Tres extranjeros al día, en promedio, han sido detenidos por ingreso clandestino a Chile en 2017
Hasta el 30 de noviembre, 1.126 personas habían sido arrestadas por entrar al país de manera irregular. El norte es la zona en que más se repite este fenómeno, que es vinculado a la demanda migratoria existente.
Los 7.801 kilómetros de frontera terrestre que posee Chile se han convertido en una dificultad a la hora de contener el cruce ilegal de extranjeros. De acuerdo a información solicitada vía Ley de Transparencia a la Policía de Investigaciones (PDI), entre el 1 de enero y el 30 de noviembre de 2017, 1.126 inmigrantes hicieron ingreso al país de forma clandestina. Es decir, en promedio, tres personas al día fueron detenidas por entrar a Chile por pasos no habilitados.
Se trata de un fenómeno que se ha mantenido estable durante los últimos cinco años. Del lustro 2012-2017, el año 2016 posee el mayor número de extranjeros detenidos (1.307), en tanto, 2015 presenta la cifra más baja (926) (ver infografía).
Según especifica el subjefe de la Jefatura Nacional de Extranjería de la PDI, Bernardino Cárdenas, estos números incluyen a personas que accedieron a Chile a través de sitios sin vigilancia permanente, así como individuos que lo hicieron al intentar burlar los controles migratorios establecidos.
Para el ex jefe del Departamento de Extranjería y Migración Rodrigo Sandoval, estas cifras han ido creciendo en la medida en que aumenta el interés por ingresar al país. "Existe una correspondencia entre la evolución de los flujos migratorios y la fluctuación de las denuncias por ingreso clandestino", indica.
Al solicitar a Carabineros, institución encargada de patrullar la frontera, las comunas del país en que más se registra esta situación, advierten que estos casos se producen mayoritariamente en tres zonas: Arica, en la frontera con Perú, además de Colchane y Pica, que limitan con Bolivia.
Según el prefecto Cárdenas, la geografía del norte chileno "hace que las personas tengan mayor facilidad de ingresar. No así al avanzar hacia el sur, donde la cordillera se convierte en una barrera natural".
Sin embargo, el policía civil advierte que en la mayoría de las ocasiones este fenómeno se desarrolla a través de bandas que cruzan a los extranjeros, similar a lo que ocurre en la frontera entre México y Estados Unidos, con los reconocidos "coyotes". Añade que estas agrupaciones persuaden a los inmigrantes con engaños y desinformación sobre los procedimientos de ingreso. "Cuando tratan de entrar, aparecen personas que les hacen una especie de 'cuento del tío', les dicen que tendrán problemas para ingresar y les crean temor. Y ahí aprovechan la ingenuidad y los van reclutando para hacerlos entrar de forma clandestina", asegura.
Al momento de ser detenidos, el futuro de estos individuos queda en manos de la autoridad administrativa, dado que será la intendencia correspondiente la que resolverá si se expulsa a esta persona o se pone en manos de la justicia. No obstante, datos entregados por el Ministerio Público visibilizan que el proceso judicial ocurre en un bajo porcentaje de los casos. Entre 2012 y 2015, 116 detenidos han llegado a ser imputados.
El caso dominicano
En el desglose por nacionalidad, los ciudadanos de República Dominicana aparecen a la cabeza del listado, con 2.356 detenciones en cinco años, cifra que representa el 34% de los casos. Es decir, uno de cada tres de estos delitos son cometidos por personas de la isla caribeña. Los siguen colombianos, con el 27%, y bolivianos, con el 22%.
Para Rodrigo Sandoval, que un país como República Dominicana lidere estas cifras es producto de la decisión gubernamental de imponer una visa consular, la cual, añade, "no fue acompañada de políticas accesorias que permitieran evitar que esta exigencia disminuyera los flujos migratorios". Y sentencia que este requisito "para lo único que ha servido es para precarizar la migración y aumentar el número de personas que lo hacen en forma clandestina".
Eduardo Thayer, académico y presidente del Consejo Consultivo de Migraciones, enfatiza que este tipo de instrumentos no impedirá la llegada de migrantes, en tanto advierte que sólo "generan irregularidad".
Añade que estas personas "no migran por motivos administrativos", sino que lo hacen por un tema socioeconómico. "Porque hay más trabajo y mejor calidad de vida que en su país de origen", señala.
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