Convención aprueba declaración que establece que “la nueva Constitución se redacta en un contexto de Emergencia Climática y Ecológica”

La Convención Constitucional aprobó este lunes una declaración que apunta a reconocer que “la nueva Constitución se redacta en un contexto de Emergencia Climática y Ecológica” y plantea compromisos al respecto en el trabajo de redacción de la nueva Carta Magna.

La solicitud, que fue visada por 137 votos a favor, 3 en contra y 9 abstenciones, expuso una serie de antecedentes para fundamentar la petición.

Entre ellos, que “Chile cumple con 7 de los 9 factores de vulnerabilidad definidos por Naciones Unidas. La temperatura del país está aumentando a un ritmo promedio de 0,23ºC por década, las lluvias disminuyen 4 milímetros al año y el desierto avanza hacia el sur en 0,5 km. anuales. El 87% de los glaciares del país han experimentado disminuciones de masa o volumen; mientras que el 70% de los embalses presentan déficit y 101 comunas han sido declaradas en escasez hídrica”. A lo que se suma, según el texto, que “el Cambio Climático además está alterando los patrones de precipitación y el ciclo hidrológico. Esto conlleva tanto a una mayor intensidad de las precipitaciones e inundaciones asociadas, a modificaciones en la elevación de la isoterma O disminuyendo la acumulación de nieve, así como también a sequías más intensas dependiendo de la geolocalización de las diferentes regiones (...)”.

Bajo ese contexto, y apelando a un rol del órgano constituyente, la declaración agrega: “la Convención Constitucional al ser un poder constituyente del Estado, tiene un rol político crucial dentro de esta crisis, por lo cual se insta a declararse en estado de Emergencia Climática y Ecológica y actuar de acuerdo a esto. Entendiendo que construir las bases y acuerdos para un nuevo pacto social y con la Naturaleza, es el actual desafío y la oportunidad histórica de hacerse cargo de esta realidad para que las sociedades en la Tierra persistan”.

En concreto, la aprobación se traducirá en tres puntos. El primero, reconocer precisamente que la nueva Constitución se escribe en un contexto de Emergencia Climática y Ecológica, “por lo cual, debe tener presente, en todas las comisiones y propuestas que elabore, los elementos constitutivos para dar resguardo a la Naturaleza y las comunidades frente a los efectos adversos del cambio climático antropogénico, a través de garantías de educación ambiental, prevención, precaución, no regresión, mitigación, adaptación, transformación para enfrentar la Crisis Climática y de los Ecosistemas”.

El segundo apunta al compromiso de “implementar de manera plena la Petición Convención Constitucional Sustentable, adherida por 118 convencionales en ejercicio, a modo de resguardar que la Convención Constitucional sea sustentable en su funcionamiento”.

Y, el último, relativo a “generar un hito público junto a la sociedad civil, para presentar y declarar por medio de un comunicado oficial a la Convención Constitucional en estado de Emergencia Climática y Ecológica”.