María José Hoffmann, jefa de bancada UDI: “La UDI necesita recuperar su audacia y estoy dispuesta a liderarla”
Diputada dice que quiere competir por la presidencia del partido, aunque deja abierta la alternativa de construir una mesa de consenso. Incluso, reconoce que ha habido conversaciones en esa línea. “Dejamos de defender nuestras ideas con fuerza y nos fuimos quedando sin relato”, agrega.
Fue presidenta de la juventud del partido, concejala, tres veces diputada y actualmente jefa de bancada de la UDI. María José Hoffmann tiene más de 20 años de militancia. Y en esta entrevista sincera sus intenciones de presidir la colectividad que hoy lidera Jacqueline van Rysselberghe.
Hoffmann evita hacer críticas a la actual directiva, pero dice que si encabeza el partido le gustaría que haya una UDI “más integradora, que genere confianza”. Asimismo, reconoce que ha habido conversaciones para que exista una lista de consenso y que, si bien está dispuesta a competir, no descarta esa alternativa.
¿Por qué quiere presidir la UDI?
Chile está entrando en un proceso de definiciones clave y la UDI tiene que ser parte de eso con propuestas, con claridad en sus ideas... La forma de hacer política también es distinta, eso me ha hecho ir repensando en cómo Chile se integra con el rol de la UDI. Estamos frente a un ciclo electoral muy exigente, que va a demandar de la UDI una mirada estratégica de futuro. No podemos reducir lo que viene solo en un ciclo electoral, sino que lo que se inicia y lo que me empuja a liderar es una conversación sobre el Chile que queremos. En ese contexto, la UDI necesita recuperar su audacia y yo estoy dispuesta a liderarla. Y lo que me motiva para conducir a la UDI es saber interpretar, desde nuestros valores fundacionales, los sueños y aspiraciones del Chile que viene.
¿A qué se refiere con recuperar la audacia?
Es relevante romper la inercia de muchos años en que nos hemos confiado en que el modelo de desarrollo y la Constitución se defendían solos. Dejamos de defender nuestras ideas con fuerza y nos fuimos quedando sin relato. Quiero convocar a la UDI a construir este relato y recuperar su audacia.
¿Cómo evalúa la gestión de la actual directiva?
Han sido tiempos muy duros. Cualquier evaluación tiene que considerar ese contexto. Quizás nos hemos centrado mucho en defender y hemos ido dejando de lado el aportar con soluciones concretas.
¿En qué sentido?
Me ha hecho mucho sentido el debate que hemos vivido al interior de la bancada. La UDI no puede solo defender la estantería, decir que “no” frente a las malas propuestas de la izquierda sin tener una alternativa mejor. Ese es el desafío. Y lo vimos concretamente en la tensión que nos generó el 10%. Pero en el caso puntual de la presidenta, creo que es innegable que le han tocado dos años de vacas flacas y de asumir muchos costos. Me hubiera gustado tener más espacios para ayudar, pero creo que no sería justo desconocer su esfuerzo. ¿Hemos tenido diferencias? Sí, varias, pero siempre hemos privilegiado la unidad.
¿Le gusta el estilo de liderazgo de ella?
No me parece justo en este contexto solamente concentrarme en las críticas. Parte de lo que viene es tener capacidad de reconocer las cosas buenas y de cambiar ciertos estilos y formas para que sean más integradores de distintas opiniones y sensibilidades al interior del partido.
¿Eso faltó?
Me gustaría que tuviéramos una renovación con liderazgos, con una identidad más nítida, más integradora, que genere confianza, que logre compatibilizar las almas de la UDI. Nos fuimos quedando sin relato y hay que hacer un esfuerzo importante por construirlo. Y creo que una forma de manifestar el cambio que hay que hacer tiene que ver con promover una gran cantidad de liderazgos femeninos, en un contexto en que yo no creo en las cuotas, sino que ese esfuerzo tiene que ver con igualdad de oportunidades y voluntades políticas.
¿Usted estuvo de acuerdo con la decisión de llevar al tribunal supremo a los parlamentarios que votaron a favor del 10%?
No es el momento de sermones. Respeto las decisiones internas y soy parte, además, de la directiva y comisión política.
¿Cree que la UDI ha ido de alguna manera en declive? Están con problemas internos, se han desordenado en votaciones, diputados se fueron del partido...
Estoy pensando en una UDI que no juegue al empate, que no renuncie a convocar y que se atreva a hacer goles. No me identifica una derecha acomplejada, sino una valiente, pero también tenemos que saber leer los cambios sociales, estar más conectados con ese Chile que quiere un trato más justo y recuperar la capacidad de interpretar al Chile que viene.
¿Pero cómo se hace eso si la postura de la UDI, en general, pareciera ir contra las demandas ciudadanas?
No podemos quedarnos solo en decir que no a las malas propuestas de la izquierda. Y por eso es tan relevante ser capaces de, desde lo que somos, refrescar nuestro proyecto y ofrecerle una alternativa a los chilenos desde nuestras ideas y con la necesaria sintonía ciudadana.
¿Aunque esas ideas parecen no convencer a la ciudadanía?
Uno siempre tiene que escuchar a sus electores y a la ciudadanía, pero nunca debe renunciar a ser capaz de conducirlos. Y el rol de la UDI ha sido enfrentar con valentía, a veces, temas que parecen populares, pero que, en el fondo, no lo son. Sabemos que hemos sido incomprendidos muchas veces, pero aspiramos a tener propuestas serias.
¿Cuál será este nuevo relato que usted menciona?
Un ejemplo concreto: yo soy partidaria de que la reactivación económica, que va a ser un pilar importante en esta nueva etapa del gobierno y de Chile Vamos, no sea solo un conteo de cuántos empleos recuperamos, sino cómo vamos a ser capaces de que sean empleos sustentables, de advertir las nuevas formas de trabajar. Esa es la mirada en la que la UDI debe poner su sello. La UDI tiene que aportar con una mirada distinta a los problemas sociales.
Hace unas semanas estaba la idea de construir una mesa de consenso con Domingo Arteaga a la cabeza. ¿Cómo evaluó esa opción?
Ha habido varias conversaciones estos días, y creo que debemos actuar con generosidad. Siempre voy a estar dispuesta a lo que sea mejor para la UDI. Tenemos un desafío histórico de reconstruir la derecha popular y ser empática con el nuevo Chile.
¿Cree que hubiese sido positivo que Van Rysselberghe renunciara anticipadamente?
Esas son decisiones personales, y hay que respetar los procesos. Y si hubiese algún cambio en esto, tiene que nacer, más bien, de quienes tienen esa responsabilidad. Mi preocupación está en ser parte de que la UDI lidere los próximos procesos. Si será terminando el ciclo electoral interno o con anticipación, ese es un esfuerzo donde ha habido conversaciones. Hay que actuar con generosidad. Yo voy a estar siempre dispuesta a lo que sea mejor para la UDI.
O sea, ¿está dispuesta a conformar una mesa de consenso?
Estoy dispuesta a liderar un proyecto y a competir, pero el escenario de elecciones y la complejidad que enfrenta nuestro país nos obliga a buscar alternativas que generen el máximo de unidad interna posible.
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