La expiación de ME-O con la ex Concertación
El fundador del PRO, que construyó su liderazgo marcando críticas a la forma en que la histórica coalición condujo al país, hoy busca “enmendar” esos vínculos y contribuir a la proyección de Unidad Constituyente. Sus gestos, sin embargo, son leídos con suspicacia por parte de sus nuevos aliados, quienes interpretan intenciones presidenciales.
En menos de una semana, Marco Enríquez-Ominami respaldó a los tres candidatos de la Unidad Constituyente para la gobernación metropolitana. En una caminata por el cerro Santa Lucía, dijo compartir la “visión de ciudad” de Claudio Orrego (DC), mientras que en un video destacó la preparación de Álvaro Erazo (PS) y, a su vez, se reunió con la carta del PPD, Helia Molina, en su casa.
Esos apoyos se dan en el marco de una serie de gestos que ha hecho en los últimos días el exabanderado presidencial a quienes, en el pasado, fueron sus adversarios políticos y hoy se convirtieron -tras la conformación de ese nuevo bloque- en sus aliados. Y pese a que esas actividades fueron coordinadas desde los equipos de los distintos candidatos, las señales y declaraciones que ha dado ME-O han sido leídas dentro de la centroizquierda como una “cruzada” para enmendar las “cicatrices” que han marcado históricamente su relación con los partidos de la ex Concertación.
Además, las señales a Orrego, Erazo y Molina no han sido las únicas. Durante las últimas semanas el excandidato presidencial ha sostenido una serie de transmisiones en vivo con los candidatos de otras regiones, como el radical Jorge Fríes, por Magallanes, y los DC Jorge Díaz, en Arica, y Patricio Vallespín, en Los Lagos.
Y más allá de eso, en la centroizquierda también han advertido que ME-O ha redirigido sus dardos y ha endurecido el tono con quienes hasta hace unos meses formaban junto a él la Unidad por el Cambio. De hecho, durante la actividad con Orrego conminó al Partido Comunista y al Frente Amplio a “cambiar de actitud” respecto de sus posturas frente al resto de la centroizquierda. “No se puede pedir el cambio, pedir un voto por el cambio y uno mismo no cambiar”, dijo.
“Hay una intención de promover la unidad para derrotar a la derecha, de favorecer a la democracia y escuchar a la ciudadanía a través de las primarias”, explica ME-O. Al interior del PRO, incluso, reconocen que el principal objetivo de la colectividad en este momento es recomponer esos vínculos y reencontrarse con ese mundo.
En ese sentido, desde que se conformó la Unidad Constituyente, tras el fallido pacto unitario para lograr primarias en la centroizquierda, ME-O ha transmitido -dicen en las colectividades- una autocrítica por la forma en que construyó su liderazgo. En el sector no olvidan que en 2009, cuando el exabanderado se alzó como una alternativa a la ex Concertación, lo hizo a punta de críticas al legado de la histórica coalición, cuestionando permanentemente su forma de hacer política durante la transición.
Incluso, cercanos al excandidato reconocen que ese análisis ha sido parte del diagnóstico que ha realizado el PRO, en el marco de la “búsqueda por la unidad” que han impulsado desde la colectividad ante el fragmentado escenario que enfrenta al sector de cara a los próximos desafíos electorales. Sin embargo, según las mismas fuentes, en las conversaciones con los timoneles del pacto, ME-O también les habría “recordado” de las críticas que le hicieron desde la ex Concertación en esa época y habría insistido en que el norte del pacto debía ponerse en “recomponer esas diferencias”.
Y pese a esos gestos, en el sector han mirado con suspicacia el actuar del líder progresista. Para varios dirigentes, detrás de estas señales se escondería una intención ulterior: ser por cuarta vez candidato presidencial. En ese sentido, algunos en la Unidad Constituyente ven que ME-O estaría promoviendo la unidad del sector con el fin de generar las condiciones para levantarse como opción a La Moneda".
“Yo ya no soy militante del PRO, soy militante de la oposición y en la oposición tenemos todas la chances de conquistar las confianzas de los chilenos si ofrecemos una fuerza tranquila de cambio. Pero previo a eso se requiere unidad y si para la unidad soy útil como un soldado, o en cualquier otro desafío, nadie, ni yo, puede ni debe restarse”, afirma ME-O al ser consultado sobre sus supuestas intenciones presidenciales.
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