Columna de Yurii Diudin: Agresión rusa contra Ucrania: la dimensión humana
Por Yurii Diudin, embajador de Ucrania en Chile
La cruel y despiadada agresión militar de Rusia contra Ucrania que lleva ya más de dos años y medio no solo ha violado los principios básicos del derecho internacional y de la Carta de la ONU, trayendo mucho sufrimiento, muertes y destrucciones a Ucrania, sino también tiene otra arista humanitaria: el gran número de personas desplazadas y deportadas a raíz de las hostilidades, incluidos los niños.
Fue con el propósito de discutir esos temas que la semana pasada, los días 30 y 31 de octubre, se reunieron en la ciudad canadiense de Montreal ministros y altos representantes de más de 70 países para la Conferencia Ministerial sobre la Dimensión Humana de la Fórmula de Paz de Ucrania. La delegación chilena a esta Conferencia, copresidida por Canadá, Ucrania y Noruega, estuvo encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren.
La Conferencia fue un paso importante hacia la aplicación de la Fórmula de Paz del Presidente Volodymyr Zelensky, en particular su punto número cuarto sobre la liberación de todos los prisioneros de guerra y el retorno de personas deportadas.
Era muy importante la intervención del canciller chileno en la Conferencia, quien, tras destacar el sufrimiento padecido por el pueblo ucraniano, subrayó que desde el inicio de la invasión Chile ha llamado firmemente a Rusia a retirar sus fuerzas, a respetar la soberanía de Ucrania y los Convenios de Ginebra.
La cuestión de los secuestros y deportaciones de niños ucranianos es especialmente alarmante. Sólo según datos oficiales, desde el inicio de la invasión a gran escala, cerca de 20 mil niños, en su mayoría huérfanos o a los que no se sabe el paradero de los padres, fueron deportados desde las regiones temporalmente ocupadas por las fuerzas de Moscú a varias regiones de Rusia donde fueron entregados para la adopción. El régimen de Vladimir Putin no sólo los detiene ilegalmente, sino que les priva de una infancia normal, tratando de cambiar la identidad y hacer olvidar su procedencia ucraniana, lo que constituye un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad.
En junio pasado, Chile se sumó formalmente a la Coalición Internacional para el Retorno de los Niños Ucranianos que agrupa a varias decenas de países bajo la copresidencia de Ucrania y Canadá. La coalición tiene por objetivo identificar a cada uno de los niños secuestrados y asegurar, con la ayuda de socios y mediadores internacionales, su retorno a Ucrania y posterior rehabilitación, reunificación con parientes y la reinserción en la sociedad.
En este sentido, el canciller Van Klaveren enfatizó que la participación de Chile en dicha coalición está guiada por el firme compromiso de proteger a los niños, quienes sufren profundamente los horrores de la guerra, subrayando la urgente necesidad de una acción internacional que defienda los derechos fundamentales de los niños consagrados en respectivos documentos internacionales.
La Conferencia de Montreal concluyó con la aprobación de un comunicado final conjunto, en el cual los participantes se comprometieron a reforzar la cooperación para buscar la solución de cuestiones humanitarias, en particular la búsqueda de países-mediadores para las negociaciones con Rusia respecto del retorno de militares, civiles y niños ucranianos a casa. Además, con ayuda de mediadores serán creados los mecanismos para la prestación de servicios consulares a ucranianos que se encuentran en Rusia, ya que las relaciones diplomáticas y consulares entre los dos países fueron cortadas al inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
Después de la Conferencia de Montreal que concluyó el ciclo de reuniones temáticas sobre todos los puntos de la Fórmula Ucraniana de Paz, actualmente Ucrania está elaborando un documento que englobe la visión de la comunidad internacional sobre todos los temas. A este documento en la etapa posterior pueden ser agregados elementos de iniciativas de otros países, que contemplen la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, encaminadas a restablecer una paz justa, estable y duradera para nuestro país. De esta manera pretendemos que el documento final tenga el apoyo más amplio de la comunidad global y pueda ser presentada a Rusia como base para futuras negociaciones antes de la Segunda Cumbre de Paz.
Valoramos mucho el invariable apoyo del Gobierno de Chile a la independencia y soberanía de Ucrania y su compromiso en hacer el aporte necesario para la solución de los aspectos humanitarios de este conflicto militar que afecta en gran medida a la población civil.