Críticas a administración de Piñera por el estallido social, a empresarios por la reforma tributaria y elogios a Bachelet: la charla de Boric ante La Sorbonne
En su discurso en la universidad parisina, el Mandatario aludió a declaraciones del gobierno anterior. También abordó la corrupción, manifestando que en esos casos el poder más que reaccionar a la defensiva, debería hacerlo con transparencia. Respecto a los empresarios dijo: ”Hace un par de meses había consenso en el mundo empresarial que era necesario una reforma tributaria. Hoy día, después de las elecciones del Consejo Constitucional, se sintieron empoderados y decidieron dejar de lado ese consenso, yo creo que es pan para hoy hambre para mañana".
Un discurso en tono distendido fue el que dio el Presidente Gabriel Boric este jueves en la histórica universidad parisina de La Sorbonne, en medio de su gira por Europa.
En la charla, el Mandatario deslizó críticas a la administración del expresidente Sebastián Piñera por declaraciones previas al estallido social; a los empresarios chilenos por la falta de consenso en la reforma tributaria, elogió a la expresidenta Michelle Bachelet por su intento de una nueva Constitución en su mandato y ratificó su postura en materia de política exterior durante la gira a Europa. Esto último tras las críticas de su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, por el llamado que hizo en la cumbre de la Celac -UE por la agresión rusa a Ucrania.
“Ustedes se acordarán que antes del estallido social hubo una serie de declaraciones, para ser elegante, desafortunadas, de autoridades de la época, que hablaban de Chile como un oasis en América Latina, de que era bueno levantarse temprano para ir al consultorio, que la gente se levantaba temprano para ir a socializar al consultorio, no porque en verdad la salud pública no estuviera funcionando, cuestiones de esas características. Creo que durante mucho tiempo en nuestro país nos mareamos con un discurso oficial en donde presentábamos hacia afuera los grandes éxitos de Chile -que son ciertos, y de los cuales vale la pena enorgullecernos- pero que no son suficientes en sí mismo para sostener la cohesión social”, planteó el Mandatario.
La frase del Presidente apuntaba -sin nombrarlo directamente- a su antecesor (Piñera), quien a inicios de octubre de 2019, semanas antes de que llegara el estallido social, aseguró que Chile era “un verdadero oasis” dentro de una “América Latina convulsionada” en materia política.
También sin mencionar directamente el nombre, la referencia a los consultorios alude al exsubsecretario de Redes Asistenciales de Piñera, Luis Castillo, quien en julio de 2019 aseguró que los pacientes van temprano al consultorio porque es “un elemento social, de reunión social”. Los dichos -sumado a otros factores- le terminaron costando el cargo.
La máxima autoridad del país también tuvo palabras de reconocimiento para Bachelet -de quien reconoció haber sido “contrario” a su gobierno-, por su intento en 2018 de que se redactara una nueva Constitución.
“Quiero destacar el segundo mandato de la Presidenta Bachelet. Yo fui contrario a su gobierno, era uno de los pocos diputados que por izquierda critica la reforma laboral, el sistema de gratuidad que se había instalado, y creo que era bueno empujar. Pero la Presidenta Bachelet hizo un esfuerzo que es digno de encomio, que fue trata de abordar el problema de desigualdad lacerante que teníamos en Chile”, dijo en referencia a ese fallido proyecto constitucional.
En esa misma línea, lanzó una crítica a Andrés Chadwick, quien fuera ministro del Interior de Sebastián Piñera.
“Y cómo reaccionó después el otro sector político en Chile, la derecha. Hay un momento que yo temo que políticamente olvidemos, y es cuando el ministro del Interior del recién asumido Presidente Piñera va a un foro con empresarios, a la Enade, y dice ‘hay muchas cosas que queremos cambiar, pero hay cosas que no queremos cambiar y algo que no queremos cambiar es la Constitución y el proyecto que presentó la Presidenta Bachelet lo vamos a meter en un cajón’, y hace el símbolo de meter la Constitución en un cajón”, recordó Boric.
Y agregó: “Yo creo que durante el estallido social y en los últimos años se deben haber arrepentido mucho de pensar de esa manera”.
Otro de los temas que abordó el Mandatario en su intervención fue la corrupción, manifestando que es lo que genera mayor desconfianza en las personas y crea distancia con las instituciones.
