El urgente desafío de mejorar la asistencia escolar
Pese a los avances, debe ser motivo de especial preocupación que la inasistencia aún se ubique por debajo del período previo a la convulsión social de 2019, en especial en el nivel de educación preescolar.
Tras la publicación de las bases de datos por parte del Ministerio de Educación, ha sido posible analizar los niveles de asistencia escolar durante el primer semestre del presente año. En principio, estos muestran una recuperación valiosa, aunque aún modesta, siguiendo con la tendencia observada durante el año previo. En cuanto a la asistencia promedio, esta se ubicó en 87,6%, un punto y medio por sobre el año anterior, pero 3,2 puntos por debajo del primer semestre de 2018. Así también se observa una caída en la inasistencia grave, esto es, en el porcentaje de estudiantes que faltaron más del 15% del tiempo de clases durante el semestre. Estos superaron los 837 mil, 160 mil menos que el año anterior, pero un 60% más que en 2018.
La sensación que dejan estas cifras es que los avances registrados son aún insuficientes. Por un lado, porque siguen ubicando al país por debajo del período prepandemia y preconvulsión social de 2019, en especial en el nivel de educación preescolar. Y, por el otro, porque al examinar la serie en el tiempo, no se verifica un salto abrupto que pueda atribuirse a alguna política pública que esté impactando, sino más bien lo que se ve es una evolución gradual, en la que podría definirse como una recuperación vegetativa. Si consideramos el enorme problema social que implica la inasistencia y la deserción escolar, no podemos conformarnos con estos avances, de modo que urgen mayores esfuerzos. El daño que se está produciendo en esos menores que no logran continuidad en su asistencia, no solo debido a lo más evidente -menores aprendizajes y falta de sociabilización-, sino por la amenaza de ser cooptados por la delincuencia o el consumo de drogas, debiera motivar a llevar adelante medidas mucho más drásticas que permitan revertir cuanto antes las cifras.
En esa línea, se echa de menos información respecto al plan de recuperación llevado a cabo por el Ministerio de Educación, que tiene precisamente dentro de sus ejes la recuperación de la asistencia y la desvinculación escolar. ¿Existen evaluaciones de cómo este está impactando en la asistencia? De haberlas, sería importante que se dieran a conocer y, de este modo, quedaran al escrutinio público y permitieran motivar y orientar medidas más efectivas. Así también, como una forma de hacer seguimiento a este tema, sería valioso que la publicación de las estadísticas oficiales de asistencia no tuviese tanto rezago. Por ejemplo, las cifras de junio recién se publicaron a finales de agosto, dos meses que no parecen tener justificación.
En suma, la asistencia reporta avances, lo que es positivo, pero estos aún son insuficientes. Urge dar mayor énfasis a esta materia; de lo contrario, los daños futuros serán invaluables. La priorización por parte del gobierno de iniciativas como la reformulación y condonación del CAE no pueden llevar a perder de vista estas otras urgencias que tienen un alcance mucho más relevante para el país.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.