El fenómeno Karen Rojo
La mediática victoria de Carolina Tohá en Santiago y Josefa Errázuriz en Providencia ocultó la sorpresa que dio otra mujer en las municipales: Karen Rojo, ex Seremi de Salud quien triunfó con 47,9% de los votos en Antofagasta sin el apoyo de un partido político. Para algunos se trata de un liderazgo ciudadano. Para otros es una gran incógnita. Aquí, un retrato de esta mujer de 32 años que tiene revolucionada a esa nortina ciudad.
Paula 1109. Sábado 24 de noviembre 2012.
"Invitaron a una modelo", dice un trabajador de Servigrut, una empresa que inaugura su nueva grúa de 500 toneladas, cuando ve que a la ceremonia llega Karen Rojo, la alcaldesa electa de Antofagasta. Desciende de un BMW último modelo y reparte sonrisas enfundada en un vestido de gasa color crema y usando unos zapatos de taco que la hacen ver aún más alta.
Karen Rojo tiene 32 años, es químico farmacéutica, casada, sin hijos y es una de las grandes sorpresas de las últimas elecciones municipales. Si en febrero de este año era una completa desconocida, en las recientes elecciones municipales logró el triunfo con el 47,9% de los votos, a mucha distancia del 29,4% de su principal contendora, la edil en ejercicio Marcela Hernando (DC). Y lo hizo como independiente, sin el respaldo de una maquinaria partidaria, con el tiempo en contra y gastando un monto que ella calcula en 23 millones de pesos.
Jamás soñó con un cargo político, asegura, porque hasta hace un año estaba sumergida en el mundo académico. La suya no fue una maratón de largo aliento, sino una carrera de 100 metros con obstáculos que partió recién el 5 de marzo, cuando asumió como Secretaria Regional Ministerial (Seremi) de Salud de su región. Fue la forma en que ejerció ese cargo lo que la hizo conocida, sirviéndole de trampolín político.
Como la máxima autoridad sanitaria regional implementó una política de tolerancia cero a las potenciales fuentes de insalubridad. Sólo en mayo decretó prohibiciones de funcionamiento a supermercados Tottus y Santa Isabel; clausuró un motel clandestino, prohibió el funcionamiento en la planta Enaex de Mejillones luego que 12 trabajadores se intoxicaran, decomisó 100 kilos de alimentos a vendedores ambulantes que trabajan en el acceso al Hospital Regional y logró que el municipio iniciara un plan para mejorar las condiciones del vertedero La Chimba, aledaño a una zona poblada, entre otras cosas.
La prensa local la bautizó como Dama de Hierro y no le perdió pisada; todo lo que ella hacía era noticia. "Fui súper transversal, no me abanderé con nadie, fueran poderosos o no. Y los medios siempre estaban atentos a las fiscalizaciones. Así agarré el cariño de la gente, que agradecía que cuidara la salud de todos", recuerda. Pero también se ganó enemistades, que ella atribuye a una "falta de feeling" con el nuevo intendente, Pablo Toloza (UDI). "Sentí una persecución política en mi contra: no me invitaban a reuniones de gobierno, me mandaban recados, al final no podía hacer bien mi pega. Toqué fondo y finalmente el 18 de julio renuncié", dice. A las pocas horas, el Ministerio de Salud anunció que la Contraloría había objetado su designación
como Seremi porque no tenía la experiencia requerida y que lo que había hecho en ese cargo no tenia validez.
"La falta de experiencia es algo que escuché a cada rato en la campaña. Pido que me den la oportunidad de demostrar que alguien joven sin una extensa trayectoria política es capaz de jugárselas con todo para sacar adelante su comuna. Soy muy creyente y creo que Dios a una la pone donde pueda realizar su destino".
Llevabas trabajando apenas 5 meses. ¿Cómo fue ese momento?
