Claves de una segunda vuelta tensa
En las once elecciones que definieron en balotaje a su gobernador para los próximos cuatro años la lógica local pareció imponerse en los triunfos de la RM y Valparaíso, pese a la preocupación de las cartas oficialistas por el mal momento del gobierno. Aunque sólo conquistaron una de las regiones más importantes en disputa -Biobío- Chile Vamos logró sacudirse el desastre electoral de 2021 y pasó a liderar seis gobernaciones.
1.- El plebiscito que no fue
Aunque sea inconfesable en el oficialismo se respira con tranquilidad. Hasta el inicio del conteo continuaba la preocupación de cuanto podían influir en los votantes las fatídicas semanas que ha vivido el gobierno desde que se hiciera pública la denuncia por violación y abuso sexual en contra del exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve -hoy en prisión preventiva en Capitán Yaber- y, sobre todo, el controvertido manejo del caso que hasta hoy tiene a La Moneda dando explicaciones. Los mismos candidatos de centroizquierda que cargaban la bandera del oficialismo se preocuparon durante la campaña de marcar fuertes distancia con el gobierno de Gabriel Boric. Pero la jornada terminó con un sabor más que dulce para las filas gobernantes: Claudio Orrego (ex DC) se impuso con tranquilidad en la RM y Rodrigo Mundaca (ind-FA) hizo lo propio con solidez en Valparaíso. Ya esas victorias servían para que el oficialismo terminara más que satisfecho el conteo, pero además sumó las gobernaciones de Antofagasta, Atacama, O’Higgins, Ñuble y Los Ríos. Todo cuando la primera jornada -del 27 y 28 de octubre- les hizo retroceder en municipios y concejales y en medio de uno de sus peores momentos de La Moneda. Se añade que en los gobiernos regionales los diez nuevos jefes regionales oficialistas sólo tienen mayoría en tres consejos: Antofagasta, Atacama y Magallanes; en uno empate (Los Ríos) y en seis tiene mayoría la oposición.
2.- Avance de la derecha
La primera elección de gobernadores -en mayo de 2021- se recuerda como una de las peores jornadas electorales de la derecha: en gobernadores eligieron uno de los 16 jefes regionales, Luciano Rivas en La Araucanía. La paradoja es que el mismo Rivas perdió la reelección a manos de René Saffirio, un ex DC que a diferencia de Claudio Orrego el oficialismo no puede contar como uno de los propios. Pese a que no se cumplieron las expectativas opositoras -que contaban con que la cuestionada gestión de La Moneda les permitiera sumar una victoria contundente a nivel país- el balance agrega cinco gobernaciones para Chile Vamos (Arica, Coquimbo, Maule, Biobío y Los Lagos), ya habían obtenido Aysén en primera vuelta y conquistan la primera mayoría nacional en porcentaje de votos con Sergio Giacamán que terminó humillando al exsenador exPS Alejanandro Navarro.
3.- Fuera PC y Republicanos
Ya fuera de los gobiernos regionales que se impusieron en primera vuelta, en el balotaje el PC y los Republicanos iban a disputar el honor electoral en una región los primeros y en dos los segundos. La fortuna no los acompañó en ninguna de las competencias. En Coquimbo el candidato comunista Javier Vega obtuvo 37% de la votación siendo superado ampliamente por la carta de Chile Vamos, Cristóbal Julia (63%). Los republicanos -en tanto- vieron la derrota en O´Higgins de Fernando Ugarte a manos del actual gobernador socialista Pablo Silva y en la “batalla de las derechas” en Los Lagos se impuso por estrecho margen el candidato de Chile Vamos Alejandro Santana a Claudia Reyes. El cuadro levanta una incógnita sobre el desempeño electoral de los partidos de los extremos del arco político.
4.- Se imponen favoritos y no hay mujeres
La gran mayoría de los 12 candidatos a gobernadores que alcanzaron primeras mayorías en la primera vuelta de octubre pasado mantuvieron el favoritismo en el balotaje. Con una excepción: Pedro Álvarez- Salamanca (UDI) que se impuso a la actual gobernadora Cristina Bravo. La derrota de Bravo se sumó a la de todas las candidatas mujeres que habían pasado a segunda vuelta y que no consiguieron asegurar un triunfo: Marcela Hernando (PR), María José Hoffmann (UDI) y Claudia Reyes (Republicanos). El cuadro general también esconde un fuerte respaldo a los gobernadores que buscaban la reelección, ya que mostró un alto porcentaje de elegibilidad: de los 13 que repitieron la aventura, nueve resultaron reelectos y en las zonas en que los tres jefes regionales que no compitieron (Coquimbo, Bíobio y Los Lagos) hubo cambio de mano y se impusieron los representantes de oposición.
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