Elegir la almohada perfecta
Un buen día depende de un buen dormir, más a fin de año cuando las pilas ya comienzan a agotarse. Para ello, la almohada es fundamental. Aquí, cómo elegir la correcta y las precauciones que hay que tomar para que la funda no provoque las temidas "líneas de sueño".
Paula 1188. Sábado 5 de diciembre de 2015.
Un buen día depende de un buen dormir, más a fin de año cuando las pilas ya comienzan a agotarse. Para ello, la almohada es fundamental. Aquí, cómo elegir la correcta y las precauciones que hay que tomar para que la funda no provoque las temidas "líneas de sueño".
Independiente de la posición en que dormimos, la finalidad de la almohada es que la columna vertebral quede recta, como si se estuviera de pie. "Debe haber una alineación desde el comienzo de las cervicales hasta el final de la espalda. La almohada tiene la función de sujetar la cabeza y permitir que la musculatura se relaje y adopte una posición natural. De lo contrario, prescindir de ella fuerza al cuello a adoptar una posición antinatural, lo que se traduce en dolores, además de provocar un mal sueño", explica el kinesiólogo Francisco Carrié, del centro de rehabilitación Kinesic (www.kinesic.cl).
Más específico aún, Carrié señala que, independientemente del material de la almohada, esta debe ser lo suficientemente blanda para que se amolde y, a la vez, lo suficientemente dura para que no se desarme. Para elegir la más indicada, el especialista considera la altura y la firmeza de la almohada según la posición al dormir.
Boca abajo: "Es la peor posición para dormir porque obliga a la cabeza a estar de lado, forzándo al cuello. Esto provoca dolores musculares e incluso cefaleas. Aunque lo mejor es adoptar otra posición, quienes no pueden deben usar una almohada blanda y fina, que permita una alineación entre la cabeza y el cuerpo".
Boca arriba: "Ideal es una almohada de firmeza y grosor intermedios. Una muy dura y alta hace que el cuello se fuerce a estar excesivamente levantado, mientras que una baja y blanda obliga al cuello a caer".
De lado: "Es la posición recomendada para dormir. Para elegir el grosor de la almohada, basta con medir la distancia que va desde el extremo del hombro hasta la cara. Una forma sencilla de calcular es, estando de pie, apoyar un hombro contra la pared y medir la distancia entre esta y la oreja. Al resultado deben sumársele unos pocos centímetros dependiendo de la dureza de la almohada que se elija".
Funda antiarrugas
"Las arrugas prematuras en el rostro se producen, en general, por dormir apretando la cara contra la almohada, de ahí que se les llame 'líneas de sueño'. Aunque suelen desaparecer durante el día, esta costumbre puede ocasionar, a la larga, que las arrugas se conviertan en permanentes", dice el dermatólogo Marcelo Leiva, de la clínica Dermoclinic en Viña del Mar (www.dermoclinic.cl). Leiva señala que incluso los pliegues de la funda de la almohada también se marcan en la piel de la cara produciendo arrugas. "Hay que estirarla bien antes de dormir y elegir telas no irritantes como el algodón y alejarse de las que contienen nylon, que provoca alergias". Para evitar estos problemas, en Estados Unidos se lanzó una funda con tecnología textil que no se arruga y que, además, promete activar la renovación celular durante el descanso. Se llama Dream Skin (www.dreamskinpillowcase.com), cuya tela es un híbrido de celulosa y microfibras sintéticas semi impermeable, que no absorbe la humedad facial durante la noche, manteniendo la piel hidratada. Sin embargo, el doctor Leiva se muestra cauto. "No hay evidencia científica sobre si un textil tiene acción sobre la hidratación facial, por lo que lo único que hay que tener en cuenta es elegir fundas con telas no irritantes, como el nylon y la lana".
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