Fue triste, pero más que nunca sentí el apoyo de la comunidad, de la gente en la calle, de los taxistas; el twitter reventó. Ahí empecé a pensar que ese cariño lo tenía que canalizar, que no podía ser egoísta con la ciudad que me vio crecer. Más aún cuando tratan de frenar mi trabajo por intereses políticos. No soy de las que se da por vencida.
Pero los otros candidatos ya estaban en campaña. ¿No pensaste que era tarde?
No. Estaba convencida de que podía ganar. Y entonces 10 días antes de concluir el plazo para postular, me tiré como independiente. Ahí se me vino encima el problema que en la prensa había aparecido que yo era militante de Renovación Nacional. ¡Si yo nunca había firmado una ficha! Empecé a luchar por aclarar esa situación. Tuve que ir a Santiago, contratar un abogado y un perito caligráfico para demostrar que la supuesta ficha había sido falsificada. Finalmente, el 11 septiembre el Tribunal Electoral me dio la razón. ¡Estaba súper feliz!
Quedaba poco más de un mes para las elecciones y lo que vino fue una carrera contra el tiempo. Ya había comenzado a juntar las firmas notariales para inscribirse: necesitaba 545 y en dos días reunió 1.200. Todo fue hecho a punta de esfuerzo: unos amigos le hicieron el sitio web de su campaña, su mamá se fue a trabajar al comando, su hermana menor (dueña de casa y madre de 4 hijos) manejaba el camión que repartía los carteles, unos jóvenes que trabajan como reponedores en un supermercado le hicieron el jingle de la campaña. "Esa canción fue un exitazo y las redes sociales me ayudaron muchísimo, llegamos a 10 mil seguidores en facebook y el dedo ya no me daba más".
Tantos actos y recorridos comenzaron a pasarle la cuenta: bajó mucho de peso y le vino una neumonía, pero como quedaban 10 días para hacer propaganda no quiso hospitalizarse, sino que optó por una solución freak: le instalaron un scalp vein (mariposa) en el brazo para inyectarle ahí los remedios en cualquier alto de la campaña. Incluso en los peores momentos, siempre tuvo la esperanza de que podía ganar.
¿Entonces tu triunfo no fue una sorpresa para ti?
Es que es muy distinto creer que algo puede pasar a que realmente ocurra. La campaña fue dura porque tuve que soportar hartos ataques personales y mentiras: decían que tenía tratos con narcotraficantes, que era dueña de un night club. Como no le debo un peso a nadie y no tengo un pasado político, se concentró todo en ataques personales. Cuando supe que había ganado se me vino todo a la cabeza y sentí que menos mal había persistido hasta ver ese momento. Lloré mucho. Y en un minuto de la celebración me pasan un teléfono ¡era el Presidente! Me dijo que estaba muy orgulloso de que fuera a estar a cargo de la Municipalidad y que sabía todas las trabas políticas que había tenido en el camino. Eso me quebró, porque él tenía clarito lo que yo había vivido.
Pese a su victoria, sigue siendo una desconocida en el mundo político nacional. "Su triunfo fue gracias a un movimiento ciudadano. Es el triunfo de los independientes y una bofetada tremenda a las cúpulas de los partidos que no saben lo que está pasando en la comunidad", resume el senador de la zona Carlos Cantero (independiente ex RN), quien la apoyó. Pero expertos como el director de Adimark Roberto Méndez o la directora de MORI Marta Lagos declinaron opinar sobre ella, porque dijeron no conocerla. La senadora Lily Pérez, aunque tampoco la conoce, dice que cuando la vio en una foto de campaña pensó que ganaría. "Creo que estaba con todo el impulso y el apoyo. Ahora su desafío es trabajar transversalmente para todos como alcaldesa", comenta. Es que esa es la duda de cualquier nuevo liderazgo: cómo se expresará en la cancha.
