Cuarentena: Estar sola no es lo mismo que sentirse sola
Existen lugares del mundo en los que, incluso antes del Covid-19, la soledad era considerada una pandemia. En Japón, por ejemplo, hay cafés en los que además de ofrecerte los productos de la carta, te traen un peluche a la mesa para que te acompañe si fuiste solo o sola. Están también los compañeros holográficos para las personas que viven solas y su misión es darle mensajes positivos durante el día para apalear la sensación de soledad. La pandemia nos ha obligado a enfrentarnos cara a cara con precisamente con ese temido sentimiento: la soledad. Nos hemos visto forzados a reducir al mínimo nuestras interacciones sociales, aislándonos de los demás, sobre todo cuando se trata de personas que viven sin la compañía de amigos, un familiar, los hijos o la pareja.
Según el último estudio Claves 2020: Chile en tiempos de Coronavirus, un 83% de los encuestados afirma estar de acuerdo con que la pandemia está cambiando de forma importante sus vidas. Y esta opinión es particularmente prevalente entre las mujeres. Más de la mitad de los encuestados atribuyen sentimientos negativos a la emergencia por Covid-19, describiendo la cuarentena como un escenario que les ha generado preocupación e incertidumbre.
"La cuarentena de cierta forma nos obligó a pausar y nos tocó aislarnos con familiares, con otras personas o con nosotros mismos", comenta la psicóloga clínica y especializada en bienestar y desarrollo de la mujer Carolina Mutschler. Y paradójicamente para algunas, esta instancia de soledad en condiciones de incertidumbre ha sido un momento de calma en medio de la tormenta en la que han aprovechado para hacer cambios positivos en sus vidas. "Este es un momento por el que sí o sí tenemos que atravesar y no nos queda otra. Resistirse sólo genera gasto de energía y sufrimiento", explica Mutschler. "La alternativa es tratar de abuenarse con una misma. Es una oportunidad de conocerse y reconocerse. Puede ser positivo porque están tomando conciencia de lo que quieren y lo que ya no quieren para su vida, aprovechando la distancia de los demás para desvincularse de personas tóxicas, para cuestionarse menos, para ser menos severas y menos castigadoras".
Cuestionarse menos y disfrutar más es precisamente lo que Carolina Toledo ha hecho durante esta cuarentena. Si bien está lejos de su familia y viviendo sola hace varios meses después de haber terminado dos relaciones complicadas, el aislamiento ha sido para ella una oportunidad más que una fuente de angustia. "La cuarentena ha sido una experiencia positiva para mí por muchas razones", explica. "Antes mi mente estaba siempre corriendo. Siempre pensando en lo que tenía que hacer mañana o lo que venía el día después de eso. Reflexionaba mucho sobre lo que ya había pasado. Y todos esos pensamientos me tenían vuelta loca".
El aislamiento ha sido una oportunidad para dedicarle tiempo a las cosas que le gustan, manteniendo las rutinas positivas que ya tenía –practica kickboxing hace 5 años en una academia– con clases a través de Zoom y Facebook, pero también le ha permitido aprendido cosas nuevas. "Estoy tomando clases de canto a través de Internet. Medito todos los días, a veces más de una vez al día. Y me ha hecho muy bien. He descubierto nuevas formas de canalizar mi energía y mis inquietudes, me doy el tiempo de escribir ideas y pensamientos que se me vienen a la cabeza, pero sin presiones. Solo dejo fluir lo que se me viene a la mente. Me siento mucho más segura de mí misma porque he trabajado en mi autoestima. Dudo menos de mis decisiones y de mis capacidades. Y todo eso ya lo llevo conmigo más allá de esta cuarentena".
Mutschler explica que tomarnos esos tiempos para conocernos son clave para poder enfrentar la soledad de manera constructiva. "El autoconocimento siempre es fundamental en cómo me relaciono con la vida. Saber cuáles son mis fortalezas, mis talones de Aquiles, mis gustos, intereses, condicionamientos y creencias limitantes, siempre es una ventaja", explica. Pero además agrega que es importante respetar los tiempos y procesos de cada uno. "No hay que patologizar a quienes están mal", comenta. Porque vivimos momentos complejos para todos y cada quién cuenta con herramientas diferentes para afrontar las situaciones. Eso sí, la psicóloga es enfática en destacar que existen otros caminos de enfrentamiento más que la angustia y el deprimirnos. Y que es importante que quienes se sienten muy mal en estos momentos pidan ayuda.
Carolina Toledo explica que, a pesar de que muchos podrían pensar que enfrentar una pandemia solos podría ser aún más difícil, para ella ha sido una experiencia liberadora. "Me he sacado mucha negatividad de encima y realmente puedo decir que solo le deseo lo mejor a los demás", comenta. "Cuando veo que alguien reacciona de mala manera me doy cuenta de dónde viene eso. Probablemente lo que le está pasando no tiene que ver conmigo, sino que viene de él o de ella y quizás está pasando por un mal momento".
Carolina Mutschler explica que el hecho de que algunas personas estén viviendo una etapa de desarrollo o crecimiento personal durante este aislamiento social tiene mucho que ver con el hecho de qué tan preparados estamos para estar solos y qué tan buena compañía somos para nosotros mismos. "Si soy una buena compañía para mí misma, me basto. Eso lo podemos ver claramente cuando logro estar en armonía más que en conflicto la mayor parte del tiempo", explica la especialista.
Carolina Toledo lleva casi dos meses en aislamiento social. Su contacto con otras personas se ha reducido a un par de vecinos y la comunicación vía web que tiene con su familia, a pesar de eso no cree estar viviendo un periodo de soledad. "Me siento más feliz y más tranquila. Vengo a mi living pongo música y bailo. Disfruto el tiempo que paso en mi casa con mi gato y trato de hacer las cosas que me gustan y no me siento sola. Me siento súper acompañada".
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