Gira presidencial a la India

Es valioso que el gobierno se empeñe en profundizar los vínculos comerciales con la India, dejando atrás las reticencias ideológicas con este tipo de acuerdos, un predicamento que hizo perder valioso tiempo y oportunidades.
Un hito de alta trascendencia constituye la visita de Estado que esta semana ha iniciado el Presidente de la República a la India, quien está acompañado por una nutrida delegación de representantes del mundo empresarial, parlamentario, innovación, cultura y agroindustria, además de varios ministros de Estado, lo que da cuenta de las altas expectativas que se han cifrado en esta gira. En particular, uno de los aspectos en que se espera colocar especial énfasis será lo relativo a la ampliación de las oportunidades comerciales, algo que para nuestro país resulta fundamental, considerando que la India es el país más poblado del mundo y la quinta economía a nivel mundial.
Los acuerdos comerciales con la India se remontan a 2007, cuando entró en vigor el Acuerdo de Alcance Parcial. Dicho acuerdo fue objeto de una ampliación en 2016, y aunque el intercambio comercial ha venido al alza, sigue siendo menor en relación con los volúmenes que el país comercia con la Unión Europea, Estados Unidos o China. Profundizar los vínculos comerciales con la India resulta entonces una tarea prioritaria, donde sin perjuicio de los acuerdos complementarios que se han venido firmando desde entonces -como por ejemplo el de doble tributación, o el relativo a productos farmacéuticos-, el objetivo de apuntar a un Acuerdo de Asociación Económica resulta central.
De conseguirlo, Chile seguiría profundizando su estrategia de sellar acuerdos con los principales bloques económicos del mundo. Contar con una base más amplia de acuerdos comerciales resulta indispensable en el contexto actual, donde las guerras comerciales han vuelto a resurgir -particularmente por la escalada arancelaria que ha emprendido el gobierno del Presidente Donald Trump-, abriendo enormes espacios de incertidumbre para la economía global.
Se espera que en la gira que ha emprendido el Presidente Gabriel Boric se pueda seguir avanzando en el camino de profundizar los vínculos comerciales con la India, y en tal sentido es valorable que esta administración haya hecho suyo este objetivo. Tal propósito, que ahora aparece como algo incuestionable, no era el predicamento con que debutó el actual gobierno, el cual había prometido en campaña la revisión de los acuerdos comerciales ya suscritos, con el fin de corregir supuestas distorsiones, lo que claramente implicaba un giro radical respecto del camino que hasta ese momento había seguido el país, que era apostar por la mayor cantidad de acuerdos comerciales posible. Estas reticencias fueron evidentes en lo relativo al TPP11, cuya aprobación fue excesivamente dilatada precisamente por los prejuicios ideológicos que permean en sectores de la coalición gobernante, y que en el marco de la actual incertidumbre global es posible apreciar la importancia de contar con este instrumento comercial.
El pragmatismo que ahora muestra el gobierno con respecto a los acuerdos comerciales es bienvenido, pero ello no debe llevar a perder de vista que las reticencias ideológicas han hecho perder valioso tiempo y oportunidades, pues la búsqueda de acuerdos más profundos con la India ya venía abordándose desde el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, perdiendo el impulso cuando asumió la actual administración.
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