Puertas adentro
Antofagastina de toda la vida, vivió hasta los 14 años en la población Coviefi, un barrio de empleados públicos donde jugaba a las tacitas y al elástico en la calle con sus vecinas. Su mamá profesora básica y su papá ingeniero mecánico no escatimaron esfuerzos para que sus cuatro hijos llegaran lejos: cuando su papá entró trabajar a Minera Escondida se compraron una casa más grande en otro barrio y la matricularon en el mejor colegio de la zona. "El cambio me obligó a madurar porque perdí a mis amigos. Entonces me puse a estudiar y no paré más", admite. Se tituló de químico farmacéutica en la Universidad Católica del Norte con el mejor promedio de su generación, y poco después de casarse con el ingeniero comercial Luis Canessa, a fines de 2007 viajó a España a seguir sus estudios. "Arrendamos un departamento minúsculo, que era lo único que podíamos pagar. No soy buena para cocinar, pero hacía el intento. Todo eso nos fortaleció como pareja porque los problemas había que solucionarlos ahí mismo, no había espacio para estar peleados".
Cuando estaba por terminar sus estudios recibió el llamado que le cambiaría el rumbo: la posibilidad de ser Seremi de Salud. Fue un paso inesperado. "Me sorprendí cuando me consultó sobre ser Seremi, porque ella nunca ha sido política", dice su mamá, Fresia Venegas. Y resume su cambio en una frase: "Ella siempre fue una chica calladita y obediente, la regalona de mi marido. Ahora ha sacado su personalidad". Ha vivido en la casa de su mamá desde que volvió de España porque su marido, a quien define como "súper apoyador y de muy bajo perfil", está a 1.378 km de distancia. Pero ahora que el banco donde él trabaja aceptó su petición de traslado a Antofagasta, arrendó un departamento para vivir con él.
¿Cómo es esto de vivir separada de tu marido?
Es que desde que nos conocimos hemos estado separados. Yo vivía en Antofagasta y él en Iquique, así pololeamos. Cuando nos casamos y nos fuimos a España estuvimos el primer año juntos, pero después a Luis lo becaron en Andalucía para que hiciera su MBA y luego encontró pega en Valencia. Así que viajábamos para vernos. Cuando pensábamos en volver, él se vino antes porque le ofrecieron pega en Santiago y allá está. Así ha sido nuestra vida. Solo nos mantienen unidos el amor y la confianza. Él es muy responsable y prudente, no dice ningún disparate; en cambio yo soy boquita suelta, más desordenada. Creo que esas diferencias hacen que nos llevemos bien.
¿Y está en los planes tener hijos pronto?
Él tiene muchas ganas. Si vienen, bienvenidos sean, pero yo quiero programarme, estar un tiempo solitos. Nos falta hacernos más regaloneo. Y como me la he jugado a concho por ser alcaldesa, siento que no es prudente quedarme embarazada luego para tener que retirarme de las canchas por un tiempo. Quisiera avanzar al menos los dos primeros años y después pensar en hijos. Me ilusiona esa idea, pero quiero esperar el momento preciso.
¿Y te tomarías el postnatal de 6 meses si quedas embarazada siendo alcaldesa?
El traer un hijo al mundo no debiera ser impedimento para realizar mis deberes. Mi presencia física en la Municipalidad es tan importante como criar un hijo. Afortunadamente cuento con mi marido y familia que con su ayuda facilitarían mi labor como madre sin tener que abandonar mis funciones durante los meses de postnatal.
Hoy por hoy tiene poco tiempo para pensar en el futuro, porque está llena de actividades. Sus días parten en el salón de belleza American Colours, de propiedad de Luis Cortes y Jonathan Pastén, que la conocieron "cuando aún usaba jumper". Llega en buzo y zapatillas, sin una gota de maquillaje y el pelo recién lavado.
En ese lugar se transforma. Primero, la ropa. Son ellos los que le eligen la tenida del día de acuerdo a su agenda, o más de una si es necesario. Luego, la peinan y maquillan. "Ellos saben mis medidas, ni siquiera tengo que probarme antes. Jamás me han propuesto algo que no me guste o me quede mal. Me entrego completamente a este regaloneo, me encanta", cuenta. Pero la ayuda de sus amigos no termina ahí. Luis es el dueño del BMW del año que la traslada y es su hermano Misael quien está al volante. Christopher Orellana, amigo de Misael, trabajó con ella en la Seremi, después fue el secretario ejecutivo de su comando y ahora organiza su agenda. Además de su familia, en este año tan intenso todos ellos han sido su soporte afectivo y logístico más importante.
