Juan Ignacio Latorre, senador RD: “Aquí no hay un cambio de rumbo respecto de las reformas del gobierno”
El presidente de Revolución Democrática aborda el cambio de gabinete que hizo el Presidente Gabriel Boric y la irrupción del Socialismo Democrático en el comité político. Asegura que la llegada de esa coalición al corazón del Ejecutivo no implica una renuncia al programa con el cual llegó el Mandatario a La Moneda. Eso sí, reconoce que no le gustaría que les pasara lo mismo que a Michelle Bachelet de caer en el "realismo sin renuncia".
Reconoce que le hubiese gustado que Giorgio Jackson siguiera en la Segpres y que así se lo hizo saber al Presidente Gabriel Boric. El senador y presidente de RD, Juan Ignacio Latorre, en esta entrevista aborda el cambio de gabinete que realizó el Mandatario y la situación en la cual quedó su coalición, Apruebo Dignidad, debido a la irrupción del Socialismo Democrático en el comité político. El parlamentario, en todo caso, desdramatiza eso y asegura que “el Socialismo Democrático tiene una ventaja de experiencia, de mayor tiempo y de mayor conocimiento de los parlamentarios de derecha, de haber gobernado antes y haber llegado a otros acuerdos anteriormente cuando fueron fueron gobierno”. De todas formas, recalca que la llegada de figuras como Carolina Tohá (PPD) y Ana Lya Uriarte (PS) no significa una renuncia al programa de gobierno.
¿Se inicia una nueva etapa en el gobierno con el cambio de gabinete?
Sin duda que hay un segundo tiempo. Recién este gobierno lleva seis meses y no ha tenido tregua. Le ha tocado un tiempo súper difícil político, económico, social, etcétera. Hay un nuevo tiempo. Este cambio de gabinete implica nuevos aires, implica nuevas fuerzas, implica también la necesidad de una mayor cohesión entre los bloques oficialistas y la necesidad de mayor diálogo democrático con sectores que estén disponibles a avanzar en el camino de reformas importantes. Yo sigo convencido de que la gente quiere reformas estructurales, pero al mismo tiempo quiere que sean fruto de acuerdos, con gradualidad, que haya un camino también de certezas.
¿Cómo toma el rebaraje de las fuerzas políticas en el comité político?
Lo primero es tener una mirada más global del cambio de gabinete, de este nuevo tiempo posplebiscito. El lunes conversábamos en el comité político ampliado con el Presidente que hay dos objetivos muy concretos de corto plazo. Lo primero, es reiniciar el debate por una nueva Constitución, eso implica un acuerdo político para tener una reforma constitucional y mucho diálogo con la oposición en un Congreso que es adverso, en donde no tenemos mayoría. Pero aquí no hay un cambio de rumbo respecto de las reformas programáticas del gobierno, algo que algunos han pedido, que casi que renunciemos al programa de reformas después del plebiscito. Eso va por cuerdas separadas y, por lo tanto, la apuesta de este nuevo diseño requiere construir de mejor manera esos acuerdos, cumplir las mayorías para tramitar las reformas, por lo tanto, el cambio de gabinete, en general, y en particular el comité político, tienen ese objetivo que es bien de corto plazo.
¿Tiene el Socialismo Democrático más herramientas que Apruebo Dignidad para construir esas mayorías?
Yo no lo pondría como que tiene más herramientas. Yo diría que acá lo que se necesita es que los dos bloques de la coalición de gobierno estén cohesionados y desde ahí salir a buscar las mayorías con la derecha. El Socialismo Democrático tiene una ventaja de experiencia, de mayor tiempo y de mayor conocimiento de los parlamentarios de derecha, de haber gobernado antes y haber llegado a otros acuerdos anteriormente cuando fueron gobierno. Desde el FA tenemos menos experiencia en eso, pero al mismo tiempo hay una cuestión de correlación de fuerzas. Somos minoría, entonces se requiere gente que... Además, en el caso del ministro Jackson, cuando estaba en Segpres estaba siendo muy criticado, muy golpeado por sectores oficialistas y por la derecha, por tanto eso se hacía inviable que él continuara en Segpres (...). No nos gustaría que pase lo que le pasó a Bachelet con la Nueva Mayoría cuando hizo cambio de gabinete después de caso Caval y SQM, y el realismo sin renuncia, que metió gente que parecía más bien adversaria, que atornillaban al revés, o de oposición al interior del gobierno. Yo confío en que las figuras que ha escogido el Presidente puedan representar una sensibilidad progresista, de avanzar en los cambios y de poner su experiencia a disposición para construir acuerdos de mayoría.
¿Cuánto compromete este cambio al cumplimiento del programa de gobierno?
