Matamala y el liberalismo
SEÑOR DIRECTOR
Daniel Matamala, en su última columna, se refiere a un intercambio que tuve con Mario Vargas Llosa, poniendo al Nobel como canon de cómo debieran pensar los liberales.
Pues bien, en la misma conversación Vargas Llosa sostuvo que a Maduro había que sacarlo con un golpe de Estado, justificando así un régimen dictatorial breve en Venezuela. Los liberales, entonces, pueden apoyar, según Matamala, golpes de Estado. Vargas Llosa diría tiempo después también que el caso chileno fue “único en las dictaduras latinoamericanas al dejar en manos de economistas liberales la vida económica del país...los Chicago boys cambiaron la realidad de Chile llevándolo a la prosperidad”. Un liberal entonces, según Matamala, debe reconocer el legado superior para el bienestar de la población creado por los Chicago Boys bajo el régimen militar chileno. El mismo Vargas Llosa escribió sobre Singapur que este país era “una maravilla que he visto con mis propios ojos, pues no hay miseria, ni hacinamiento ni chabolas” añadiendo que “el sistema que creó Lee Kuan Yew” para alcanzar ese “extraordinario logro” era “autoritario, aunque conservara la apariencia de una democracia”. Un liberal, según Matamala entonces, puede admirar los logros económicos y sociales de un régimen autoritario.
Más allá de las obvias contradicciones de Vargas Llosa, es evidente que nadie puede justificar jamás crímenes bajo ningún contexto político y he sido siempre categórico en condenar lo ocurrido en Chile en el pasado y en defender la democracia liberal. Pero una conversación analítica más sofisticada debe ser posible en nuestro país. Matamala podría contribuir a ella si superara sus sesgos ideológicos y dejara el activismo. Ello le ayudaría además a no caer en contradicciones básicas y de paso podría aprender, como socialista, algo sobre lo que es realmente el liberalismo.
Axel Kaiser
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