Thom Yorke, Gorillaz y Pavement animan la nueva versión del festival Coachella

Pearl Jam intentaba zafar del boicot de Ticketmaster (que, básicamente, no le permitía tocar en ningún recinto legalmente habilitado de California) y escogió este insólito lugar, en el medio de uno de los desiertos más áridos de Estados Unidos, para presentarse ante 25 mil personas. Fue en noviembre de 1993 que esta locación apareció así, casi de manera fortuita, en el mapa de los festivales más importantes de ese país.

Coachella demoraría un poco más en despegar de modo oficial: recién en octubre de 1999 tuvo una primera versión con Beck, Tool y Rage Against the Machine, como nombres principales, pero a la fecha ya suma 10 ediciones con algunos de los grupos y solistas más importantes de la música actual. El festival de Coachella Valley Music and Arts, que es su nombre completo, celebra esta semana su undécima jornada con un cartel que asoma como uno de los más atractivos de la temporada de grandes eventos de este tipo en el país del norte.

Faith No More, Muse, Thom Yorke (cantante de Radiohead), Pavement, Gorillaz, Jay-Z, Julian Casablancas (vocalista de The Strokes) y LCD Soundsystem -entre 141 artistas de géneros que van del hip hop al metal- son algunos de los nombres que desfilarán en tres días (desde el mediodía y hasta las 23 horas) a partir de este viernes y hasta el domingo en los cinco escenarios dispuestos para la fiesta.

La experiencia previa habla de cerca de 50 mil personas que asisten por día y de reservas hoteleras copadas con meses de anticipación, para un evento que revoluciona los campos de polo de la ciudad de Indio, en el estado de California, cuya población bordea los 49 mil habitantes.

La versión 2010 tuvo que lamentar la "bajada" del legendario grupo The Who -que desistió por estar trabajando en un nuevo disco- y de Grace Jones, y ha estado teñida por una pequeña controversia derivada de la decisión de los organizadores de vender boletos unitarios por día, práctica que no había sido puesta en marcha antes. De todos modos, el cartel y la buena salida de tickets hacen prever que la undécima versión de Coachella seguirá legitimando a este evento como uno de los imperdibles en la cartelera anual de grandes festivales en el mundo.