Acá los bloques políticos no son homogéneos y por eso las figuras políticas y las personas son importantes. No da lo mismo cualquier persona. Una cosa es la representación partidaria y otra cosa es que las personas que se eligen para empujar las agendas o liderar los cargos estén en sintonía. Yo creo que Carolina Tohá ha demostrado en el último tiempo, lo hizo en la campaña por el Apruebo, tener una visión progresista a favor de los cambios. Ana Lya Uriarte es muy cercana a Bachelet, nosotros hacíamos esa distinción de ese sector del bacheletismo que quedó frustrado de alguna manera con esa experiencia de la Nueva Mayoría, cuando hubo un sector conservador que boicoteó el programa y atornillaron al revés. Entonces, son personas comprometidas con el proceso de cambio que vive Chile. Acá no hay una renuncia al programa de gobierno.
¿Fue un error el nombramiento del subsecretario de Educación Cataldo en la Subsecretaría del Interior?
Ahí tal vez faltó un chequeo más preciso. Yo desconocía ese movimiento específico de sacar a Cataldo de Educación para ponerlo en Interior, creo que ahí hubo un error. Fue bueno haberlo revertido a tiempo en vez de después tener que haberlo removido.
¿Queda conforme con el elenco, entonces?
Mirando el panorama global, quedo conforme. Estas son apuestas, habrá que ver el desempeño de cada una de las ministras, a veces ministros con mucha experiencia pueden cometer errores comunicaciones o de gestión política. Yo valoro y respaldo al Presidente Boric. Obviamente a mí me hubiese gustado que Giorgio Jackson quedara en el comité político, eso se lo manifesté al Presidente, pero bueno, él tendrá sus razones y eso podrá cambiar. Hoy día es relevante sacar la reforma de pensiones y por eso era importante mantener a la ministra del Trabajo ahí (en el comité político), con quien tenemos la mejor relación, y con el Partido Comunista tenemos una buena relación, pero el día de mañana eso puede cambiar y podría entrar eventualmente Giorgio Jackson (al comité político). Esas cosas las tiene que evaluar el Presidente. Nosotros confiamos en su criterio político, en el diseño que él estaba llevando adelante.
Lo positivo en el caso de Jackson es que su oficina queda en La Moneda, se queda en el centro del poder.
Giorgio Jackson tiene una relación de confianza con el Presidente y eso no va a cambiar por el hecho de que esté en la reunión de los lunes o no esté.
¿Por qué el Presidente hace una apuesta arriesgada de nombrar a personas que tienen flancos? Se lo pregunto por Tohá y su juicio de cuentas y por Uriarte y el caso Caval. De hecho, el propio Presidente fue muy crítico de Tohá con el tema de platas políticas. ¿Cambiaron los estándares del gobierno?
No. Los estándares de probidad, transparencia y anticorrupción siguen siendo algo muy importante para nosotros. Una cosa es la historia para atrás y la impugnación que se hizo en su momento y otra cosa es que, bueno, hoy día están liderando un gobierno y necesitan personas que estén a disposición, pero sobre todo que estén a disposición para empujar el programa de transformaciones.
¿Usted sigue creyendo que debe ser una Convención el órgano llamado a continuar el proceso tal como dijo el Presidente Boric? Marcos Ilabaca señaló que a lo mejor la gente está tan aburrida del proceso que no quiere una nueva Convención.
Ayer conversamos con los presidentes de partidos y entendemos que la opinión de Ilabaca es una opinión personal, legítima que él tiene, pero no representa la posición institucional del Partido Socialista. Acá el Presidente ayer mismo en el Comité Político Ampliado dijo que se la quiere jugar por una nueva Constitución nacida en democracia, respetando el mandato popular del plebiscito de entrada. No puede ser un diseño, como algunos están proponiendo, una consulta de expertos o incorporada por el Congreso o los partidos tradicionales, digamos, porque eso puede tener como consecuencia un problema de legitimidad social. Acá se requiere más democracia y no menos democracia.
¿Listas nacionales o regionales? ¿Los independientes de qué forma deberían participar, también los escaños reservados?
Para ser bien sincero, no tenemos una posición cerrada frente a esos temas. Estamos abiertos al diálogo, a que también los expertos electorales de los distintos partidos puedan decir cuál será el mejor mecanismo. Para los tiempos, el Servel ya fijó un tiempo de 125 días, a lo menos, para una nueva elección. O sea, habría que ver si sería en enero o en marzo. Pero yo sí creo que debería ser una Convención que trabaje durante el próximo año.
¿Cuál es el plazo para llegar a un acuerdo?
Es importante darle certeza a la ciudadanía de lo que viene, del camino grueso de un acuerdo político de voluntad política mayoritario para habilitar un proceso constituyente. Ojalá la próxima semana ya estemos cerrando un acuerdo de mayorías. El detalle se podrá seguir tramitando después y no hay problema que se demore la semana para que quede bien hecho.
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