depresión o diabetes, la menopausia seguía asociada con tres veces más posibilidad de tener limitaciones físicas.

Church explicó que tanto los hombres como las mujeres pierden 1 o 2 por ciento de su masa muscular cada año a partir de los 50 años. Al mismo tiempo, estudios habían demostrado que se vuelven más sedentarios.

Se ignora qué aparece primero, la pérdida muscular o la inactividad. "Se podría debatir interminablemente", admitió Church. Pero lo que los estudios sí demuestran es que cuando las mujeres postmenopáusicas (y los hombres mayores) hacen ejercicio regular, su salud física y su bienestar mental mejoran.

En su propio estudio sobre mujeres postmenopáusicas, el equipo de Church había hallado que las mujeres con sobrepeso y sedentarias que comienzan una rutina física mejoran su aptitud física, la función vascular y la calidad del sueño. Recomendó que las mujeres hagan ejercicio aeróbico y de fuerza. La rutina aeróbica puede ser algo tan simple como caminar 30 minutos casi todos los días de la semana. "Los ejercicios de resistencia demandan algo más de trabajo", indicó Church.

Pero no significa necesariamente tener que inscribirse en un gimnasio. Church dijo que las mujeres pueden aprender a trabajar con pesas livianas de manera segura en una clase en la sede local de YMCA, si compran un libro o si consultan en Internet. Dijo también que siempre conviene consultar al médico para conocer si alguna enfermedad condiciona la rutina física. Las participantes del nuevo estudio integran la cohorte de un seguimiento para determinar de manera objetiva su rendimiento físico en el largo plazo. Tseng consideró que los resultados proporcionarán más claves de qué sucede durante la transición a la menopausia.

Por ahora, coincidió en la importancia del ejercicio. "El mensaje para las mujeres es que se mantengan activas y presten atención a cómo se sienten", indicó.

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