Texto critica presidencialismo "exacerbado" y plantea sistema electoral "proporcional corregido"
Documento DC-RN hace duro análisis de "desafección con el sistema" y "conflictividad social que puede transformarse en crónica".
"El presidencialismo exacerbado se encuentra en proceso de agotamiento. El presidencialismo norteamericano que influyó en el nuestro está dotado de contrapesos. En Chile no existen esos contrapesos. La centralidad de ese poder presidencial, cuando se debilita, repercute en todo el sistema. Por eso se requiere descentralizar y democratizar más el poder".
Ese es uno de los párrafos iniciales del documento "Un nuevo régimen político para Chile", lanzado ayer por las directivas de la DC y RN, las que proponen pasar de un sistema presidencial a uno semipresidencial y plantean modificar el sistema electoral, pasando del actual binominal a uno "proporcional corregido".
El texto, de cinco carillas, comienza con un diagnóstico del actual escenario político. El capítulo, titulado "Nuestra realidad y su desafío", parte señalando que existe una "fácilmente constatable desafección y crítica ciudadana con el sistema, que puede continuar creciendo con una baja participación ciudadana y una conflictividad social que puede transformarse en crónica". "Dado el nuevo sistema de voto voluntario -agrega el documento- existe un riesgo de baja participación, si es que no hay modificaciones sustanciales que convoquen al electorado".
En esta línea, los dirigentes DC y RN plantean que el régimen chileno presidencial "se muestra como muy cerrado y percibido favorable a las dirigencias políticas".
En cuanto al sistema electoral, se señala que es necesario un modelo que "recogiendo la diversidad, sea capaz de responder a las necesidades de gobernabilidad".
Con esto se da el pie para la segunda parte del texto, que recoge "la magnitud de la tarea: la reforma política en Chile".
Así, se explica que es necesario un "nuevo régimen político de carácter semipresidencial", con la Presidencia de la República a cargo de la jefatura de Estado y un Primer Ministro a cargo de las labores de jefe de gobierno.
"Ello implica un presidente electo por voto universal, con atribuciones exclusivas en las relaciones internacionales, la defensa nacional (...) con funciones de moderación y arbitraje político, con facultad de disolver el Congreso una vez en su mandato, y un jefe de gobierno propuesto por el Presidente de la República quien deberá contar con la aprobación mayoritaria del Congreso Nacional".
Y en cuanto al cambio del sistema electoral, las mesas RN y DC proponen un modelo proporcional corregido, que "posibilite la generación de acuerdos para sustentar gobiernos mayoritarios, que evite la fragmentación excesiva y establezca la existencia de una oposición con derechos y obligaciones".
Este último punto fue uno de los más debatidos ayer en ambas coaliciones, pues abriría la puerta para que los actuales pactos partidarios se modificaran de manera coyuntural, en relación con el apoyo o rechazo que consiga el jefe de gobierno.
Además, se propone elección directa de presidente del gobierno regional, de consejeros regionales, crear gobiernos metropolitanos y la obligación de que los partidos "sean plenamente democráticos en su práctica interna".
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