El quiebre de la oposición que desató la negociación por primarias

Oposición

El día después del fallido esfuerzo unitario del sector se agudizaron las recriminaciones de lado y lado, profundizando la ruptura de confianzas. En La Moneda y en el oficialismo sacan cuentas alegres de la división opositora.


Una mañana marcada por la desazón del fracaso tuvieron este jueves varios dirigentes de la oposición. El día después de que no lograran un pacto unitario de primarias para las elecciones de gobernadores regionales y se terminaran dividiendo en dos bloques, decantaron las lecturas políticas y se agudizaron las recriminaciones de lado y lado, dejando aún más en evidencia el quiebre de confianzas del sector.

Mientras que el Frente Amplio se desplegó en diversos medios para aclarar por qué se retiraron de la sede del Partido Socialista -centro de las negociaciones del sector- e inscribieron sus primarias aparte del resto de la centroizquierda, sus pares de la Convergencia Progresista y la Democracia Cristiana -quienes firmaron alianza con Ciudadanos y el PRO- profundizaron su intento por responsabilizar a su contraparte de la derrota autoinfligida.

A su vez, en Unidad por el Cambio algunos lamentaron en privado lo que vieron como una verdadera “traición” por parte del Partido Progresista (PRO). En esa colectividad, en tanto, relevaron el rol que jugó Marco Enríquez-Ominami en las negociaciones que terminaron con su partido divorciado de sus socios y pactando con la ex Concertación. El excandidato presidencial defendió que el PRO se sumara a los esfuerzos unitarios y no quedara aislado junto al PC y el FRVS.

En el Partido Comunista su líder, Guillermo Teillier, desdramatizó la frustrada unidad opositora y aseguró que “no todo se ha terminado”, apuntando a buscar alianzas por omisión con el Frente Amplio y el resto de la izquierda. Pese a que algunos aseguran que los comunistas quedaron nuevamente aislados, al interior de ese partido esto es visto como una oportunidad para un mejor despliegue de su principal carta presidencial: el alcalde Daniel Jadue.

En Ciudadanos la firma del pacto con la ex Concertación también trajo recriminaciones internas. “Esto es Venezuela en un partido político”, dijo un miembro del consejo nacional, quien aseguró que María Ignacia Gómez, la presidenta de la tienda, no tenía las facultades legales ni el respaldo de las bases para plegarse al acuerdo. Desde la directiva, sin embargo, descartaron cualquier irregularidad en el proceso.

Mientras en La Moneda y el oficialismo sacan cuentas alegres de la división opositora, pese a que en ese sector también estuvieron a punto de fracasar las tratativas.

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