35 días: la cuenta regresiva de los convencionales para preparar sus campañas

Convención Constitucional

En medio de la recta final del proceso constituyente, entre los convencionales comienza a hacerse presente la preocupación por la campaña previa al plebiscito de salida. Desde la izquierda reconocen que la derecha está más avanzada en esta materia, pero argumentan que no tienen tiempo para preparar una campaña en este momento. Sin embargo, cuentan que es una opción hacer un despliegue por distrito entre los constituyentes que están por el Apruebo. Desde el Colectivo del Apruebo, por otra parte, revelan que se desintegrarán apenas termine la Convención.


La semana pasada, bajo la consigna “Vamos por la Constitución de los derechos”, los presidentes de partidos y movimientos de Apruebo Dignidad, junto a algunos de sus convencionales, manifestaron su respaldo al borrador de la nueva Carta Magna que redactó la Convención Constitucional.

Días antes, el 15 de mayo, el convencional Pedro Muñoz (Colectivo Socialista) participó de lo que denominó como el primer comando del Apruebo en Valdivia.

En la otra vereda, los convencionales Martín Arrau (UDI), Ruth Hurtado (Partido Republicano) y Eduardo Cretton (UDI) aprovecharon el fin de semana pasado para recorrer distintas comunas de La Araucanía con el objetivo de realizar charlas críticas sobre el contenido del proyecto de nueva Constitución.

Conversatorios, encuentros ciudadanos y despliegue territorial son algunas de las actividades que, por estos días, buena parte de los convencionales desarrolla a lo largo del país, aprovechando que 66 de ellos no pertenecen a ninguna comisión. Quienes participan de estas actividades -que forman parte de una etapa de precampaña-, enfatizan que se limitan a un plano informativo, debido a que aún faltan 35 días para que se disuelva la Convención y, por lo tanto, para que legalmente puedan hacer campaña por el Rechazo o el Apruebo de cara al plebiscito del 4 de septiembre.

En el intertanto, de forma paralela al despliegue informativo, se han tomado las primeras definiciones sobre el periodo de campaña. Sin embargo, la carga de trabajo y el hecho de estar fuera del ex Congreso ha complejizado la posibilidad de formar una estrategia. De hecho, algunos de los colectivos ni siquiera tienen claro cómo financiarán sus respectivos espacios.

Eso sí, entre los colectivos de derecha tienen mejor delineado lo que esperan de la campaña.

Por ejemplo, los partidos de Chile Vamos el próximo 4 de junio harán sus consejos generales para fijar la postura oficial sobre el Rechazo, para marcar distancia con las declaraciones individuales de directivos o parlamentarios. Así, se daría un paso significativo de su actual postura, que es esperar a las últimas definiciones del borrador de nueva Constitución antes de abiertamente llamar a votar en contra de la nueva Carta Fundamental.

En cuanto a la campaña, desde RN-Evópoli-IND reconocen que la estrategia no está completamente definida. Sin embargo, cuentan que, a medida que el borrador avanzaba, se “alinearon” con personas y organizaciones sociales. Este diseño, según explican, será uno de los pilares fundamentales de la campaña del Rechazo, puesto que entre los partidos -al menos la UDI, RN y Evópoli- es común la idea de que ellos no deben, en ningún caso, ser los rostros de la campaña.

Por eso, actualmente mantienen diálogos con agrupaciones de evangélicos, católicos y agricultores, entre otros. “Hay conversaciones con ellos y están muy preocupados. Cada uno de ellos está viendo cómo puede desplegarse, porque son organizaciones que no tienen mucha experiencia en campañas a nivel nacional. Los partidos queremos que las organizaciones sociales hagan su trabajo en la forma más independiente posible, que no se contaminen con los partidos políticos”, insisten en el colectivo de RN-Evópoli-IND.

Eso sí, en el caso de la UDI está definido que un grupo de convencionales tendrá la tarea de recorrer el país para mostrar el contenido de la propuesta. Entre ellos, se ha definido a Constanza Hube, Katherine Montealegre, Felipe Mena y Ricardo Neumann, Marcela Cubillos, Cretton y Arrau.

Además, desde este partido descartan contar con agencias o comandos por el momento. Argumentan que no se quieren aventurar a hacerlo demasiado pronto, pues desconocen cómo será la campaña en cuanto a las exigencias del Servel y el financiamiento.

