“Malo” y “apresurado”: los centros de estudios de derecha se dividen ante acuerdo por reforma previsional
Los datelles técnicos del proyecto han levantado algunas dudas entre los think tank del sector, donde aseguran que este tipo de iniciativas no se pueden legislar a última hora. “Técnicamente y políticamente es un mal proyecto", aseguró la directora ejecutiva de Libertad y Desarrollo, Bettina Horst.
A un día de que los senadores de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) llegaran a un acuerdo con el gobierno en materia de pensiones, el tema aún está lejos de concitar el respaldo de toda la oposición. El hito ha estado marcado por la batalla comunicacional entre la coalición y el Partido Republicano, desde donde se han mostrado críticos del proyecto.
Ese mismo fenómeno, se ha dado entre los centros de estudio del sector donde algunos advierten ciertos problemas técnicos que podrían afectar las pensiones a largo plazo. Si bien otros han destacado el acuerdo político, en su mayoría critican que se haya apresurado considerando los detalles y las implicancias que tiene la iniciativa.
Libertad y Desarrollo (LyD)
Para la directora ejecutiva del centro de estudios, Bettina Horst, “es una reforma compleja que incorpora componentes de reparto a nuestro sistema de pensiones y obliga a los trabajadores a un préstamo forzoso al Estado”.
Por lo mismo -apunta- el acuerdo “técnicamente y políticamente es un mal proyecto. Técnicamente porque con una reforma mas simple, menos ambiciosa y fiscalmente responsable, aumentando solo en 3 puntos la tasa de cotización para los próximos 6 años, se podrían entregar los mismos beneficios, sin incorporar elementos de reparto, sin introducir el riesgo de sostenibilidad de los beneficios que se buscan entregar”.
En esa línea, agregó que “políticamente también ha sido un mal proyecto ya que ha generado una fuerte discusión entre sectores de centro, de centro derecha y derecha, que debilita una potencial candidatura presidencial cuando se necesita un proyecto político claro y de unidad para enfrentar los complejos desafíos que enfrenta el país”.
Por otra parte, plantea que “no se entiende la premura de legislar ahora contra reloj solo por cumplir un plazo autoimpuesto. El hecho de que haya elecciones a fin de año en ningún caso debe llevar al Congreso a aprobar un proyecto sin una reflexión más profunda respecto de una reforma tan profunda y compleja como esta”.
Ideas Republicanas
El centro de estudios del Partido Republicano también ha sido crítico del acuerdo. Según han difundido en sus redes sociales, la reforma impactará en el “empleo, especialmente mipymes, pese a las gradualidades”. Generará también -dicen- un mayor gasto fiscal de US$ 4.000 millones al año y US$ 115 mil millones los próximos 25 años.
Por otra parte, reiteran que los ahorros de los trabajadores no irán a sus cuentas individuales, “sino una parte a préstamos al estado para financiar la garantía por años cotizados (1,5%) y a “solidaridad” o reparto (2,5%), para mujeres. Asimismo -se agrega- se crea un sistema de reparto. “No toda la cotización irá a cuentas individuales del afiliado. Recursos para solidaridad serán administrados por políticos y dependen de la sostenibilidad de las cuentas fiscales”.
Instituto Libertad
De acuerdo al director ejecutivo del centro de estudios, Luis Pardo, “en este tipo de temas importantes para el país hay que separar lo que es la conveniencia partidaria o la conveniencia electoral de lo que son los grandes intereses del país. Y en ese sentido me parece que, en la situación caótica en que este gobierno ha conducido al país, en la situación en que estamos, tener un acuerdo razonable, como lo han juzgado muchos especialistas de distintos sectores políticos, me parece que es un avance”.
En ese sentido, reiteró que si bien hay cosas que seguir corrigiendo, “si no se alcanzaba ahora, íbamos a tener probablemente un cuarto gobierno en el que nuevamente se iba a producir lo que ya se venía produciendo: que prevalecía el criterio partidario, como pasó con la reforma de presidente Piñera, que fue bloqueada en el Senado por la oposición, como pasó anteriormente con la reforma de Bachelet”.
Por último, reconoció que “el acuerdo, como todos los acuerdos, no deja a todos conformes. No es el modelo de reforma que nosotros hubiésemos querido en un 100%, pero sí salvaguarda lo que es la propiedad de los fondos por parte de los trabajadores, lo que es el ahorro individual”.
Fundación para el Progreso (FPP)
Para el director ejecutivo de la fundación, Fernando Claro, los parlamentarios se apresuraron en sacar el acuerdo. “Políticas públicas así de complicadas no pueden legislarse contra el tiempo. Las reformas de esta semana necesitan mucho análisis, porque son novedosas y están poco claras. Es extremadamente irresponsable asegurar que están bien hechas y aprobarlas en un par de semanas, porque es imposible analizar en todas sus consecuencias inmediatas —ni hablar de consecuencias más ocultas—. Habla de la irresponsabilidad de nuestros legisladores”, explicó.
En esa línea, agregó que derechamente es un proyecto “malo” y que -entre otras cosas- “para mejorar pensiones actuales había que buscar recursos generales. El préstamo no tiene absolutamente ningún sentido por cuestiones de diversificación de portafolio, subsidio encubierto y por lo enredado que es. Además, es un subsidio de los trabajadores al Estado, una vergüenza. Es un reparto. Menos sentido tiene el cantinfleo lingüístico que hacen con lo que llaman seguro para subsidiar a las mujeres por sus tablas de mortalidad. Es otra vez la obsesión izquierdista de cambiarle el significado a las palabras, y ahora con la venia de la derecha”.
Instituto Res Pública
Respecto al acuerdo, el director ejecutivo del centro, José Francisco Lagos, planteó que “si resuelve el problema de mejorar las pensiones de las personas de forma sostenible, creo que como está planteado hasta ahora, no. Porque ni siquiera se ha definido qué cosa queremos del sistema de pensiones”.
En ese sentido, aseguró que “acá hay razones ajenas a la previsional que están marcando la pauta del debate. Sesionar de forma apresurada en el Congreso porque habría un acuerdo prelegislativo me parece un sin sentido. Es el Congreso el lugar donde se deben debatir estas cuestiones, porque los debates son abiertos y transparentes. De lo contrario el Congreso se transforma en un buzón que aprueba o rechaza lo que se acuerda entre cuatro paredes”.
Por lo mismo -dice- el proyecto “deja bastantes dudas que ya están planteando los expertos. Primero que no se hace cargo adecuadamente de los principales problemas que tiene el sistema de pensiones, que son el poco ahorro en las cuentas individuales, las lagunas previsionales y la edad de jubilación”.
Instituto de Estudios de la Sociedad (IES)
El investigador del instituto, Álvaro Vergara, afirmó que “todavía estamos reflexionando sobre la reforma, sobre todo en los detalles técnicos. En aspectos generales, en la dimensión política vemos todo más o menos de una manera positiva, que se haya podido llegar a acuerdos entre la cierta parte de la oposición y el oficialismo. Pero tenemos diferencias respecto a ciertas bajadas técnicas del acuerdo. Cuánto, por ejemplo, podría impactar la reforma en la informalidad; qué tan presionados se van a ver los empleadores, sobre todo en el mundo de las pymes, con la carga positiva que va a generar la reforma; cómo va a funcionar el nuevo sistema”.
Así también, añadió que “me preocupa en el fondo que esto simplemente pueda ser un primer paso para el término de lo que ellos llaman modelo de AFP, que es un sistema de capitalización individual, integrando lógicas redistributivas en el tiempo, que sin crecimiento no se van a poder sostener”.
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