Los beneficios de la canoterapia

La terapia con perros se usa en el tratamiento de adultos y niños con problemas motores y cognitivos, como autismo y síndrome de Down.




Paula 1131. Sábado 28 de septiembre 2013.

La terapia con perros se usa en el tratamiento de adultos y niños con problemas motores y cognitivos, como autismo y síndrome de Down.

En 1976 la enfermera norteamericana Elaine Smith vio que los pacientes del hospital en el que trabajaba reaccionaban positivamente a las visitas del capellán, quien siempre llevaba a su golden retriever para que interactuara con ellos. Eso la motivó a investigar la sicología de estos animales y, posteriormente, a crear el primer programa de entrenamiento de perros de terapia. Hoy su organización Therapy Dogs International cuenta con más de 34 mil canes entrenados en Estados Unidos.

Los perros de terapia deben tener una personalidad estable y un comportamiento dócil y paciente. Deben soportar que los toquen en zonas incómodas como el hocico y la cola y tienen que familiarizarse con elementos como sillas de ruedas, bastones y andadores. Ideales son los Golden Retriever y los Labradores.

Julie Vásquez, entrenadora de perros de terapia de la Corporación Dos Amigos, dice que "los perros captan 90 por ciento del lenguaje no verbal de los humanos, por lo que, además de generar empatía, son perfectos colaboradores en la labor del terapeuta e intermediarios entre este y el paciente".

Cada sesión no dura más de una hora y durante ella el perro, como suele ocurrir con aquellos que están entrenados, es constantemente premiado con snacks. En pacientes con problemas motores causados por parálisis cerebral o accidentes vasculares, por ejemplo, el can cumple el rol de compañero en la tarea de lograr ciertos movimientos. Daniela Urdangarín, kinesióloga y terapeuta del Colegio Psicopedagógico Juan Wesley, explica que "los niños se ven motivados por los perros, lo que facilita y hace entretenido el trabajo".

En pacientes con autismo se busca que el perro genere un vínculo emocional a través de la mirada y el contacto físico. En los casos de síndrome de Down, se estimula el lenguaje a través de actividades con letras y figuras, dinámica en la que el perro opera premiando al paciente con su cariño.

Felipe Brieba, terapeuta de la Fundación Tregua, dice que "realizar actividades como darle de comer o lavarle los dientes al perro, permite a los paciente conectarse con su entorno y eso, sea cual sea su problema, los ayuda en su terapia".

Los resultados

Michelle Ojeda, madre de Benjamín, niño de seis años con síndrome de Down y problemas de lenguaje, cuenta que después de no obtener resultados positivos con las sesiones de fonoaudiología, comenzó hace seis meses con terapia con perros. Dos veces a la semana dos terapeutas de la Corporación Dos Amigos acuden a su casa junto a un samoyedo. "Nunca pensé que Benjamín haría progresos tan rápido. Lo recomiendo ciento por ciento".

En Santiago hay tres organizaciones que ofrecen terapia asistida con perros en instituciones y a domicilio: la Corporación Dos Amigos (www.dosamigos.cl), Bocalán Confiar (www.bocalanconfiar.cl) y Fundación Tregua (www.fundaciontregua.cl). En la foto, la labradora Uva, de esta última organización.

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