Guía antiox
Aguas minerales, polvos, concentrados líquidos y cápsulas con antioxidantes. El boom de productos antiox puede confundir. Aquí, una guía para saber cómo consumirlos recurriendo a lo esencial: frutas y verduras.
Paula 1133. Sábado 26 de octubre 2013.
Aguas minerales, polvos, concentrados líquidos y cápsulas con antioxidantes. El boom de productos antiox puede confundir. Aquí, una guía para saber cómo consumirlos recurriendo a lo esencial: frutas y verduras.
4 pilares de la correcta rutina antiox
1. Fijarse en el color: el color es la manera más sencilla de reconocer si un alimento en su estado natural es rico en antioxidantes. A más color, más antioxidantes. Por ejemplo, las hojas interiores y de color más claro de las verduras tienen menos antioxidantes. El color indica también el tipo de antioxidante que hay en cada alimento. En ese sentido, mientras más colores tenga un plato, más variado y completo el aporte en antioxidante.
2. Conservar las propiedades: al sacarlos de su estado natural o procesarlos muchos alimentos pierden sus propiedades antioxidantes. Lo mejor, entonces, es consumir frutas y verduras crudas y no cocidas. Otro punto fundamental: en muchos casos–por ejemplo duraznos, manzanas, peras y ciruelas– la mayor cantidad de componentes beneficiosos está en la cáscara.
3. Incorporar a todas las comidas: deben consumirse tanto en las comidas importantes del día como en las meriendas. Lo recomendable es comer verduras al menos dos veces al día y al menos dos porciones de fruta.
4. No consumir en exceso: el consumo excesivo de antioxidantes puede ser perjudicial para la salud, pues el organismo guarda ese extra en los riñones y se pueden generar cálculos renales. Además, se sobrecarga el aparato digestivo.
La mayoría de los productos que hay en el mercado son concentrados de antioxidantes, por lo tanto, son ideales para personas con vidas ajetreadas, que no respetan las cuatro comidas mínimas del día. Sin embargo, el ideal es obtenerlos de frutas y verduras.
Propiedades de los alimentos antioxidantes por color
Amarillo – naranjo: tienen carotenoides y vitamina C, que reparan el ADN, ayudan a la cicatrización y a prevenir el cáncer.
Rojo: ricos en licopeno y vitamina A, favorecen la conservación de las células y ayudan a reparar el daño producido por el sol.
Verde: abundantes en clorofila, que es antiage y anticancerígena.
Blanco: contienen antoxantinas, que ayudan a mantener bajos los niveles de colesterol en el cuerpo.
Azul – morado: poseen antocianina, que previene el envejecimiento de la piel.
Ricas en un antioxidante llamado carnosina, las carnes blancas y rojas actúan como neuroprotectores, retrasando el envejecimiento celular.
* Para la elaboración de este artículo fue consultado el nutriólogo de Clínica Sara Moncada Jaime García, autor del sitio www.nutricionsaludable.cl
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