El quiebre que dejó la conmemoración del 11-S entre la oposición y el gobierno
Luego de la conmemoración del Golpe de Estado -que dejó confrontaciones entre ambos sectores-, en Chile Vamos salieron a emplazar a La Moneda a desplegar su agenda.
Este martes gobierno y oposición se volvieron a ver las caras en el Congreso Nacional, luego de una tensa conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Una fecha que evidenció un quiebre entre ambos sectores, lo que se provocó tras una seguidilla de tensiones.
Luego de que el Presidente Gabriel Boric convocara a un compromiso transversal por la materia, desde Chile Vamos se restaron de firmar el escrito y de asistir a la ceremonia en La Moneda. Justamente por ello, el gobierno y el oficialismo criticaron a la UDI, RN y Evópoli por no acudir al llamado, mientras que durante la jornada dos ministros -Carolina Tohá (Interior) y Luis Cordero (Justicia)- criticaron en duros términos a la UDI por su propia declaración alusiva al Golpe.
“Me duele y me avergüenza”, dijo la titular del Interior, lo que desató la molestia del propio presidente de la UDI, el senador Javier Macaya, quien salió a responderle.
Lo cierto es que tradicionalmente la fecha divide a los dos sectores políticos, pero en esta oportunidad la tensión quedó de manifiesto por la impronta que le dio el Ejecutivo a la conmemoración y las críticas de la derecha al hito. De ahí que el Ejecutivo y la oposición llegaron con los ánimos crispados al Congreso Nacional, lugar donde se va a desplegar la agenda legislativa de La Moneda. “Las relaciones quedan bastante tensas”, dijo el jefe de bancada de los diputados RN, Frank Sauerbaum.
En este escenario, la oposición comenzará a emplazar al gobierno para que despliegue sus proyectos. “El gobierno tiene que volver rápidamente a una agenda que conecte más con la ciudadanía. Está comprobado que el tema de los 50 años le interesó a muy poca gente. El gobierno otra vez se desconectó muchísimo del ciudadano común”, recalcó Sauerbaum.
Mientras que su par de la UDI, Guillermo Ramírez, sostuvo que “el gobierno volcó todas sus energías en la conmemoración de los 50 años, dejando en espera a los temas más urgentes de los chilenos. En salud tenemos un récord de muertos en listas de espera. Esperamos que el gobierno vuelva a trabajar en los temas que a la gente le interesan”, mientras aludió a materias como seguridad, pensiones y el pacto fiscal.
En la derecha creen que el gobierno tuvo un tono muy duro con la oposición en la previa a la conmemoración del 11 de septiembre. Varios recuerdan que el mismo Presidente Gabriel Boric fustigó al sector por ausentarse de la actividad del lanzamiento del Plan de Búsqueda y que también criticó a uno de los fundadores de RN, el exministro Sergio Onofre Jarpa, por su vinculación con la dictadura militar.
En esa misma línea, en la oposición critican que La Moneda por un lado llame a la unidad, y por el otro ataque a la oposición. El secretario general de RN, el diputado Diego Schalper, dijo que “si seguimos capturados por una polarización insulsa que tiene cabreado a los ciudadanos los que terminan perdiendo en esa dinámica son los más pobres, porque son sus problemas los que terminan no estando sobre la mesa. El 11 de septiembre el Presidente lo transformó en una dinámica completamente confrontacional. Al menos desde la oposición vamos a esforzarnos por retomar el espacio de conversación en seguridad, pensiones y salud”.
Durante la sesión de sala del Senado de este martes, Macaya recalcó el punto tras la conmemoración y sostuvo “más que imponer verdades, el deber de un gobierno es garantizarle a todos la libertad que le corresponde. Esa es la oportunidad que se perdió esta semana (...) Hago un llamado humilde a dejar el quiebre institucional en la historia, y poner en el futuro urgencias actuales de los chilenos. Nuestras prioridades. No nos podemos dar el lujo de hacer vista gorda a la crisis de seguridad que vive Chile, el estancamiento económico de nuestro país”.
Y agregó: “Nuestro deber y esfuerzo es estar ahí. No son las divisiones, no son las peleas de trinchera, no es la imposición de verdades históricas y oficiales lo que los chilenos abogan de nosotros. Sino que son las soluciones, los acuerdos y las propuestas para enfrentar la crisis de seguridad, migratoria o el estancamiento económico lo que Chile necesita de nosotros”.
Mientras que el jefe de bancada del Partido Republicano, Agustín Romero, afirmó que “es necesario que a partir de hoy 12 de septiembre, el gobierno se ponga a trabajar en serio para enfrentar las urgencias sociales que sufren los chilenos, ya que durante todo este año, su foco estuvo en la conmemoración de los 50 años del pronunciamiento militar (...) En ese sentido, creemos que el Presidente Boric dañó las relaciones al intentar calificar entre buenos y malos en el marco de esta conmemoración, lo que claramente también afectó a la ciudadanía en su vida cotidiana”.
El diagnóstico en la derecha es que el Ejecutivo está en un escenario adverso. Terminado el 11 de septiembre, dicen, no tiene un gran tema a desplegar, y sus principales proyectos -la reforma de pensiones y el pacto fiscal- han encontrado resistencia en el Congreso Nacional. Considerando que en ambas cámaras el Ejecutivo no es mayoría, va a requerir de negociar con la derecha, por lo que en la oposición creen que eso los sitúa en una posición en que será La Moneda la que tendrá que acercarse.
La estrategia en la derecha es continuar con la agenda de seguridad y estar atentos a las señales que entregue Palacio. Por ejemplo, pondrán particular atención al discurso que realice Boric en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
De todas maneras, la línea que se continuará desde Chile Vamos es seguir siendo una “oposición constructiva” y, por lo mismo, transmiten que las relaciones no están cortadas. En ese sentido, este martes, en el almuerzo de bancada de RN, se zanjó que no colaborarán con la idea del Partido Republicano de interpelar a la ministra del Interior, Carolina Tohá, (por el costo de la conmemoración de los 50 años), mientras que desde la UDI enviaron señales el oficialismo.
Así, Macaya durante su discurso en el Senado pidió “excusas” por lo que consideró como desatinos de algunos referentes del sector, mencionando al diputado Sergio Bobadilla, quien puso en duda la veracidad de los informes Rettig y Valech.
En todo caso, no es la primera vez que se tensiona la relación de la derecha con el gobierno. El pasado 21 de julio la UDI condicionó los diálogos con La Moneda a una salida del entonces ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson. En esa oportunidad, también se bajaron de la mesa de pensiones. En enero de este año, en tanto, la tensión estuvo marcada por la decisión de Chile Vamos de bajarse de la mesa de seguridad del gobierno, tras la decisión de La Moneda de indultar a detenidos durante el estallido social.
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