Catalina Infante: Después de la embarrada
A tres meses del desborde del río Mapocho que arrasó con Catalonia, la librería que fundó su mamá en el Drugstore, la escritora Catalina Infante da la pelea. Es la cara visible de las denuncias sobre el tema en redes sociales, encabeza la demanda contra el Estado y las empresas Sacyr y Costanera Norte y con los 6.134 libros que destrozó el agua organizó una exposición.
Paula 1206. Sábado 13 de agosto de 2016.
La mitad de los libros de la librería Catalonia flotaban en el barro pestilente a un metro de altura, completamente destartalados, cuando Catalina Infante (32) fue a ver cómo había quedado su tienda tras las inundaciones de Providencia por el desborde del río Mapocho el 17 de abril. El primer libro que divisó era uno de su propia autoría: La Tierra del Cielo, sobre mitología de pueblos originarios.
El panorama era desolador en el local de Las Urbinas, el mismo donde hace 20 años su mamá, la historiadora Drina Beovic, fundó la librería Catalonia, que tiene el mismo nombre que la editorial de su papá, el editor Arturo Infante. En esa librería Catalina y su hermana Laura pasaron las tardes de su infancia; iban después del colegio y ayudaban cada Navidad a envolver libros con papel de regalo. Fue ahí donde se forjó su amor por los libros, amor que la llevó a estudiar literatura y luego periodismo, que la impulsó a escribir sus seis libros y a ser la actual editora de humor y novela gráfica de la editorial Catalonia y a dirigir, desde hace cuatro años, y junto a su hermana Laura esa librería que heredó.
¿Qué sentiste cuando viste todo inundado?
Quedé impactada, no dimensioné lo que realmente significaba. Pero, a medida que pasan los días, le voy tomando el peso. Ese lugar tiene que ver con mi infancia, mi historia familiar, mi relación con los libros; tengo un apego muy grande a los libros como objeto. Además, para cualquier persona que tiene un local, es como una segunda casa; te preocupas, lo arreglas. Hay una energía entregada a ese espacio, entonces cuando pasa esto produce no solo pena, sino un estrés enorme porque es tu fuente laboral. Todo esto ha sido el motor que hace que no demos el brazo a torcer. Lo que buscamos, más allá del tema de la plata (las pérdidas se estiman en 90 millones), tiene que ver con la dignidad.
¿Cómo ha sido volverte una de las voceras de la pelea que están dando los afectados por las inundaciones?
Con mi hermana nunca lo imaginamos ni lo buscamos. Nosotras nos dedicamos a una cuestión muy piola, nunca salimos en la tele ni nada, entonces no es una situación que nos acomode. Pero a esto nos llevaron las circunstancias; si hay que hacerla, hay que hacerla.
Ustedes pusieron una demanda contra quien resulte responsable…
Costanera y Sacyr nos cerraron la puerta. No se han hecho responsables y están teniendo estas prácticas abusivas de confidencialidad. Ya no tenemos diálogo con ellos, yo creo que por esto mismo de que no nos hemos cansado de evidenciar que ellos no nos han pagado. Vamos a seguir con la demanda y nos vamos a ir a juicio. De parte del MOP, no se ha acercado nadie hasta ahora. Esto es la destrucción de la cultura por parte de la empresa privada y el Estado no dice nada, ese silencio para nosotros es humillante.
Le entregaron los 6 mil libros embarrados a 52 artistas, entre ellos Hugo Marín y Bororo, para que hicieran arte con ellos. En ese sentido, ¿esta exposición es una respuesta política?
Totalmente. Nosotras decidimos protestar con lo que hacemos, que es la cultura. Fue una manera de decir: "hagamos algo bonito y potente con esto". Nos animó la reacción de la gente y de los artistas, que al tiro se subieron al carro sin pedir nada a cambio. Para organizar esta exposición nadie ha puesto un peso y va a ser de muy buen nivel. Todo eso es trabajo de gente que lo está haciendo solo por amor y porque conectaron con la causa.
Del barro al arte
La exposición 6.134, del barro al arte estará abierta del 17 al 21 de agosto en la Fundación Cultural de Providencia, Nueva Providencia 1995.
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