Una agenda marcada con tinta roja
Fuegos artificiales, balaceras, encerronas, femicidios, sangre... Como ocurrió esta semana cada cierto tiempo, la seguridad ciudadana se toma la agenda y acapara los debates. Es de las pocas constantes que quedan en un escenario político cada vez más cambiante.
Tinta roja es una antigua novela de Alberto Fuguet que narra una serie de hechos de sangre reporteados por Alfonso, un joven periodista en práctica, y que van configurando cinematográficamente una ciudad desesperada y violenta.
Los hechos policiales ocurridos esta última semana del año, como las trágicas balaceras en el corazón de Maipú, los fuegos artificiales, las “encerronas” en el barrio alto de la capital a figuras como el exfutbolista Sebastián González y la ex Miss Universo Cecilia Bolocco y la balacera en Vitacura que dejó un guardia de seguridad ciudadana herido, podrían ser parte de este libro en un Santiago mucho más peligroso, que el de 1996, cuando se lanzó el libro.
Mientras eso pasaba en Vitacura, en San Bernardo se vivía otra tragedia. Un hombre de 29 años que trataba de defender su casa de un asalto fue asesinado por cuatro desconocidos.
Ayer, en menos de 24 horas, tres hechos tuvieron en común el uso de estos armamentos: una “bala loca” que terminó con la vida de una adolescente en La Pintana, una disputa entre comerciantes ambulantes en el Barrio Meiggs, y dos niños de ocho años heridos a bala en su propia casa.
Cada cierto tiempo, la seguridad ciudadana se toma la agenda y acapara los debates. Es de las pocas constantes que quedan en un escenario político cada vez más cambiante.
Otra cosa que no cambia es que el oficialismo y la oposición se echan la culpa por la delicuencia.
El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, hizo ayer una dura crítica a quienes “condenan el uso de armas de fuego, pero por otro lado propone indultarlos”.
“Se requiere que el ministro del Interior (Rodrigo Delgado) tenga una participación muy activa en el avance del narcotráfico que estamos viviendo en estos días en nuestro país”, respondió la presidenta del Senado, Adriana Muñoz.
El combate contra la delincuencia fue una de las promesas centrales de las dos campañas presidenciales de Piñera, es un factor que une a una centroderecha que, en el último año, ha aparecido muy dispersa, y además le permite atraer a algunas figuras de la exConcertación, como el senador Felipe Harboe.
Por eso, no es de extrañar que vuelvan los proyectos de ley, las críticas cruzadas y las propuestas. Como cada cierto tiempo, la tinta de la política vuelve a ser roja.
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