En el plano político y comunicacional, sus asesores son el periodista argentino Sebastián Quinzan (que vive hace 13 años en Chile y tiene un programa televisivo de denuncias) y Marcelo Mendizábal, propietario de un consorcio de medios que agrupa a Antofagasta TV y las radios Canal 95, FM Plus y Quiero.
Hija de una profesora y de un ingeniero mecánico, vivió hasta los 14 en un barrio de empleados públicos. Cuando su padre entró a trabajar a minera Escondida, la matricularon en el mejor colegio de Antofagasta. Se tituló de químico farmacéutico en la Universidad Católica del Norte con el mejor promedio de su generación.
Preparándose para gobernar
De cara al 6 de diciembre, día que asume su cargo, está eligiendo al equipo que ocupará las posiciones de confianza en el municipio. Dice que los diferentes partidos políticos han puesto gente a su disposición y que ella busca buenos técnicos, honestos y con sentido de servicio público, sin importar de qué partido sean. Y que no le preocupa mayormente que la oposición sea mayoría en el Concejo Municipal. "Tengo la esperanza que vamos a trabajar en equipo; no hay tiempo que perder".
¿Cuáles son los principales problemas de la comuna y cómo los vas a enfrentar?
Antofagasta no puede vivir eternamente del cobre. Hay que sacarle partido al litoral, hacer más playas artificiales y potenciar el turismo. Necesitamos más deporte, recreación, cultura, gastronomía, mejorar el transporte. Hoy el esparcimiento y la diversión están en los clubes nocturnos que llevan a la droga y la prostitución. La gente pide enfrentar esos temas más que traer un tranvía o hacer un parque acuático. Y quiero emplear las consultas ciudadanas, que la municipalidad esté abierta para todos.
¿Qué piensas de la educación municipalizada? ¿Cómo ves las demandas estudiantiles?
Estoy a favor de la municipalización, pero teniendo en cuenta que no es la solución para mejorar la calidad de la educación. Pero creo que no estamos preparados para desmunicipalizarla. Las manifestaciones me parecen legítimas siempre que se hagan sin violencia.
En un momento fue controversial la distribución de la píldora del día después en los consultorios. ¿Cuál es tu posición al respecto?
La pastilla del día después es un procedimiento que impide el inicio de una vida. Más allá de mi posición personal (contraria al aborto), creo que prohibirla no es la medida más efectiva. Hay que concientizar a la sociedad y hacerle saber que existen métodos anticonceptivos.
Eres independiente, pero ¿te sientes más cercana a la derecha?
Más que identificarme con corrientes políticas, me inclino por las personas. Nunca he militado y me ha servido mantenerme independiente; creo que eso es lo que la gente busca: alguien que trabaje no mirando la finalidad política, sino cómo hacer mejores cosas. Me gusta mucho el Presidente por lo inteligente que es. Y si acepté trabajar en su gobierno es porque siento afinidad con él. También valoro el desempeño que tuvo la señora Bachelet que nos representa en la ONU, es una mujer destacada digna de imitar.
¿Temes que tu falta de experiencia pueda ser un obstáculo para tu trabajo?
Eso lo escuché a cada rato en la campaña. Pido que me den la oportunidad de demostrar que alguien joven sin una extensa trayectoria política es capaz de jugársela con todo para sacar adelante su comuna. Superé muchos obstáculos para ser alcaldesa, así que no voy a desperdiciar ni el tiempo ni las ganas para hacer lo que vine a hacer. Que me juzguen cuando termine mi gestión. Soy muy creyente y creo que Dios a una la pone donde pueda realizar su destino.
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