Siria cuenta aún con un 8% de su arsenal químico al expirar el plazo de entrega

La jefa de la misión, Sigrid Kaag, expresó hoy en una conferencia de prensa en Damasco su esperanza de que se complete el proceso antes del 30 de junio, cuando debe finalizar la destrucción del armamento químico del régimen.




Siria todavía tiene que entregar para su destrucción un 8% de sus armas químicas a la misión de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), pese a que este domingo expiró el plazo convenido para finalizar ese proceso. 

Ese plazo estaba estipulado en el acuerdo alcanzado en septiembre pasado entre Estados Unidos y Rusia, lo que evitó una intervención militar estadounidense en Siria, tras un bombardeo con armas químicas en agosto en un suburbio de Damasco, del que Washington responsabilizó al régimen.

La jefa de la misión, Sigrid Kaag, expresó hoy en una conferencia de prensa en Damasco su esperanza de que se complete este proceso antes del 30 de junio, cuando debe finalizar la destrucción del armamento químico del régimen, según las declaraciones difundidas por la agencia oficial siria, Sana.

Kaag explicó que ese porcentaje de armamento químico que todavía no ha sido entregado se encuentra en "un lugar específico" de Siria, aunque no precisó dónde.

La responsable de la misión de la ONU y la OPAQ pidió a Damasco cumplir con sus compromisos de evacuar las armas cuando antes para evitar que caigan en "manos equivocadas", lo que tendría un impacto "muy negativo", y señaló que la cooperación con el régimen ha sido "muy constructiva", según Sana.

La misión de la ONU y la OPAQ no ha revelado hasta ahora el volumen del arsenal y su contenido exacto, aunque ha anunciado que ha eliminado cantidades de gas mostaza, isopropanol y otros materiales.

Las sustancias han salido del país árabe a través del puerto de Latakia, en la costa mediterránea, y desde allí son transportadas por dos buques, uno noruego y otro danés.

La destrucción de los materiales más tóxicos tiene lugar en el navío estadounidense MV Cape Ray a través de un proceso denominado hidrólisis, mientras que algunas sustancias serán incineradas en plantas químicas.

El presidente de la OPAQ, Ahmed Üzümcü, dijo recientemente que todavía quedan algunas verificaciones y que se completen los últimos envíos de material, y consideró que hasta mayo o junio no se podrá hablar de que el territorio sirio esté totalmente limpio del armamento químico del Gobierno.

En ese sentido, un portavoz de la misión de la ONU y la OPAQ dijo a Efe que el equipo internacional se quedará en Siria para efectuar las últimas comprobaciones y verificar la destrucción de todas las instalaciones de producción.

El portavoz destacó que el papel de las autoridades sirias ha sido muy importante, no solo para eliminar las sustancias químicas, sino también para facilitar la actuación del equipo de la ONU y la OPAQ.

Pese a estos avances, algunos países occidentales como Francia y EEUU han expresado sus dudas sobre las buenas intenciones del régimen de Bashar al Assad ante las denuncias de la oposición y activistas sobre supuestos ataques químicos.

El presidente de Francia, François Hollande, aseguró hace una semana tener "elementos", pero no pruebas, sobre el uso reciente de armas químicas por parte del régimen. 

Hollade afirmó que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, estaba muy preocupado por las alegaciones y cree que las denuncias deben ser estudiadas por la OPAQ.

A este respecto, el portavoz de la misión internacional en Siria confirmó a Efe que dicha investigación correspondería a esa organización y no al equipo conjunto con la ONU.

Washington ha dicho también tener "indicios" del uso militar de un químico tóxico industrial, "probablemente cloro", durante este mes de abril en la localidad siria de Kafr Zita (centro), controlada por fuerzas opositoras.

La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, subrayó que que EEUU "está investigando las alegaciones de que el Gobierno (de Siria) fue responsable".

El pasado 11 de abril, el Ejecutivo de Damasco y la oposición se acusaron mutuamente sobre un supuesto ataque con gas cloro en Kafr Zita, en la provincia de Hama. 

Los opositores señalaron también que hubo otro ataque en la población de Harasta, en las afueras de Damasco.

El régimen informó de que al menos dos personas murieron y más de un centenar resultaron heridas por el ataque en Kafr Zita, cuya autoría achacó al Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda.

Los vídeos colgados en internet por activistas muestran a menores y adultos en un hospital de campaña en esa localidad con problemas para respirar e incluso algunos echando espuma por la boca.

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