Con qué nos endulzamos
Existen infinitas teorías respecto al consumo de edulcorantes alternativos a la sacarosa, conocida como azúcar de mesa. Tanto así, que los doctores estadounidenses Steven Masley y Jonny Bowden aseguran en su libro Grasas inteligentes que sus efectos son uno de los temas más debatidos entre nutricionistas y expertos de la salud y que, sea cual sea la postura, es posible encontrar algún estudio que la respalde. Hablamos con la presidenta del Colegio de Nutricionistas, Cecilia Sepúlveda, y la bioquímica con magíster en Nutrición Andrea Chicurel para saber cuáles son sus impresiones respecto a este tipo de productos.
Aspartame
Es 200 veces más dulce que la sacarosa y suele encontrarse en los productos categorizados como dietéticos y en formato tabletas para líquidos. Pese a ser uno de los más politizados, ambas expertas aseguran que su consumo, en las dosis adecuadas, no hace daño. "Los estudios que dicen que produce cáncer son falsos, ya que esto lo miden a través de sobredosis de ratones de laboratorio. Si lo máximo que se puede consumir son 40 miligramos, por ejemplo, a estos les dan 4 mil. Por supuesto que eso va a generar una reacción negativa", dice Cecilia Sepúlveda. Sin embargo, no es saludable ingerir más de lo recomendado porque se metaboliza como metanol, compuesto químico de alcohol. Además, una de sus moléculas es capaz de atravesar la barrera de la placenta y llegar al feto. Esto solo debe preocupar a papás que sufren de fenilcetonuria, trastorno genético en el cual el organismo no puede procesar parte de una proteína, la que se acumula generando tóxicos. Si el feto hereda ese gen puede provocarle malformaciones o retraso en su desarrollo. Consumo: una o dos tabletas por taza.
Sucralosa
Es un químico sintético elaborado a partir del azúcar, pero 600 veces más dulce que esta. Al contener un dulzor tan potente debe camuflarse en glucosa cuando se encuentra en polvo. "El 99% del contenido de las bolsitas con sucralosa es maltodextrina, por lo que pueden elevar la insulina si es que no se utiliza de manera adecuada; sin embargo, un diabético sí puede consumirla, ya que la cantidad es la misma que la de un quinto de una cucharadita de azúcar", explica Andrea Chicurel. La sucralosa en formato líquido, en cambio, no genera ese efecto porque no es absorbida por el organismo. Consumo: un sobre, 2 tabletas o 5-10 gotas por taza.
Estevia
Esta es una hierba que se puede secar y utilizar para endulzar; sin embargo, la industria suele venderla combinada con otros componentes, sobre todo con sucralosa o sacarina. Al ser así, no es una alternativa natural, como se piensa, pero tampoco está comprobado que genere daños en los humanos. Sus desventajas son que no es buena para hornear y su sabor es más amargo que el resto. No obstante, cuando se consume desde la hoja, Cecilia asegura que hay que tener cuidado. "Algunas personas se preparan agüitas de esta hierba, pero se comprobó que puede tener efectos anticonceptivos, lo que podría provocar problemas de infertilidad", dice. Consumo: un sobre, 2 tabletas o 5-10 gotas por taza.
Tagatosa
Esta alternativa se popularizó debido a que su dulzor no se altera con el calor, lo que la convierte en una excelente opción para la repostería, incluso para hacer caramelo. Pese a que proviene de la proteína de la leche, en su proceso de elaboración se elimina todo índice de lactosa, gluten o fructosa. Es 90% más dulce que la sacarosa y suele venderse mezclada con estevia o sucralosa para resaltar su sabor. La única advertencia que se conoce hasta ahora es que si se consumen más de 30 gramos diarios puede provocar diarrea o flatulencia, ya que uno de sus componentes se fermenta en el colon. Consumo: la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aún no recomienda una dosis exacta.
Azúcar
Aunque no se trate de un endulzante no calórico, las personas que no confían en estos optan por el azúcar rubia porque creen que es más saludable que la blanca. Esto es un error. Ambas contienen los mismos componentes, por lo que su metabolismo y efecto en el cuerpo son iguales. La única diferencia es que para blanquearla se usan químicos que podrían provocar acidez en algunas personas. Consumo: 25 gramos, es decir, una cucharada sopera.
142,7 gramos diarios es el consumo de azúcar per cápita de los chilenos, lo que ubica al país como el más dulcero entre 54 naciones.
49,5% opta por consumir opciones alternativas al azúcar para endulzar bebidas y postres.
"Chile más saludable", Daily Foods, 2019.
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