Mitos de la menopausia: la terapia hormonal es buena solo para tratar los síntomas

Este es un tema polémico. Lo sabemos y lo comprobamos cada vez que lo tratamos con mujeres, en espacios íntimos o más públicos como un conversatorio o nos comentan cuando subimos nuevos capítulos del podcast Meno es Más. Por lo mismo, vale la pena partir diciendo que la Terapia Hormonal de la Menopausia (THM) es segura y que no produce cáncer ni detona enfermedades si la persona está sana y se hace asesorar por un profesional de la salud para tomarla. Las creencias apocalípticas asociadas a la THM nacieron de un estudio antiguo y mal hecho del que hablamos en el libro Meno es Más y también en el podcast (capítulo 8). Si tienes miles de prejuicios, puedes revisar esos contenidos para deshacerte de ellos.

Pero aun cuando sepamos lo anterior, existe otro mito muy arraigado alrededor de las hormonas o la falta de ellas: que la THM solamente sirve para aliviar síntomas como los bochornos, la sequedad vaginal o los cambios de humor. Sin embargo, esta percepción ignora el impacto transformador que la THM puede tener en la salud de las mujeres a largo plazo.

La evidencia científica actual revela que los efectos positivos de la terapia hormonal van mucho más allá de abordar lo inmediato: es una inversión en bienestar futuro. Hay dos áreas de claro beneficio. Uno es la osteoporosis, uno de los mayores riesgos tras la menopausia, porque la disminución de estrógenos debilita los huesos, aumentando significativamente las fracturas, sobre todo en la cadera, la columna y las muñecas. La terapia hormonal, al suplir esa pérdida, ayuda a mantener la densidad ósea, reduciendo la probabilidad de lesiones que afectan tanto la calidad de vida como la independencia de las mujeres. Una mujer mayor con una fractura de cadera tiene cinco veces mayor probabilidad de muerte que por cualquier otra causa y además queda condenada a perder su autonomía.

Otro aspecto menos conocido pero igual de crucial es la relación entre la terapia hormonal y la salud cerebral. Estudios indican que el tratamiento adecuado puede disminuir la aparición de enfermedades neurodegenerativas como la demencia senil. Si bien no es una cura milagrosa, los datos sugieren que los estrógenos desempeñan un papel protector para el cerebro, especialmente cuando la terapia se inicia en el momento correcto, es decir, en perimenopausia, antes del cese total de la menstruación.

Es esencial romper el mito de que la terapia hormonal solo está destinada a mujeres con síntomas intensos. Lo que hace en realidad es protegernos de una vejez como la que no queremos: postrada y senil. Una mujer sin síntomas es una mujer afortunada pero no es que se haya salvado del climaterio, ese proceso es totalmente inevitable.

¿Qué deberías saber antes de empezar con una THM? Que lo que le dieron a tu amiga no necesariamente te sirve. Aquí es clave el enfoque personalizado y tener el convencimiento de que cada mujer merece información clara y decisiones compartidas con su médica o médico.

Comprender los beneficios a largo plazo es un paso crucial para desterrar prejuicios y empoderar a más mujeres a tomar el control de su salud de manera informada. Porque, al final, la menopausia no es solo una etapa de cambios; es una oportunidad para planificar un futuro más pleno y saludable.

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* De esto y más hablamos en el podcast Meno es + que puedes encontrar en spotify y por supuesto en el libro Meno es más, en las librerías del país