El comienzo del pavor

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La escritora estadounidense Joan Didion publicó Según venga el juego, su segunda novela, en 1970, hoy considerada clásica. El personaje de una actriz treintañera de Hollywood anuncia el dolor ante el vacío y la soledad de una sociedad frívola y sin compasión.




Paula 1224. Sábado 22 de abril de 2017. Especial Madres.

Joan Didion (1934) es una de las escritoras más premiadas y admiradas de Estados Unidos. Cuando escribió esta novela, a los 36 años, trabajaba como periodista y guionista, y su fama estaba despuntando. Luego vendrían solo tres novelas más, y al menos una docena de libros autobiográficos y de ensayo, como los estremecedores El año del pensamiento mágico y Noches azules, en los que cuenta los dolorosos procesos de enfermedad de su pareja y de su hija.

Según venga el juego (Random House) rápidamente se volvió película –hoy olvidada, con un jovencísimo Anthony Perkins– y se tradujo al español, en Buenos Aires. Hoy vuelve convertida en un clásico sobre la pérdida y el papel pasivo, doloroso, de una mujer joven envuelta en la liviandad de las producciones cinematográficas, la vida social sin vínculos reales y las relaciones amorosas frágiles, violentas e intercambiables.

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Joan Didion

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Mientras su existencia se cae a pedazos, María maneja por las carreteras entre Los Angeles y Las Vegas. No quiere pensar ni recordar. Tiene a su hija de 4 años interna en una institución que la cuida debido a una incapacidad mental –que nunca se define bien–; su marido, director de cine, no deja de filmar en parajes lejanos; su amante sigue con su esposa, y sus amigos jamás la acompañan sin buscar algo a cambio. Cuando se entera de que está embarazada, sin decidir de verdad cae en el aborto, en barbitúricos y noches de fiestas alcoholizadas sin recuerdos.

La maestría de Didion consiste en dejar ver lo poco que María sabe de sí misma y de los demás, junto a lo mucho que intuye sobre su tremenda soledad y el despeñadero que le espera al buscar alguien que la acompañe y la comprenda. Es una mujer borrada de su amor, de su maternidad, de su capacidad de ser. Casi medio siglo después, cuando los derechos femeninos parecen más protegidos y la mujer ha conseguido poder sobre sí misma, la soledad de María sigue ahí, como el lamento atroz de un cuerpo perdido, desprovisto para siempre de su posibilidad de sentir y de amar libremente.

*En librerías desde mayo.

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