Ricardo Arjona: "Hace mucho vengo pensando en el modo de despedirme del Festival de Viña de una vez por todas"

Uno de los artistas más populares en Chile habla con La Tercera de su vuelta a la Quinta Vergara.




Ricardo Arjona cuenta que hubo un minuto en que, caminando por una esquina cualquiera, nadie logró reconocerlo. "Fue renovador poder transitar por un montón de calles sin sospechar que alguna persona podía saber a qué me dedicaba o lo que hacía", completa el cantautor, en torno a una travesía solitaria que emprendió hace un par de años por Japón, China, Singapur y Tailandia, latitudes donde su figura es anónima y vive el reverso de su popularidad latinoamericana, pero que sirvieron para impulsar su último trabajo.

El mismo que lleva el lógico nombre de Viaje (2014) y que no sólo  posee canciones escritas en cada una de esas escalas; también es el resultado de varios tropezones y fracturas personales que el artista prefiere no detallar, pero que  fundamentan sus ansias por escapar hasta el otro lado del mapa.

Y algo más: es el álbum que lo trae de vuelta al próximo Festival de Viña del Mar, a cinco años de su última visita -esa recordada noche en que adelantó su presentación en la previa al terremoto- y como una suerte de corolario de los cinco recitales con que repletó el Movistar Arena en septiembre pasado.

El fenómeno Arjona vuelve nuevamente por lo suyo. De hecho, ya agotó todos los boletos para su noche, la segunda, correspondiente al lunes 23 de febrero y donde comparte jornada con el grupo mexicano Reik.

"Después de la gira de Metamorfosis en 2012, que nos llevó para muchos lados a hacer muchísimos conciertos, había una necesidad de empezar a viajar", continúa Arjona.

Luego agrega: "Empez ó una desesperación por varios acontecimientos de carácter personal en mi vida, los que generaron una necesidad  justamente de lo contrario: de ir a cualquier lado, de no hacer conciertos, de no hacer música, simplemente tratar de salir de ahí e irme a cualquier parte. Era también una necesidad de huir de mí y de las cosas que me habían pasado. Fueron meses fantásticos, de ver las cosas desde un ángulo distinto, como no lo había hecho hace mucho tiempo", describe el guatemalteco.

Una mirada algo renovada que también coincide con su ímpetu de independencia. Luego de construir casi la totalidad de su éxito en  discográficas multinacionales, el hombre de Mujeres decidió en 2011 lanzar su propio sello, Metamorfosis, con el que ya cuenta dos lanzamientos, Independiente, de ese mismo año, y el propio Viaje.

El hecho de tener su propia disquera, ¿cómo influye en su trabajo artístico?

El saber que las manos que van a defender las canciones son manos con vocación, y no con el oficio típico, genera que cuando uno escribe se siente más afortunado al estar con toda la libertad posible. Porque muchas veces, aunque no sea una canción típica que va a parar a la radio, va a ser bien defendida, que es lo importante. Durante muchos años, hice canciones que fueron las más importantes de los discos, pero que quedaron olvidadas, porque las manos que las recibían estaban acostumbradas a cierto prototipo de tema que podía abrirse paso fácil en los medios.

También inauguró Mundo Arjona, plataforma que, por un pago, regala toda su discografía y da beneficios para las entradas de sus shows. ¿Es una forma de acomodarse a los nuevos tiempos?

Mundo Arjona es un título que suena totalmente narciso, lo sé. Es una locura por la que venimos trabajando hace mucho, una locura que se vale de mi animadversión por las membresías, me parecían que era meterle la malo en el bolsillo a la gente y robarles dinero, siempre me decepcionaron los artistas que vendían membresías en sus webs. No puedo creer que hoy esté haciendo lo mismo, pero en el momento que tomamos la decisión pensamos que si era una locura comprarse una membresía, ahora es una locura no hacerlo. Mientras la industria se sigue preocupando en combatir la piratería sin armas, para nosotros la mejor manera de combatirla es regalando el nuevo disco, ponerlo todo en un asunto que costaría una fortuna. La idea es que cueste nada comparado con lo que la gente paga por un boleto en el lugar más lejos del estadio.

¿Cuál es la primera sensación que tiene al ver que retorna a Viña tras cinco años?

Hace mucho tiempo que vengo pensando en la mejor manera de despedirme del Festival de Viña de una vez por todas. Cada vez que termino de pisar ese escenario me prometo no volverlo a tocar, para no mover de su lugar a la maravilla que representa. Esto no me pasa en los últimos tiempos, me pasó desde la primera vez en la que fui, siendo prácticamente un desconocido, y me prometí dejar intacto y en su lugar la experiencia única de lo vivido. Estoy de vuelta y me emociona aún más que la primera vez. No se qué va a pasar; pero lo que me pase me afectara por siempre, tal y como nos gusta a los amigos de las emociones fuertes.

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