Vivir simple: "Esta cuarentena nos desafía a descubrir la felicidad en nuestro propio mundo interno"
El libro El arte de vivir con sencillez, el monje zen Shunmyo Masuno describe, a través de experiencias y ejemplos, cómo alcanzar una vida menos compleja y más espiritual. En él reflexiona lo siguiente: "cuando vas a visitar un templo o un santuario de alguna vieja ciudad contemplas sus jardines. Tras haber sudado al subir una montaña, disfrutas desde la cima de un paisaje que abarca hasta donde alcanza la vista. Frente a un cristalino mar azul, te quedas contemplando el horizonte. ¿Has sentido alguna vez como si te renovaras, como si vivieras unos momentos excepcionales en que te has apartado del mundanal ruido? Sientes el corazón más liviano y una cálida energía recorre tu cuerpo".
Shunmyo Masuno dice que en esos escenarios las preocupaciones y las tensiones de la vida cotidiana desaparecen y por un instante somos capaces de "sentirnos vivos". Para este monje, actualmente muchas personas han perdido la orientación en la vida, se sienten preocupados y confusas porque no saben cómo deberían recuperar el equilibrio. ¿Pero qué pasa cuando hay ausencia de estímulos, de panoramas y de contacto con el mundo exterior? Tali Waingortin, sicóloga del Centro de la Felicidad, dice a que este contexto de cuarentena nos obliga a relacionarnos con nuestro interior. "Y esto nos genera temor", afirma.
"Contactarse con uno mismo implica enfrentarnos con nuestras carencias internas, dolores o temas no resueltos. Por otra parte, estamos acostumbrados a depender de estímulos externos para sentirnos bien. Solemos pensar que mientras más tenemos, más felices somos, pero eso nos lleva a un círculo vicioso donde sentimos que nada es suficiente y que siempre necesitamos de más para sentirnos completos. Lidiar con el estrés de las exigencias termina por generar un ambiente de permanente ansiedad, en el que siempre estamos buscando lo que no tenemos, sin darnos cuenta de que la mayor riqueza radica en cada uno", dice.
Extrañamos consumir, "hacer cosas" hasta el cansancio y así acallar, inconscientemente, nuestras propias voces internas. "Esta cuarentena nos impone encontrar en el silencio aquello que nos hace bien y nos desafía a descubrir la felicidad en nuestro propio mundo interno. Mientras más encerrados nos sintamos, más tomaremos consciencia de lo que tenemos
en nuestro interior", señala Tali Waingortin.
El sicólogo mexicano Víctor Jiménez en su libro Cómo simplificar tu vida señala que vivimos en un mundo donde impera la ansiedad, la pérdida de sentido, el consumo indiscriminado y las complicaciones. "Obedecemos a ideas que no nos pertenecen; vivimos de forma artificial y mecánica, como si fuéramos máquinas. No sabemos cuándo detenernos ni cómo manejar las deudas, el estrés y la complicación de la vida actual. Hay muchas propuestas útiles para ayudarnos a encontrar el equilibrio. Una de ellas es simplificar nuestro espacio, las finanzas, el uso del tiempo, las relaciones con los demás y con nosotros mismos. La simplificación es la alternativa".
¿Cómo simplificar la vida?
1) Conectarnos con lo simple: Valorar los vínculos y quizás retomar ese hobby que tanto nos gusta, pero para el cual creíamos no tener el tiempo para hacer. Valorar lo que tenemos frente a nuestros ojos que, por más obvio que parezca, la cuarentena nos hace tomar conciencia que nada es obvio, y que lo creíamos seguro se vuelve incierto. Tali Waingortin dice que cuando agradecemos lo que tenemos, nos volvemos inmediatamente más conscientes de nuestro presente. "Recordemos que la única certeza que podemos tener es lo que está ocurriendo aquí y ahora".
2) Ordenar: "Entender la importancia de deshacernos de lo innecesario nos permite poner las cosas en su lugar", aconseja Waingortin. Para eso, sugiere ordenar de afuera hacia dentro, comenzando por nuestros espacios comunes, los clóset, las cosas pendientes, para luego ir hacia dentro de cada uno, revisando las prioridades de nuestras vidas. Un libro que puede servir para ello es Cómo crear espacio, una guía inspirada para lograr una mente y hogar más despejadas.
3) Despertar de a poco: María de los Ángeles Torrontegui, creadora del espacio terapeútico Florecersiendo (@florecersiendo.terapialimentar), aconseja que "al despertar por la mañana no te levantes enseguida, permite a tus ojos abrirse lentamente, estírate en la cama, observa en que estás pensando y qué estás sintiendo. Muévete dentro de la cama para darle a tu cuerpo la señal de que un nuevo día comienza".
4) Evitar el consumo excesivo: Así lo recomienda Víctor Jiménez, quien en su libro sugiere que además de limpiar para deshacerse de excesos materiales, evitemos las compras innecesarias. "Ahora podemos adquirir casi cualquier cosa online con tan solo un clic. Recuerdo una época cuando la gente ahorraba con paciencia para comprarse lo que quería. El placer de comprar es tan efímero como el aroma de las flores cuando pasamos a su lado", dice.
5) Buscar la naturaleza: "A menudo nos sentimos faltos de energía y conexión, pero podemos acceder a esa energía vital al cuidar una planta o mantener un contacto más íntimo con las que ya tienes", dice María de los Ángeles Torrontegui.
6) Optar por lo sencillo: "Cuando no estés seguro, apuesta por la sencillez", dice Shunmyo Masunoen su libro. En lugar de pensar cómo puedes diversificarse, invita a centrar la atención en una sola cosa.
7) Alimento saludable: Una de las más poderosas herramientas que María de los Ángeles dice conocer para poder transformarse, es la nutrición. "En cada paso y acto simbólico que haces hacia el 'buen nutrir' vas sembrando las semillas interiores de la autoconsciencia. Recomiendo hacerlo sin prisa, pero sin pausa, y alimentarse con placer, es decir, comiendo rico, decorando los platos, tratándose bien", dice.
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