“La corrupción en la toma de decisiones se produce, no solamente cuando se certifica la comisión de un delito tipificado en el código respectivo de un funcionario público, sino también cuando las decisiones públicas se toman en función del interés privado”, sostuvo.
En esa misma línea, Boric dijo que “muchas veces cuando suceden casos de corrupción, desde el poder se reacciona a la defensiva, y creo que nosotros tenemos que reaccionar, no a la defensiva, sino con mucha transparencia, preguntándonos cómo lo hacemos para que este interés colectivo sea el que siempre prevalezca”.
A la vez, el Presidente afirmó que “tenemos que mejorar los mecanismos de control de transparencia en la toma de decisiones públicas, pero creo que el verdadero desafío (...) está en que entendamos también la lucha contra la corrupción, como una lucha por una democracia más participativa e influyente, en los que participen en la toma de las decisiones públicas todos los potenciales afectados por esas decisiones”.
También abordó posturas que tenía en el pasado y que se han modificado en el tiempo al abordar una reunión con la directora de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala.
“Tuve la oportunidad de reunirme en Bruselas con la presidenta de la OMC”, dijo, relatando: “yo de estudiante, la imagen que tenía de la OMC era una institución servil del capitalismo”.
Ahí hizo una pausa, asegurando entre risas que su frase era el tipo de “cuñas problemáticas”, por lo que iba a buscar “contenerse”.
Luego continuó: “La directora de la OMC me decía que a ella cuando le ofrecieron la dirección general, ella también tenía desde cerca intuiciones parecidas, pero lo bonito fue entender que depende nosotros como comunidad cambiar las cosas”.
El Presidente se refirió también a los resultados del plebiscito constitucional relatando una experiencia personal: “La política se trata de convencer, a veces hay gente que me saluda y me dice ‘compañero, yo soy orgulloso del 38%’, yo digo: si nos quedamos en el 38% vamos a seguir siendo minoría, por lo tanto, tanto orgullo… Yo no quiero ser minoría, yo quiero ganar, estamos en política para ganar, no solamente para dar testimonio. Y ganar significa también que no todas las posturas, no todos los postulados que tenemos desde el minuto cero se van a concretar tal cual, significa una conversación”.
Al abordar la necesidad de combatir las desigualdades y también aludiendo a la elección que desechó la propuesta de nueva Constitución redactada por la extinta Convención Constitucional, lanzó una crítica al empresariado.
“Necesitamos en Chile encontrar un consenso respecto del camino de desarrollo de largo plazo que tenemos. Eso pasa, creo yo, por reducir las desigualdades”. ”Hace un par de meses había consenso en el mundo empresarial que era necesario una reforma tributaria. Hoy día, después de las elecciones del Consejo Constitucional se sintieron empoderados y decidieron dejar de lado ese consenso, yo creo que es pan para hoy hambre para mañana”, afirmó el Presidente.
En un tono distendido, como fue la tónica de su charla, Boric se refirió también a las redes sociales y como dificultan los espacios para el diálogo con quienes piensan distinto.
“La política de lo que se trata es del arte de ponerse de acuerdo con quien piensa distinto a uno, de eso se trata la sociedad, yo no quiero vivir con quien solamente piense igual que yo. Y ahí tenemos un problema en las redes sociales que nos van estimulando eso. Mi algoritmo de Instagram es terrible, me muestra puros asados, cuestiones de fútbol y cuestiones de política, como para que me junte y empiece a seguir a más personas que hacen exactamente lo mismo. Yo quiero conocer de gatos a veces, me interesa algo de otro tipo de música, conocer otras cosas, preguntarme otras cosas, necesitamos complementariedad, no uniformidad y eso es algo que también otorga la democracia”, recalcó entre risas del auditorio.
Otro momento que generó carcajadas en los presentes, y en el propio Presidente, fue cuando, mientras se refería al concepto de solidaridad, utilizó la frase “democracia viva”, nombre de la fundación que hizo saltar las alertas sobre las transferencias directas del Estado a organizaciones sin fines de lucro, y que desataron la actual crisis del gobierno.
“La solidaridad cuando se expresa institucionalmente también es signo de una democracia viva. No es el mejor nombre en este momento, pero…, de una democracia que late con fuerza”, dijo el Mandatario entre risas.
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