Daños marginales
SEÑOR DIRECTOR:
Hace unos días, refiriéndose a los daños que sufrieron decenas de locatarios en el marco del 18 de octubre, el diputado Gonzalo Winter señaló que, si bien fue “terrible, (…) lo peor del estallido fue marginal”. Su idea es que, ante su “magnitud”, cabe anteponer la importancia de las demandas ciudadanas y la percepción de injusticia, frente a lo cual los actos delictivos son “marginales”. Finalmente, aclaró que, como Frente Amplio, validan esa magnitud, “más no la violencia”.
La frase del diputado admite dos críticas importantes. La primera es que condiciona el impacto de la destrucción a la valoración que él unilateralmente hace de las motivaciones que llevaron a la gente a manifestarse. No niega tales daños, pero los entiende como algo accesorio, secundario a la luz de lo que considera sí es importante a la hora de rememorar aquellos días, como si el nihilismo destructivo que causó la devastación de barrios completos quedara justificadamente eclipsado por la presunta justicia de las manifestaciones que le servían de pretexto.
Por otra parte, y a cinco años de los hechos, no deja de ser reprochable que quienes validaron y legitimaron la violencia no hayan sido capaces de hacer públicamente una autocrítica de su posición (y a explicar por qué o qué hizo que cambiaran de opinión al respecto). Hoy reniegan de ella, pero se desentienden del impacto y del grave perjuicio que su posición acarreó para nuestra convivencia.
Pedro Villarino F.
Faro UDD
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