Empatía es lo que más demandan hoy chilenos a sus líderes

Mucho se ha escrito que la falta de empatía reflejada en las frases de los exministros Juan Andrés Fontaine ("el que madruga será ayudado con una tarifa más baja en el Metro") y Felipe Larraín (…para los románticos ha caído el precio de las flores), y del exgerente de Metro Clemente Pérez ("cabros, esto no prendió"), atizaron el inicio del estallido social, el 18 de octubre.

En ese sentido, la Encuesta Movilización 2019, realizada por el Centro de Estudios Espacio Público junto a Ipsos a mil mujeres y hombres de 18 años y más de todas las regiones del país -entre el 22 y 26 de noviembre-, arrojó que la mitad de los encuestados estima que "la empatía y el conocer bien los dolores de las personas que viven en Chile" es la característica más importante que debiera tener un líder para conducir hoy una solución a la crisis.

En segundo lugar, un 19% menciona "liderazgo para lograr acuerdos entre autoridades políticas" y un 14% "mano firme para combatir la violencia". De ahí quizás que el excandidato presidencial José Antonio Kast y su fuerte defensa al actuar de Carabineros no haya capitalizado apoyo en esta crisis.

La empatía, como principal atributo deseable de un líder, se acentúa entre los jóvenes de 18 a 29 años, alcanzando un 60% de las menciones.

Para Alejandra Ojeda, gerenta del Área de Estudios Públicos de Ipsos, esta es una de las claves del nuevo orden social.

"En las últimas décadas los atributos que se han asociado a presidentes y políticos han estado definidos desde su capacidad de administrar, generar autoridad, transmitir energía y conocimiento, entre otros. Sin embargo, la ciudadanía hoy demanda como cualidad principal la empatía y el nivel de conocimiento de los temas relevantes para las personas (sus dolores), a lo que se agrega la capacidad de liderazgo y de generar acuerdos".

Respecto de las medidas que ayudarían a solucionar el conflicto, el 51% de las y los consultados menciona reforma a las pensiones; el 38%, aumento del sueldo mínimo, y el 28% estima que una reforma a la salud aplacaría el malestar social.

Sobre el futuro de las marchas y protestas, una amplia mayoría de los encuestados cree que el Acuerdo por la nueva Constitución -firmado el 15 de noviembre- no tendrá un impacto significativo sobre las movilizaciones. Al respecto, un 54% señala que las movilizaciones se mantendrán en el país; un 24%, que disminuirán, y un 19%, que aumentarán, tendencia que es transversal en todos los grupos socioeconómicos, de edad, regiones y sexo.

La encuesta consultó sobre los miedos asociados a distintos hechos ocurridos desde que estalló la crisis. Se observa que mayoritariamente ha existido temor por los saqueos o vandalismo (53%) y por desabastecimiento (52%), aunque el mayor grado de adhesión se encuentra frente a la frase acerca de que "lo ocurrido hasta ahora es necesario para generar cambios en el país" (68%).

El temor al vandalismo es particularmente bajo en la zona sur del país (43%) y en el grupo de edad de entre 15 y 29 años (45%). El temor al desabastecimiento, en tanto, ha sido particularmente alto en la zona norte del país (62%), en las personas de 50 años o más (63%) y en el grupo socioeconómico D/E (60%).

La encuesta muestra diferencias importantes en la forma en que se ha percibido la movilización según tramo etario. Los jóvenes se caracterizan por un fuerte apoyo a la movilización hasta que se obtengan respuestas concretas a las demandas que se han planteado. Mientras que las personas mayores de 50 años han experimentado con más intensidad sensaciones de temor, son menos optimistas con la movilización y menos críticos que el resto de grupos etarios sobre la actuación de Carabineros, entre otras diferencias.

Según Diego Pardow, presidente ejecutivo de Espacio Público, "estos hallazgos muestran la complejidad de la crisis. Hay dos grupos relativamente homogéneos: los jóvenes y los mayores. Las movilizaciones despiertan esperanzas de cambio entre los jóvenes, mientras que el miedo sería la sensación mayoritaria entre los de más edad".

Otro resultado fue que la presencia de militares para el resguardo del orden público generó temor en el 45% de la población. Los grupos más afectados por este temor fueron las mujeres (50%), los habitantes de la zona norte (54%) y las personas de entre 15 y 29 años (53%).

En cuanto al actuar de Carabineros, proporcionalmente las mujeres son más críticas que los hombres.