El smartphone chino que se adelantó un año al iPhone 8
Desarrollado por el llamado "Apple chino", Xiaomi Mi Mix cuenta con una amplia pantalla que ocupa el 91% del espacio frontal y reemplaza los sensores, auricular y altavoz con piezas de ultrasonido. Saldrá a la venta en noviembre.
Tras la presentación de los últimos iPhone 7 y iPhone 7 Plus, no pocos analistas vaticinaron que el verdadero cambio estético vendrá acompañado con la próxima generación de los terminales de Apple que en 2017 -suponemos será el iPhone 8-, se enmarcará dentro de los 10 años del lanzamiento del primer smartphone de la empresa, el mismo que cambió la manera en que nos comunicamos.
Y dentro de los cambios de diseño que se esperan, retome la senda innovadora que ha caracterizado a la compañía, perdida para muchos tras la muerte de Steve Jobs, se encuentra la posibilidad de encontrarnos con una pantalla completa y sin bordes en la parte frontal del aparato, algo que muchos fanáticos esperan y adelantan con conceptos de teléfonos futuristas subidos a YouTube.
Es en este contexto cuando nos encontramos a Xiaomi, el llamado "Apple chino". Para contextualizar la importancia de esta compañía y por qué se le compara con los creadores del iPhone, hay que destacar que hasta mayo de este año Xiaomi contaba con un 26% de las ventas, en el que se considera es el mercado más grande del mundo. Un reto complejo si consideramos que el que le sigue es Huawei con un 23%, contra un 8% de Apple y un 4% de Samsung, además de otras marcas locales menores.
Entonces, ¿qué ocurre cuando Xiaomi lanza un teléfono un año antes, y cuenta con todas las características que esperamos del próximo iPhone? Fue lo que ocurrió hoy en la conferencia de la empresa, que cerró con lo que en un comienzo se creyó se trataba de un prototipo futurista, pero que finalmente se anunció que vería la luz en noviembre: Xiaomi Mi Mix.
Y precisamente, la gran característica de Mi Mix tiene que ver con lo amplio de su pantalla de 6,4 pulgadas, casi sin bordes y que con una relación de 17:9 alcanza nada menos que un 91,3% del área frontal del smartphone (contra un 67,7% del iPhone 7 Plus), lo más alto fabricado por ninguna marca hasta ahora.
Entre sus características, el smartphone cuenta con procesador Snapdragon 821 a 2,35 GHz, 4 GB de RAM, sensor de huellas, cámara de 16 Mpx y 128 GB de almacenamiento. También existirá una versión con remates en oro de 18 quilates, 6 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento.
Sin embargo, la gran novedad, además de la pantalla y su diseño, tiene que ver con la tecnología utilizada para solucionar las limitantes físicas que implicano los sensores, cámara y demás funciones.
Así, en el área superior el auricular y altavoz se reemplazaron por una pieza que reproduce el sonido a través del chasis del dispositivo, y el sensor de proximidad infrarrojo fue sustituido por un sistema que utiliza ultrasonidos para detectar cuando contestamos una llamada, todo oculto bajo la pantalla que al mismo tiempo esconde una batería de 4.400 mAh. En cuanto a la cámara frontal, pasará al área inferior y será un 50% más pequeña que el promedio en los demás dispositivos.
Finalmente, este innovador aparato creado por el conocido diseñador industrial Philippe Patrick Starck incluye un cuerpo completamente cerámico que añade un sistema de fijación que unen la pantalla, el borde de 7,9 mm y la tapa trasera sin adhesivos como los smartphones actuales. Todo con un peso de 209 gramos.
En cuanto al precio, el modelo de 128 GB tendrá un costo de 516 dólares, mientras que el de 256 GB de almacenamiento costará 590 dólares. Ambos saldrán al mercado el 4 de noviembre.
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