Torre Grenfell, un tótem siniestro en el corazón del barrio más rico de Londres

La torre incendiada está en el distrito de Chelsea y Kensington, de grandes diferencias económicas. La prensa local habla de al menos 50 desaparecidos. "Acá nos conocemos todos", dice una mujer.
En el barrio más rico de Londres hay Ferraris, casitas de ensueño, flores en los balcones, fachadas coloridas, y, de repente, un gran edificio de viviendas sociales calcinado, la Grenfell Tower, habitado hasta el miércoles por jóvenes y gente sencilla.
Un día después de sufrir un incendio que dejó hasta ahora 17 muertos (y al menos 50 desaparecidos, según la prensa británica), el edificio de 24 pisos se asemejaba este jueves a un gran esqueleto alzándose hacia el cielo azul. A sus pies, tras el cordón de seguridad, se percibía la solidaridad de los londinenses, mientras el viento traía el olor a plástico quemado.
Venidos de los cuatro rincones de la ciudad, los londinenses trajeron cajas de ropa, comida y agua. Bajo el puente de la autovía A40, que pasa cerca del edificio, unos voluntarios pugnaban por ordenar los donativos, hasta el punto de que las autoridades hicieron un llamado a no llevar nada más.
"Se nota un gran espíritu de solidaridad, sobre todo de la gente del barrio", constató Sarah Archer, de 34 años, haciendo fila ante una tabla de ping pong azul, punto de encuentro improvisado de los voluntarios. Alrededor de ella los vecinos van y vienen, entre ellos muchas mujeres con velo acompañadas de niños.
"La gente se siente impotente, no sabe qué hacer y trae donativos", explicó Sonia, una mujer argelina que acababa de consolar a una amiga que busca a su familia, de la que nada sabe desde el incendio.
"Aquí nos conocemos todos. Es un barrio muy mezclado, con musulmanes y no musulmanes, muchas familias con niños", explica esta mujer que la noche del drama podía escuchar los llantos y gritos que salían del edificio.
La Torre Grenfell está en el distrito de Chelsea y Kensington, uno de los barrios más ricos del mundo, y en el que hay diferencias económicas notables. Basta caminar un poco para pasar de los autos y tiendas de lujo a zonas que no desentonarían en países pobres.
El miércoles, el ex primer ministro conservador David Cameron expresó su "horror" al ver a su barrio golpeado de esta manera. Y es que Cameron vive a unos minutos del edificio, en el próspero y bohemio Notting Hill, muy famoso por la película homónima con Julia Roberts y Hugh Grant, su carnaval y su mercado callejero de Portobello Road.
"Muy indignado"
En realidad, Notting Hill es otro mundo, comparado con los alrededores de la Torre Grenfell, rodeada de otros tres rascacielos de más de 20 plantas que, ahora más que nunca, no inspiran ninguna confianza a sus moradores.
"Hace 23 años que vivo en esta torre y nunca me sentí seguro", confió Soran Karimi, de 31 años. El tampoco olvidará jamás lo que vio y escuchó aquella noche. Hoy, "como mucha gente del barrio", está "muy indignado". "Las alarmas anti-incendio no funcionaban. Eso nunca hubiera ocurrido en Chelsea", el barrio afluente del mismo distrito. "Pero aquí vive la clase obrera, gente de diferentes orígenes, a la que no se presta atención", denunció.
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