Asimismo, tampoco es claro cómo funcionará la franja televisiva por el plebiscito. Hasta el momento, lo único que ha definido el CNTV es que habrá dos bloques de 15 minutos cada uno: por el Rechazo y por el Apruebo, y que se transmitirá entre el 5 de agosto y el 1 de septiembre.

Este desconocimiento respecto a las condiciones de la campaña es compartido por los colectivos de izquierda. “Nuestro trabajo termina el 4 de julio. Después no sé si hay algo contemplado. Hasta donde tengo entendido, no hay formas de financiamiento de esta campaña, a menos que la asuman los partidos políticos, pero eso no lo tengo claro”, señala Ramona Reyes, del Colectivo Socialista.

Para cada uno de los colectivos en un elemento a considerar que, tras el 5 de julio, los convencionales dejarán de recibir sus remuneraciones correspondiente a sus funciones, por lo que muchos tendrán que buscar trabajo o retomar las actividades que desempeñaban antes de asumir el cargo.

No obstante, pese a que no hay claridad sobre cómo ejecutarla, una campaña territorial de dos meses está confirmada. “La mayoría vamos a dedicarnos a hacer dos meses de campaña. Estamos preocupados porque no hay financiamiento para hacerla, y vamos a tener que desplazarnos”, sostiene Reyes. En su caso, agrega, la campaña sería costeada con recursos propios.

Además, desde el Colectivo Socialista afirman que se ha conversado con otras colectividades sobre la idea de hacer una campaña transversal por el Apruebo por distritos -sin la derecha, precisan-. Así, los convencionales que estén por esta opción de cada distrito se congregarían para promoverla. No obstante, enfatizan que solo es una iniciativa, y que aún no se llega a un acuerdo formal entre los colectivos para realizarla de esta forma.

En el caso del Frente Amplio, explican que no hay definiciones avanzadas sobre qué hacer después del 5 de julio. Dicen estar concentrados en el despliegue territorial, aunque de forma paralela también toman contacto con los partidos para definir el despliegue que vendrá después. Indican que es una discusión abierta: podrían hacer campaña como colectivo o podrían sumarse a una gran campaña por el Apruebo -como sugieren los socialistas-.

Sobre la última opción, la convencional Giovanna Roa (FA) manifiesta: “(Buscamos) todas las colaboraciones posibles. La campaña por el Apruebo no le pertenece a un solo colectivo, es un esfuerzo conjunto que requiere coordinaciones transversales”.

Apruebo Dignidad (conglomerado que agrupa al FA y al PC) actualmente participa de una “coordinación nacional del comando del Apruebo”, cuyos esfuerzos están puestos en “generar una red de formadores capacitados para el despliegue territorial” por medio de comandos regionales. Si bien los constituyentes de Apruebo Dignidad no son parte de la coordinación del comando, sí colaboran con charlas y “labores pedagógicas” relativas al proceso constituyente, como lo hicieron en Antofagasta.

Desde el Colectivo del Apruebo -el grupo cercano a la ex Concertación-, en tanto, señalan que este grupo es algo instrumental, que terminará el 5 de julio, por lo que cada uno de sus siete convencionales hará campaña por su cuenta -y solo si así lo desean-. Cabe destacar que, hasta el momento, este colectivo no ha dado garantías sobre si aprobará o rechazará el texto.

El dilema de los independientes

A diferencia de los socialistas, el Frente Amplio y la derecha, los independientes no tienen cómo financiar sus campañas. No obstante, no se quedarán de brazos cruzados. Por ejemplo, en el caso de Pueblo Constituyente, ellos destacan que durante el proceso han sido acompañados por asambleas y organizaciones ciudadanas con despliegue territorial. “Eso va más allá de nosotros como figuras haciendo campaña. Ahora tenemos que integrarnos a esos espacios”, explican.

“Muchos venimos de organizaciones sociales y tenemos ese mandato, entonces ahora hay que integrarse, pero también tenemos que reunirnos para ver el despliegue desde la figura Pueblo Constituyente”, agregan. Además, y a diferencia del Colectivo del Apruebo, este grupo de independientes sí planea mantenerse unido durante la campaña.

Los Independientes No Neutrales, por otro lado, están menos preparados. Descartan tener planes de campaña, pues están enfocados en su trabajo en las comisiones de Armonización y de Normas Transitorias. Algunos de los convencionales de este colectivo incluso ríen cuando son consultados por su estrategia de despliegue, pues consideran que es algo lejano, aunque dejan de hacerlo cuando se les menciona que quedan 35 días para comenzar. “Solo sabemos que vamos por el Apruebo”, puntualizan.

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