Valparaíso
La Quinta Región fue el motor de Chile el siglo pasado: en su puerto principal se fundó la primera bolsa de comercio y también el diario más antiguo del país. Todavía mantiene su impronta, con una capital regional que es Patrimonio de la Humanidad.
Paula 1180, Especial Aniversario. Sábado 15 de agosto de 2015.
La Quinta Región fue el motor de Chile el siglo pasado: en su puerto principal se fundó la primera bolsa de comercio y también el diario más antiguo del país. Todavía mantiene su impronta, con una capital regional que es Patrimonio de la Humanidad.
El anticuario más antiguo
Sus orígenes datan de 1936 cuando era una elegante tienda de decoración y hoy es el anticuario más grande, antiguo y valorado del puerto. Su dueño, Humberto Lagazio (95), invita un café a su clientes para conversar de la historia de los más de 2.500 objetos antiguos –entre cuadros, esculturas, espejos, candelabros y muchos otros– que tanto lo enorgullecen. "Conozco cada material y el origen de todo lo que hay en este palacete", dice, mientras observa unos moros venecianos que asegura cuestan 200 mil dólares y que desde hace 60 años no ha querido vender. Av Independencia 1978, Valparaíso. www.lagazio.cl V.R.
Lo más apetecido de la región
Carnes de Casablanca
Atendida por su dueño, la carnicería de Eleodoro Valenzuela –Don Lolo– ofrece desde hace más de 40 años carnes sin una pizca de químicos ni conservantes y productos elaborados artesanalmente a partir de cerdos escogidos y faenados por él. Hay longanizas, prietas y malayas, pero el hit son sus arrollados ($ 5.950 el kilo), para muchos, los mejores de Chile. Matucana 252, Casablanca. www.donlolo.cl
Paltas de Quillota
Aunque es de origen centroamericano, la V Región reúne las mejores condiciones para su cultivo, sobre todo en las localidades de Quillota, Limache y La Cruz, gracias a sus altas temperaturas durante el día y escasez de heladas. De ahí que cerca del 70% de las paltas de Chile crezcan aquí y sean más ricas: "Por el clima, poseen una gran cantidad de ácidos oleicos, que son los que le dan su intenso sabor", explica Raúl Ferreyra, Ingeniero Investigador del Inia.
Cerveza de Granizo
Cerca del Parque Nacional La Campana, en la comuna de Granizo, la microcervecería del mismo nombre se ha hecho fama por sus innovadoras cervezas, algunas guardadas en barricas y elaboradas con energía solar. "Es el mejor ejemplo de los nuevos cerveceros en Chile", dice el sommelier Pascual Ibáñez, autor de la Guía de la Cerveza, quien eligió a la Bohemian Lager de Granizo como la mejor en su categoría. $ 2.000 en Beervana (Los Leones 106, Providencia). www.cervezasgranizo. com C.G.
Emblema regional
Palma chilena
De tronco liso y grueso, la Jubaea chilensis es endémica de la Zona Central de Chile y subsiste principalmente en los palmares de Ocoa, uno de los últimos bosques naturales de esta palma, con 62.000 ejemplares, declarado Reserva Mundial de la Biósfera en 1986. En todo Chile no quedan más de 120.000 ejemplares adultos de esta especie.
Los autores porteños del momento
Natalia Berbelagua (1985): se hizo conocida con los cuentos eróticos de Valporno, luego presentó los relatos La bella muerte y acaba de publicar Domingo (Tadeys), breves fragmentos que cuentan su vida a través de anotaciones domingueras. Una escritora potente que no teme destemplarse.
Gladys González (1982): esta poeta ligada a los márgenes y a una especie de ternura punk, lanzó el año pasado Calamina (Calabaza del Diablo). En sus poemas porteños observa con igual perplejidad la muralla descascarada de la pieza, la leche en polvo o las olas que golpean la costanera.
Cristobal Gaete (1983): los tres libros de este prolífico escritor son una suerte de depuración imaginaria de la ciudad: Valpore (Emergencia Narrativa) habla de "la paranoia social del margen hacia arriba de los cerros, protagonizado por vagabundos intelectuales y crápulas"; Paltarrealismo (Cinosargo), parodia los discursos oficiales;y Motel Ciudad Negra (Hebra) es "un río de imágenes y vehemencia estilística". M.F.
Reciclaje:
Juguetes de trapo Huila
Después del incendio de Valparaíso el año pasado, llegaron de todo Chile fardos de ropa para los damnificados. Pero los siniestrados no tenían casas donde guardar las prendas ni menos máquinas donde lavarlas. Para que esa ropa no terminara en basurales, una agrupación de mujeres porteñas se organizó –bajo el nombre de Huila– para hacer caballitos de palo, muñecas de trapo y pantuflas de trapillo, que hoy venden en el Bazar Puta Madre. Desde $ 7.500. Almirante Montt, 42. A.L.
Diseños con historia
La diseñadora Carolina Arias busca en las esquinas porteñas y en la basura, objetos que transforma en piezas de diseño, como los abrigos que creó con el antiguo telón del Teatro Real de Valparaíso. Hace poco, dio con unos saldos de zapatos de niño de cuero vendidos en los 60 por la antigua Zapatería Cervantes. Los restauraró uno a uno, vendió 30 pares y el resto se los compró el Museo de la Moda. Sus creaciones las vende en Bazar La Pasión, Almirante J. Montt 1, cerro Concepción. A.L.
Valparaíso(s)
Por Agustín Squella
"Ciudad frágil como la arquitectura espontánea de sus cerros. Ciudad azotada por el viento sur durante el verano y por el temporal en invierno", escribe Agustín Squella sobre la ciudad donde estudió y trabaja.
Abogado, académico y escritor, Agustín Squella nació en Santiago (1944), pero vive en Viña del Mar desde siempre y ha hecho gran parte de su vida en Valparaíso.
Valparaíso no es la ciudad mágica que dicen las agencias de turismo; es una ciudad loca, loquísima, disparatada, y tiene tanto el atractivo como los problemas de quien no está en su sano juicio. Ciudad nunca fundada, en ello está una de las claves para entenderla. Valparaíso "un día nace allí sencillamente", dejó cantado el Gitano Rodríguez, y el nombre que le dio Juan de Saavedra fue en honor a Valparaíso de Abajo, una localidad de Castilla, donde hay también, como es lógico, un Valparaíso de Arriba. Pero no, nuestro Valparaíso, cuando fue nombrado por primera vez en castellano, tuvo que serlo por Valparaíso de Abajo. Algo que también cuenta a la hora de entenderlo, porque se trata de una ciudad sube y baja, como sus ascensores, aunque hace ya tiempo que está detenido en la parte baja del montacargas del tiempo. Ciudad frágil como la arquitectura espontánea de sus cerros. Ciudad azotada por el viento sur durante el verano y por el temporal en el invierno. Ciudad de neblinas y escaleras. De incendios y naufragios. Ciudad que huele a salado y a café y galletas en el barrio El Almendral. Ciudad loca que contó con una enorme roca frente al mar que utilizaban los suicidas por penas de amor (la célebre Piedra Feliz), hasta que un alcalde emprendedor, para terminar con los suicidios, decidió volarla con dinamita. Valparaíso es hoy Valparaísos. Ciudad habitada, ciudad puerto, ciudad turística, ciudad patrimonial, ciudad universitaria. Bien que sea así. Pero esos varios Valparaíso no conversan entre sí y menos se ponen de acuerdo acerca del futuro. Eso, junto a la pobreza, es lo peor de la hora actual de Valparaíso.
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