Kena Lorenzini renuncia a Revolución Democrática en medio de investigación por acoso laboral y sexual en su contra

“He decidido no formar parte de esta organización y presentar mi renuncia indeclinable a la militancia de este partido político”. Esa es una de las frases de la carta con la concejala de Ñuñoa, María Eugenia (Kena) Lorenzini, dio a conocer este jueves su dimisión a Revolución Democrática (RD).

La renuncia se da en medio del desarrollo de investigaciones en su contra tras haber sido denunciada por acoso laboral y sexual reiterado.

“En los pasados meses he sido víctima de un linchamiento público del cual ustedes han participado activamente. Esta campaña tuvo origen en una frase equivoca mía, de tratar jocosamente, en forma inadecuada, de “esclava blanca” a mi asistente, todo ello en un espacio público en que ella no estaba presente. La frase le llegó por medio de terceras personas”, señala en el texto.

Más adelante en la misiva se lee: “Entiendo que ustedes tienen un problema en su génesis, su enorme dependencia de las redes sociales y, especialmente, de Twitter, y que en esos espacios la jauría de un pequeño grupo de allegados a RD ha pedido mi destrucción. Lo anterior no puede significar mi ejecución pública, por parte de ustedes, sin siquiera haberme dado la oportunidad de escucharme”.

En ese sentido, argumenta que un partido “no puede caer en la no escucha de su militancia” y que las prácticas seguidas por la colectividad “representan lo más añejo de la antigua política, aquello que la condujo al descrédito”.

Hace una semana, el Tribunal Regional Metropolitano de Revolución Democrática había resuelto suspender la militancia de la concejala.

La decisión de la colectividad implicaba que “se suspenden sus derechos y obligaciones como miembro de nuestro partido, quedando en consecuencia completamente desvinculada de nuestro territorial de Ñuñoa”.

Las denuncias provienen de una asesora (iniciales C.E de 28 años), quien llegó a trabajar con Lorenzini el 28 de junio pasado -día que asumía como concejala- tras postular a través de redes sociales al cargo.

De acuerdo a los antecedentes presentados por la denunciante, los problemas habrían comenzado a mediados de julio y desde ahí se habría provocado un efecto dominó con situaciones que decantaron en los procesos aclaratorios que hoy enfrenta la fundadora de Humanas y La Morada, instituciones que promueven los derechos humanos de las mujeres.

Estos hechos fueron constatados por el sumario realizado por la Municipalidad de Ñuñoa. Después de cuatro meses de investigación se determinó la veracidad de los hechos relatados por C.E y la vulneración a su integridad psíquica, antecedentes que fueron remitidos en octubre pasado.

“Se lograron acreditar situaciones constitutivas de maltrato laboral” es una de las conclusiones del documento emitido por la fiscal de la municipalidad, Alison Torres. Pero también “se comprobaron indicios de que la concejala María Eugenia Lorenzini tuvo conductas dañinas respecto de otras personas, lo que da cuenta de que la denunciante no es una víctima específica de la forma de ser o actuar de la concejala, sino que ella tiene comportamientos, palabras o gestos generalizados que degradan el clima laboral”.

Dos días después de conocerse el resultado de aquel sumario, RD comunicó la entrega de antecedentes al Tribunal Supremo del Partido para que evaluara las sanciones pertinentes. El partido también ofreció disculpas por haber puesto en pausa la investigación. Considerando que la denunciante era de la colectividad, presentó la denuncia ante el Tribunal Supremo el 12 de octubre y el mismo ente decidió suspender el proceso hasta el 26 de diciembre.

El pasado 12 de marzo Lorenzini había asistido a un evento organizado por la Coordinadora Feminista de Apruebo Dignidad en Santiago Centro. Su presencia incomodó a varias de las asistentes, quienes pidieron que la concejala se retirara del lugar e incluso hicieron llegar el reclamo a la alcaldesa de la comuna, Irací Hassler (PC), y a la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (CS), quienes estaban también en la actividad.