Vinos: tres opciones naturales
Paula 1215. Sábado 17 de diciembre de 2016.
Cristóbal Zarhi, sommelier de Vinomio (Antonia López de Bello 90), recomienda:
1. Tipaume, Viña Tipaume: del Alto Cachapoal, es un vino orgánico y biodinámico con certificación Demeter –que acredita oficialmente la producción biodinámica, sin químicos y basada en un calendario astronómico que rige las épocas de siembra–. Está compuesto por carménère (60%) y cabernet sauvignon (30%), además de otras cepas que aportan la máxima expresividad y equilibrio que las parras sin irrigación ni uso de agroquímicos puedan entregar, resultando en un vino concentrado y a la vez sutil. Ideal para acompañar un chivito del monte al palo ($16.000).
2. País en tinaja, Viña González Bastías: esta viña maulina es la heredera de una larga tradición vitícola campesina, que busca rescatar tanto las cepas como los métodos de vinificación que ancestralmente se han utilizado en la zona. Este vino es natural, hecho en zaranda manual, 100% uva país de parras antiguas (alrededor de 200 años) fermentado y vinificado a la antigua usanza, en tinajas de arcilla. Es un vino de carácter, ligero pero intenso en aromas, donde sobresalen los frutos rojos como frutillas y cerezas, junto con las notas terrosas que aporta la tinaja de barro y el sutil amargor final característico de la país. Beber a temperatura (16 °C), ideal con un arrollado huaso ($12.500).
3. Casas de Bucalemu, Gewürztraminer: vino natural, sin aditivos ni preservantes, del valle de Santo Domingo. De aroma floral y afrutado, presenta notas de damascos, nísperos y litchi que resaltan su ligero dulzor, que contrasta muy bien con una fresca acidez. Servido bien frío (11 °C), resulta ideal para quesos maduros, aunque bien podría maridar un plato de pernil con chucrut y puré de manzanas ($ 9.900).
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