Una reina: cómo Luli-love se transformó en Luli-lais

Nicole Moreno trabajó duro por dos años para no volver a las polémicas. Hoy es la soberana máxima del Festival.




Ni un rastro de la que era su frondosa cabellera  queda en Nicole Moreno (28). Luli ahora es peloláis y, además, quizás como consecuencia de ese renovado estatus, se convirtió en reina del Festival. Por otro lado, hay otro detalle fundamental: fue la candidata de Canal 13, estación que la apadrinó y la lanzó a la dinastía viñamarina sin ni siquiera integrarla a alguno de sus programas.

Camina por los pasillos del Hotel O’Higgins saludando a cuanta persona se le cruza, y agradeciendo a la prensa, la responsable de su corona. “Siento que fue un logro máximo. Cuando se estaba terminando 2015, sabía que el 2016 era mío. No sé por qué, pero sé que el universo está conmigo.  Juro que este es el momento que más esperé, lo esperé 10 años, y lo voy a aprovechar”, dice un par de horas después de ser proclamada soberana.

Se sienta unos minutos frente al computador para ver en los medios las fotos de la ceremonia que también encabezó la alcaldesa Virginia Reginato, y comenta que quería ponerse otro vestido, uno que resaltara más sus curvas. Sin embargo, respira y luego reflexiona que esta nueva imagen, más recatada y elegante, es la que la ha llevado hasta donde está ahora. Eso incluye el pelo completamente liso. “Mis rulos ya quedaron en el pasado, aunque les tenía mucho cariño. Ahora,  con el pelo liso, me siento cómoda y fresca”, relata. Hace memoria, y recuerda que lleva dos intensos años tratando de no caer en polémicas- a excepción del anterior reality de Mega Amor a prueba- y que constantemente busca reinventarse para que la prensa y la gente no se olviden de ella. Declara que “es un trabajo que me ha costado un montón. Nunca he tenido contratos más allá de dos o tres meses en televisión, y eso me obliga a reinventarme para que no me olviden. Lo bueno es que siento que ahora la prensa también me valora más”.

Todo este trabajo hace que Moreno se sienta mucho más segura de lo que proyecta, ya que confiesa estar en su mejor momento físico y mental, sobre todo luego de su viaje al sudeste asiático, en noviembre. Experiencias como esas le hacen entender que el reinado de Viña llegó en el momento preciso, no antes, no después. “Estoy en otra etapa de mi vida, estoy más grande, y estoy aprovechando mejor todo lo que me está pasando. Le he puesto harta disciplina a mi trabajo, he sido muy entregada, y estoy muy orgullosa de lo que he logrado”, asegura.

Desde que llegó a Viña, Luli ha dormido muy poco, no ha parado entre tanta actividad y programa, y además se esguinzó un pie jugando a la pelota en la playa con las otras candidatas, las argentinas Vanesa Borghi y Giselle Gómez. Pero nada la opaca. Sin adelantar mucho sobre lo que hará en el clásico “piscinazo” de hoy al mediodía, cuenta que no usará bikini y que la preparación comenzará en la madrugada.

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