Sename pedirá informes por denuncia de niños amarrados y abusados en hogares

Como graves catalogó el director nacional de Sename, Francisco Estrada, los casos de menores amarrados y abusados en hogares dependientes del organismo y que, ayer, fueron denunciados por jueces de familia.

Se trata de adolescentes con problemas relacionados con el consumo de drogas y trastornos sociales  que al ser enviados a centros del organismo han terminado agredidos por otros menores.

Francisco Estrada dijo que "estamos muy preocupados por la información que los jueces de familia le entregaron al ministro de Justicia Felipe Bulnes, yo tengo una mesa de trabajo junto a ellos y estamos en constante retroalimentación acerca de los problemas con los que estoy encontrándome (…) nosotros vamos a pedir informes si este procedimiento es regular porque nos parece altamente preocupante".

Ayer el propio ministro de Justicia reconoció que el Sename no disponía de una oferta para atender este tipo de casos y dar una atención especializada y diferenciada a menores con problemas asociados a trastornos sociales o de drogadicción.

En este sentido, Estrada manifestó que en un plazo de dos semanas entregarán una propuesta al ministro Bulnes para lograr que sea el ministerio de Salud el organismo encargado de proveer de profesionales especializados para tratar estos casos

"El Sename no es una institución que tenga infraestructura, ni profesionales con capacidad para tratar problemas con salud mental, es el área de salud quien debe resolver estos problemas. En los dos meses que llevó he tenido reuniones con diversos expertos para establecer un diagnóstico y diseño de problema de salud mental. En el corto plazo espero presentar una propuesta al ministerio de Justicia para que juntos, en base a una evidencia empírica, tomemos contacto con el ministerio de salud para revertir esto", dijo el director del Sename.

Los jueces dieron  a conocer, ayer, el ejemplo de la niña K.V.A, quien fue derivada a corta edad al centro de Pudahuel, porque no existía un lugar para tratar sus problemas con las drogas y las secuelas de violaciones de sus parientes. Poco duró su internación, porque se fugó 24 veces y, al no ser tratada, terminó a los 17 años con esquizofrenia, VIH, sífilis y adicción a las drogas.

Otro caso fue el de M.C. (13), que tenía trastorno social e impulsos sexuales desmedidos. Fue protagonista de abusos al interior del centro, dado que no existe una unidad para su tratamiento.