Columna de Gonzalo Restini: “El Comité”

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“Si tu compañía es tan estúpida como para tener un Comité, más te vale estar adentro”.

Jay Van Aldel, fundador de Amway

Comité de Crecimiento habemus. Con foto, video, discurso y grupo de WhatsApp. No está mal darse cuenta que el crecimiento importa. Aunque sea como 15 años tarde. En el Programa de Gobierno “crecimiento económico” se menciona sólo 3 veces en 229 páginas. Quizá es parte del proceso de aprendizaje. Capaz les dio susto quedar colistas en el ranking de crecimiento en democracia. Quizá les dio pudor celebrar un Imacec de 0,3%.

La cita del fundador de Amway la leí en una revista de avión, de esas que ya no se imprimen. Nunca más se me olvidó porque lo comprobé en la práctica: los comités son bastante inútiles. Difíciles de sostener, guatean rápido. El día a día chupa. Nadie lee las minutas y todos calientan la materia un par de horas antes. No escuchan mientras el resto presenta. Por eso los comités duran poco y logran menos.

“No seas pesimista, este tema es serio”, dirán algunos. OK, no perdamos la fe. Si yo impulsara el Comité, para que tuviera alguna probabilidad de éxito, tendría una planificación muy clara. Sesión por sesión, para evitar el guateo natural. La agenda y los temas serían así. Entre comillas van frases del facilitador y los asistentes.

Sesión 1 " Nivelación/Refresh”: En el Comité, si incluimos al Presidente, sólo la mitad tendría formación económica (incluyendo dos doctorados). Es bueno entonces asegurar un entendimiento común del problema. Y si tienen nociones, un buen refresh no está nunca de más. Así, aunque sea latero, partiría por las definiciones: “La ecuación favorita de cualquier estudiante de macroeconomía, como me dijo una vez un profesor”. La definición de Producto: Y = C + I+ G + ( X - M). “Producto es, entonces, la suma de Consumo Privado + Inversión + Gasto de Gobierno + Exportaciones - Importaciones”. “Si se quiere hacer crecer la economía, es decir, que suba “Y”, hay que hacer crecer sus componentes”.

Sesión 2 “Crecimiento en Chile”: 1985-2014. Como casi de todas las crisis latinoamericanas, se salió con un boom de Exportaciones. “A finales de los 80, luego de una tremenda devaluación, explotan las exportaciones y caen las importaciones”: “Todas las respuestas están en la fórmula”. “Sube (X-M) y el país crece. Esto se repitió durante el boom de los commodities, del 2006 al 2013″.

“Otro elemento fue aún más importante y estructural. Duró más de 30 años: Un boom de Inversión, que hizo crecer la “I” al rango 25% - 27% del PIB. “Pero para poder invertir así hay que ahorrar. Fue justamente lo que ocurrió acá. Una acumulación nunca vista de ahorro interno, generado por los stocks de las AFP, que se reinvertían en bonos y acciones, que a su vez se transformaban en carreteras, supermercados y aeropuertos”. “Por otro lado, los empresarios, gracias a incentivos tributarios como el FUT, reinvertían las utilidades en sus empresas en Chile”. A estas alturas, a algunos nos les gustaría tanto la explicación. Una carraspera, mirada al celular o ida al baño los delataría. “La actividad hizo crecer el empleo y los sueldos. Parte de los ahorros también se invirtió en créditos de consumo, vivienda y autos. Todo esto impulsó el consumo (C)”.

Sesión 3 “Estancamiento”: 2014-Presente. “El boom de Inversión se pinchó en Bachelet 2, cuando se subieron los impuestos, bajando el atractivo de los proyectos. Se eliminaron los incentivos a la reinversión”. “Se amenazó a los super ricos, ricos y casi ricos, que reaccionaron sacando USD 35.000 millones y se fueron a vivir a Miami o Uruguay”. “Para terminar de liquidar la situación del ahorro, se autorizaron retiros de las AFP por USD 51.000 millones, que hicieron explotar el Consumo (C), generando un crecimiento insostenible e inflacionario”. “Con el correr del tiempo, aparecieron los permisólogos, los arqueólogos y los jueces activistas, que construyeron barreras infranqueables para los proyectos de inversión. “La inversión está hoy cerca de 20% del PIB”. “En resumen, ejemplo de texto de destrucción de una economía que parecía sana. Todo en sólo 10 años”.

Sesión 4 “Brainstorming”: “Una posibilidad es subir G, el Gasto de Gobierno”, propondrá alguien, adelantándose al resto. “El problema es que eso tiene un límite. Mire Argentina. El Estado no produce, sólo gasta. Los impuestos se sacan de los privados, afectando a la baja las otras letras de la ecuación. La comisión Marfán acaba de recomendar no seguir subiendo impuestos. La alternativa es endeudarse más, pero ya no queda espacio…”. “Y qué pasa con el I+D, para subir la I de la ecuación”, replicará otro de los integrantes. “Suena bonito, pero es lento y tiene problemas metodológicos. La mayor parte del gasto I+D no queda registrado como tal”. “Están el cobre verde, el hidrógeno y el litio”, dirá otro. “Gran oportunidad esa. Y muy bien que dejemos de demonizar al extractivismo ahhh! Claro, eso aumenta (X-M). Pero requiere capital y, por lo tanto, certezas de largo plazo. Y lo de Codelco está bien enredado. Pero es muy buena idea, igual que lo que mencionaron respecto al emprendimiento y la permisología”.

A esas alturas, parte del Comité concluirá que si quieren hacer subir “Y” hay pocas alternativas fáciles y no ha salido ninguna idea tan novedosa. Lo único distinto era justamente lo que a la mayor parte del Comité no le gustaba: dar golpes potentes de confianza, bajar impuestos y dejar de hostigar al capital. El brío inicial se habrá así diluido.

Sesión 5 “Estrategia”: Fines de Enero. “La reunión se aplaza por vacaciones. El Comité debe sesionar en pleno. Se reagenda para marzo”. Mediados de marzo: “Proponemos reagendar hasta nuevo aviso. Estamos concentrados en la crisis de las isapres, los SLEP y la decisión entre relanzar la eliminación del CAE o el Tren a Valparaíso”. Todos respirarán secretamente aliviados. Principios de diciembre: Se reactiva, después de meses, el grupo de WhatsApp: “Se confirma que el país crecerá al 1,7%, en línea con las expectativas”.