La apuesta de Piñera para reimpulsar su gobierno
Justo en el momento más bajo de aprobación, el Mandatario definió un cambio de gabinete que no tocó a su equipo político pero si reforzó el área económica con la llegada de Juan Andrés Fontaine a Economía y Alfredo Moreno a Obras Públicas. El diseño contempló el retorno de tres ministros de su primer mandato.
Una llamativa coincidencia marcó el esperado segundo cambio de gabinete del gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Poco antes de que el Mandatario convocara a La Moneda a sus ministros para anunciar un nuevo ajuste ministerial, el Centro de Estudios Públicos (CEP) daba a conocer en su última encuesta una caída de 12 puntos en la aprobación de La Moneda, disminuyendo por primera vez por debajo del 30% -marcó 25%- y llegando así a la desaprobación más alta desde que asumió el 11 de marzo de 2018 (50%).
El resultado del sondeo ratificó convicciones que, según dicen en el gobierno, el propio Piñera se había formado en las últimas semanas y que finalmente se convirtieron en los factores que empujaron el ajuste ministerial: la caída en las expectativas económicas que reflejaban múltiples sondeos y la mala evaluación irreversible de ciertas carteras.
Así, con un día lluvioso, el cemento del piso del patio de La Moneda lleno de agua y en un Salón Montt Varas repleto, el Mandatario concretó una decisión que venía meditando hace tiempo y que dio a conocer este jueves. Removió a los ministros de Salud, Emilio Santelices; de Economía, José Ramón Valente; de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero y de Energía, Susana Jiménez. Asimismo, optó por hacer dos enroques: al hasta hoy ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine lo dejó a cargo de la cartera de Economía, mientras que, al otrora ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, lo designó como nuevo titular del MOP. En Energía, en tanto, asumió Juan Carlos Jobet, mientras que en reemplazo de Moreno llegó el ex DC y ex Ciudadanos Sebastián Sichel.
Piñera estuvo hasta última hora haciendo calzar las piezas del ajuste. Prueba de ello es que sólo dos de los seis designados se encontraban en Santiago al momento de la ceremonia. Ribera, Jobet y Sichel, de hecho, recién asumirán oficialmente sus carteras a partir del lunes.
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En el Ejecutivo afirman que el cambio comenzó a fraguarse cuando el Mandatario adquirió la certeza de que Ampuero, Santelices y Jiménez debían salir producto de una gestión deficiente en sus carteras. Las mismas fuentes aseguran que lo que busca ahora Piñera es que "exista una buena ejecución en esas áreas" porque -añaden- "la etapa de dar a conocer los anuncios se acabó".
En el caso de Moreno, en el gobierno reconocen que había experimentado dificultades, entre otras materias, con la consulta indígena y la agenda del acuerdo nacional para La Araucanía. Además, recalcan que el diseño original de Piñera cuando asumió su segundo mandato era que el ahora extitular de Desarrollo Social asumiera en Obras Públicas, ya que -sostienen- "esa es su área".
De Fontaine, en tanto, afirman que si bien tuvo una buena gestión destrabando proyectos, "nunca brilló como debía hacerlo", que Economía es su fuerte, que su cambio será una señal "para el mundo empresarial" y que "será mejor dupla para Felipe Larraín" que Valente.
En La Moneda reconocen que en las últimas 24 horas se vieron varios diseños para el cambio de gabinete y que, en uno de esos, se discutió sobre la necesidad de hacer un ajuste en el comité político, el que finalmente quedó incólume. ¿La razón? Piñera encontró que un cambio en esa área "no generaría un impacto mayor", prefirió mantener intacto a su "círculo de hierro" y apostó por poner todas las fichas en potenciar la Economía. "La señal política que se quiere reforzar es Chile en marcha", asegura una alta fuente de Palacio. En lo concreto, sentencian en La Moneda, Piñera puso las fichas en el el triunvirato Larraín, Fontaine y Moreno.
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En su discurso posterior al cambio, el propio Piñera reforzó el foco económico que impulsa en lo que algunos denominan el "segundo tiempo" de su mandato. "A pesar de las dificultades externas e internas antes mencionadas, y al pesimismo que algunos se esmeran en difundir, estoy convencido que, con el aporte y compromiso de todos los chilenos, este año 2019 Chile volverá a crecer", sostuvo el Mandatario.
Junto a las señales en materia económica en el Ejecutivo subrayan que el cambio también busca fortalecer la agenda de clase media con la llegada de Sichel a Desarrollo Social. Aunque son conscientes del ruido que generó su designación en el oficialismo, aseguran que prevaleció en su nominación su perfil "meritocrático" y el dar una señal a sectores del centro político.
Más allá de la magnitud del cambio y de las personas involucradas en él, en La Moneda sostenían que la modificación no fue fácil para Piñera por dos razones: por los vínculos humanos que tenía con varios de los ministros salientes, y por la dificultad que tuvo para encontrar reemplazantes. En parte estos dos factores explican también su decisión de recurrir a tres ministros de su primer gobierno (Mañalich, Jobet y Ribera). Ahora, concluyen en el Ejecutivo, será el turno de los subsecretarios.
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