Estrés: ¿Estamos inundados de cortisol?
No sé cómo ni cuándo pasó, pero estoy en el área del wellness y bienestar de Tik Tok. Para ser honesta, no me desagrada demasiado: siempre he tenido una fascinación por el mundo médico, y ahora mismo estoy dedicada a escribir algunos temas asociados a la salud que me hacen estar en constante búsqueda de tendencias y novedades. Así fue como llegué a una serie de videos que hablaban sobre los efectos negativos del cortisol, hormona necesaria para el correcto funcionamiento del cuerpo humano y que habitualmente se libera en respuesta al estrés.
Producido por las glándulas suprarrenales, ubicadas sobre los riñones, el cortisol es la hormona que permite activarnos cuando percibimos amenazas en el ambiente, aumentando la presión arterial o frecuencia cardíaca. Así, por ejemplo, podríamos defendernos y escapar ante la presencia de un animal salvaje, tal como hacían nuestros antepasados. Pero en la realidad -y sin la posibilidad de encontrarnos con este tipo de amenazas hoy-, esta sustancia es la que nos permite funcionar en el día a día. Y es que, en condiciones normales, el cortisol sigue una curva de ascenso-descenso, con niveles que suben en la mañana y caen a eso de las 23.00 hrs, para que podamos descansar.
Sin embargo, cuando existe una sensación de amenaza constante en el ambiente, esos niveles no bajan y se mantienen elevados de manera crónica, tal como una alarma que no se apaga. Así, se generan múltiples síntomas que pueden ir desde dolores de cabeza y problemas digestivos hasta tensión muscular, dificultad para dormir, y/o problemas cognitivos. “Es más común de lo que pensamos”, dice la dra. Francisca Gajardo, endocrinóloga de la Clínica MEDS y parte del equipo de Endocrinólogas.cl. “Actualmente nos encontramos expuestos a múltiples fuentes de estrés, comunes y evidentes, como el fin de año. Sin embargo, existen otros detonantes de los cuales, muchas veces, no somos conscientes, como la deprivación de sueño, el andar siempre contra el tiempo, cansancio laboral e irregularidades en nuestra forma de alimentarnos”, agrega.
Aunque existen otras razones que podrían explicar excesivos niveles de cortisol en el cuerpo como la presencia de tumores en la hipófisis o el consumo prolongado de fármacos que contienen esta hormona, la dra. Varsha Vaswani, endocrinóloga de la Fundación Arturo López Pérez y del Hospital Barros Luco, y parte del equipo de Endocrinólogas.cl explica que el estrés crónico, la obesidad y la desregulación en los ciclos de sueño son los factores predominantes que contribuyen a mantener elevados estos indicadores. “Nuestra sociedad está en un estado ambiental donde predomina el exceso de cortisol”, dice el dr. René Baudrand, endocrinólogo y director del Programa de Enfermedades Suprarrenales e Hipertensión Endocrina de la Red de Salud UC Christus.
Sin embargo, este especialista -que se ha dedicado al estudio de las glándulas suprarrenales y el cortisol- indica que aún no se han desarrollado instrumentos de medición que permitan determinar de manera precisa, especialmente en personas sin tumores, si existe un exceso de cortisol en el cuerpo o no. “Tenemos algunas aproximaciones mediante pruebas de saliva o pelo que se han realizado fuera de Chile. Con los exámenes de sangre, si bien podemos medir la concentración de la hormona, no se puede predecir una hiperactivación de la glándula suprarrenal, que es lo que necesitamos saber en casos de exceso de cortisol. Es un mal examen”.
Las consecuencias de mantener niveles aumentados de esta sustancia en el largo plazo son complejas. “Puede afectar a distintas áreas de la salud. Desde el punto de vista cardiometabólico, puede producir obesidad, hipertensión arterial y aumento de la glicemia y el colesterol elevando el riesgo de sufrir infartos cardíacos o accidentes cerebrovasculares. En el área musculoesquelética, puede generar osteoporosis y pérdida de masa muscular; y en el ámbito inmunológico, disminución de la capacidad de respuesta, aumentando el riesgo de infecciones graves”, señala la dra. Javiera González, endocrinóloga del Hospital Base de Osorno y parte del equipo de Endocrinólogas.cl.
Es por eso que todos los especialistas indican que es clave aplicar estrategias de manejo de estrés para reducir el impacto negativo que genera la circulación excesiva de esta hormona en el cuerpo. Y para eso, la dra. Leslie Echeverría, endocrinóloga de la Clínica Dávila y del Hospital Barros Luco, y parte del equipo de Endocrinólogas.cl; sugiere mantener estilos de vida saludables, donde se practique ejercicio físico y/o meditación, se mantenga una alimentación equilibrada y se establezcan horarios que permitan hacer una adecuada higiene del sueño. Pero también se trata de bajar nuestros niveles de autoexigencia e intentar buscar momentos de ocio y desconexión en el cotidiano. Solo así podremos sentirnos más tranquilos y, quizás sin querer, estaremos ayudando a mantener nuestra salud hormonal.
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