Criando a mujeres
Cuando Luz María Díaz de Valdés (40) quedó embarazada por primera vez, hace 13 años, no se le pasó por la mente el matriarcado que iba a terminar formando. En la casa de sus papás, lugar en el que creció, la cantidad de hombres y mujeres era exactamente la misma: papá, mamá, hermano y hermana. Sin embargo, años después, cuando decidió armar su propia familia, la ecuación cambió por papá, mamá, hija, hija e hija. Tres mujeres llegaron a formar parte de su vida. Y aunque asegura que ahora no cambiaría eso por nada del mundo, reconoce que en algún minuto sintió miedo. O, más que eso, se dio cuenta de la enorme responsabilidad que tenía. Quería criar a niñas libres, sin miedos y que se sintieran igual de poderosas que un hombre.
Su primera hija nació en Estados Unidos, mientras ella junto a su marido perfeccionaban sus estudios. "La decisión de ser papás la tomamos superconscientes, pero no planificamos tanto la fecha y nos llegó un poco de sorpresa. Estábamos partiendo la universidad y yo no quería quedarme en la casa dedicándome solo a la crianza. Sentía que era desaprovechar la oportunidad de estar allá. Además había crecido con la imagen de una mamá que también trabajaba y estaba -y lo sigo estando- convencida de que podía hacer las dos cosas sin ser una mamá ausente", cuenta. Así lo hizo. "Con mi marido nos organizamos para dividir nuestras responsabilidades. Cuando yo tenía clases, él se preocupaba de la Juana, y lo mismo al revés. Esta experiencia nos sirvió para entender qué tipo de familia queríamos ser y para crear una dinámica que a ambos nos acomodara".
A pesar de haber logrado este objetivo en su casa, Luz María reconoce que, a diferencia de los hombres, ella debe cargar con el hecho de ser más cuestionada por sus hijas por no estar todo el tiempo. Para trabajar en eso les explica que, además de la profunda felicidad que ellas le bridan, ejercer lo que le apasiona también la ayuda a sentirse realizada. "Me interesa que sepan que la mamá puede hacer las dos cosas y que si quieren lo mismo en el futuro también pueden tenerlo. No quiero que sientan que la maternidad o ser mujer es una limitante. Por eso trato de explicarles que, al igual que el papá, yo también quiero trabajar. Creo que es importante transmitirles que no se puede construir una sociedad feminista si no hay una equiparación de roles, y que para eso los hombres deben involucrarse y tomar ciertas pegas que nosotras, históricamente, hacíamos solas".
"Crecer sin límites y miedos" es una frase que Luz María repite, pero que sabe que no es fácil. ¿Cómo educar sin la amenaza de que las mujeres estamos en constante peligro? "Creemos que el miedo no puede ser el discurso que mande, así que lo que hacemos es hablarles de círculos de protección. Les explico que yo no puedo estar todo el tiempo encima de ellas porque las voy a terminar ahogando, pero que si algo pasa, este círculo se va a activar al igual que como los animales defienden su manada. No me gusta tener que hablar de estos temas, pero el mundo sigue siendo peligroso para nosotras, y aunque me encantaría tener a niñitas libres, tengo que hacerlas conscientes de esta situación", dice. Pero reconoce que hay cosas que no son fáciles de explicar. "El otro día la Juana, mi hija mayor, me comentó que no debería haber ningún problema si sale a la calle con shorts y peto; sin embargo, traté de explicarle que podría ser peligroso si es que se hace de noche o si está sola. Ella es de otra generación y me contestó que eso era lo que estaba mal, porque por culpa de ellos las mujeres teníamos que cambiar nuestra manera de vestir. Y tiene razón. Pero ahí surge el dilema: cómo educar a nuevas mujeres si la sociedad no cambia".
Situaciones como esas, en las que Luz María no sabe qué responder, suelen ocurrirle varias veces. Y es que asegura que el crecimiento, al final, ha sido también para ella. "Las nuevas generaciones son mucho más conscientes de cosas que nosotras dábamos por hecho. Yo aprendo todos los días algo nuevo gracias a mis hijas. Reconozco que también, por costumbre y edad, tengo cosas típicas de una cultura machista y que cuando las digo, sus respuestas me dejan para adentro". Un buen ejemplo de esto es cuando les pide a sus hijas que se sienten como señoritas y ellas la miran y le preguntan: ¿Cómo debería sentarse una señorita, mamá? "Han sido mis grandes mentoras. Y creo que es bonito hacer el proceso interno de explicarles el porqué llegué a decir esa frase y lo afortunadas que son de poder cuestionarse esas cosas. A mí ser su mamá me ha dado la posibilidad de ponerme los anteojos del feminismo y replantearme aquellas situaciones desde esa mirada".
A Luz María le hubiese gustado tener la fuerza que caracteriza a sus hijas. Cuando ella era chica, pese a que su mamá trabajaba, la dinámica familiar era más machista, y eso la hizo crecer pensando que si las mujeres expresaban su opinión eran tildadas de densas. "Evito el conflicto y ellas no entienden mucho el porqué. Si vamos de invitadas a comer a la casa de alguien y solo se levantan las mujeres a retirar los platos, las tres empiezan a comentármelo. El problema es que como estoy acostumbrada a tragarme esos pensamientos me quedo callada. Pero me llena de orgullo ver cómo mis tres niñitas sacan su voz y cómo esta fuerza femenina las ha ido empoderando. Encuentro que la energía de la mujer es multiplicadora. Y somos afortunadas de que en nuestra casa se sienta ese poder".
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LUZ MARÍA: Blusa Cher, $89.990. Pollera Purificación García, $176.800. JUANA: Blusa Hush Puppies Kids, $19.990. Pantalón Zara, $17.990. LUZ: Vestido Rapsodia, $40.990. Bototos CAT, $29.990. SOFÍA: Enterito Topshop, $49.990 Zapatillas Vans, $31.990.[/caption]
"Mi mamá nunca ha intentado cambiarnos ni hacernos encajar en un molde en el que no queremos estar. Eso nos permite que podamos ser quienes somos. Sin pelos en la lengua. No dejamos pasar cosas que alguna gente da por hecho. Por eso no hay chance de alguna conducta machista en nuestra casa", dice juana, 13 años.
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JUANA: Vestido H&M, $19.990. Zapatillas Keds, $49.990.[/caption]
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JUANA: Top Monarch, $2.540. LUZ: Polera Mango, $7.990. SOFÍA: Camiseta Monarch, $3.790.[/caption]
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Vestido Lupe Gajardo, consultar precio en tienda.[/caption]
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Vestido Purificación García, $265.800.[/caption]
"Es importante sacar la voz y tener opinión, pero siempre hay que preguntarse si lo que se quiere decir puede dañar o no a la otra persona. Si solo se busca generar algo malo, el mundo se va a arruinar. Pero si aportas de manera positiva puedes construir un mundo genial", dice sofía, 7 años.
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SOFÍA: Polera Zara, $17.990.[/caption]
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JUANA: Vestido H&M, $19.990. LUZ: Polera Wados, $7.490. SOFÍA: Polera Zara, $17.990. LUZ MARÍA: Vestido creado a partir de tutús de @ailani.cl, $1.290 c/u.[/caption]
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