El sueño de ser profesional
Tres mujeres, todas bordeando los 50, postergaron por años el sueño de cursar una carrera universitaria y optaron por otros caminos en sus vidas. Pero la idea de ser profesionales, aunque a veces olvidada, nunca se fue de sus cabezas. En su adultez, momentos de crisis las ayudaron a darse cuenta que tomar este camino podría ser la opción para comenzar de nuevo. Y se lanzaron. Sentadas entre novatas y mechones, repartidas en las salas de clases de distintas universidades del país, se pusieron a estudiar. Estas son sus historias.
Alejandra
Cecilia
Andrea
Se tituló el 17 de junio de 2015. Pero no fue fácil entrar al mundo laboral, cuenta Andrea, porque siempre prefieren a gente más joven o profesionales con más experiencia. Hasta que un día decidió dejar de buscar avisos en el diario y entró a un grupo de Facebook donde ofrecían trabajos para profesores. Una de las publicaciones decía "se necesita profesor de inglés para un reemplazo en colegio católico del sector oriente", y postuló. "Me llamaron al tiro y me dijeron que me preferían a mí antes que a una persona más joven, porque tenía más experiencia de vida", dice. Después de siete meses el reemplazo pasó a ser un trabajo fijo, y en octubre del año pasado asumió como profesora jefe de un curso en una edad difícil, los 15 y 16 años. "Trato de resaltar sus cualidades positivas. No quiero que tengan que esperar a los cuarenta años, como yo, para darse cuenta de que son mujeres valiosas".
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